El ruido del futuro del piloto de Williams sigue sumando capítulos. Ahora aparece Alpine, habría una alta factura que pondría el equipo de Grove para liberarlo y con Red Bull que está en las gateras. ¿Hay algo claro? A tres fechas para el final del ejercicio 2024 y cuando parece que las piezas del 2025 comienzan a encajar tras la confirmación de Gabriel Bortoleto como piloto de Sauber (futuro Audi desde 2026), el runrún surge por otro lado. El protagonista sigue siendo Franco Colapinto, quien tras el GP de Abu Dhabi que cerrará la temporada se quedará sin butaca como titular, al menos por el momento.
En los papeles, en este momento solo queda una butaca de Racing Bulls sin dueño, la que ocupa Liam Lawson, aunque es un poco mentirosa la situación. Porque si bien el neozelandés tiene contrato hasta fin de año no hay dudas de que continuará formando parte de la estructura de las bebidas energizantes. Aún no se sabe si seguirá en Racing Bulls o si pegará el salto a Red Bull. Y ahí empieza a romperse todo el andamiaje que parecía cerrado. Es que Checo Pérez tiene los días contados en el team de Milton Keynes por su flojo rendimiento de 2024. El mexicano anotó 48 puntos en las últimas 15 carreras y está a 242 de Max Verstappen, su compañero. El andar del tapatío puso en jaque la Copa de Constructores para Red Bull, Mundial en el que hoy ocupa el tercer lugar (pasar de primero a tercero tiene una diferencia de casi 20 millones de dólares). Eyectar a Checo tendría un costo económico para Red Bull y hasta que no se anuncie que el vínculo que se renovó en mayo para las temporadas 2025 y 2026 se rompe, no habrá otros anuncios. Mientras tanto, el equipo austríaco otea el panorama cercano en busca de posibilidades, porque en sus inferiores aparece Isack Hadjar como primera alternativa y no termina de convencer a los popes para que dé el salto. Ahí aparece Colapinto. Christian Horner fue captado por ESPN.com saliendo del hospitality de Williams durante el GP de San Pablo y el inglés no negó la negociación. “Franco es un piloto que ha estado haciendo un buen trabajo y siempre es bueno seguir los movimientos del mercado de pilotos”, dijo en Interlagos. Ahora bien, cuando Colapinto fue elegido por Williams para reemplazar a Logan Sargeant en el FW46 a partir del GP de Italia firmó un contrato a largo plazo. El entorno del argentino tiene bajo siete llaves el enunciado del vínculo, pero sería de tres años. Y hay un dato puntual: cuando se rubricó el acuerdo, Franco y sus mánagers lo hicieron sabiendo perfectamente que no habría butaca como titular para 2025 porque en Grove ya tenían sellados los contratos de Alex Albon y Carlos Sainz (en Ferrari hasta fin de año). Por lo tanto, no existe una cláusula de salida en caso de no tener un puesto de titular en 2025 en la escudería fundada por Frank Williams. Sí existiría una condición que abriría la libertad de Franco para 2026 si Williams no lo pone de titular. ¿Entonces? Ahí así es la situación en lo legal. Por eso el grupo de trabajo de Colapinto pretende que los capos de Williams, con James Vowles a la cabeza, entiendan la situación. No hay artilugio legal, solo apelan a la voluntad y al entendimiento de que Franco quiere correr, que la Fórmula 1 quiere que esté y el público también lo desea. Todo eso se apoya en el magnetismo que generó el argentino desde su llegada a la F1, con su halo de frescura en medio de mucho acartonamiento (ojalá nunca lo cambie). La misma categoría está interesada también en mantener en la grilla a ese piloto interacción y llegada a nuevo público que genera Colapinto. De hecho, el sábado a la mañana Vowles estuvo un buen rato dentro del hospitality de F1. De ahí surgió entonces que la única alternativa para la salida de Franco de Williams sería dinero. Y hasta se deslizó, como rumor, que en Grove pretenderían 20 millones de euros. Ese sería el dinero que debería poner el que esté interesado en Colapinto para 2025. Claro, esa plata, debería salir de aportes de los sponsors. Ya sea de manera directa o indirecta. Es decir, que se pague a Williams o que se aporte a Red Bull como apoyo. Si se diera la salida de Colapinto de Grove para mudarse a la estructura de las bebidas energizantes, quedaría por determinarse si sería directo al principal para ser compañero de Verstappen o si acompañaría a Yuki Tsunoda en Racing Bulls. Acá hay un conflicto de intereses. Porque Williams quiere tener a Colapinto como piloto de reserva de 2025, para tener a alguien que esté listo ante para subirse al auto y rendir ante cualquier circunstancia de apuro que pudiera ocurrir con Albon y Saniz. Y, además, el 2026 es un año en el que muchas cosas pueden cambiar. Los rumores también apuntan a que Sainz podría hacer solo 2025 en Williams y después mudarse, por más que su contrato incluya 2026, temporada en la que habrá un enorme cambio en el reglamento técnico, con nuevos autos y motores. Tantos cambios pueden haber, que no son pocos los que apuestan por una salida de Verstappen para desembarcar en 2026 en Aston Martin, con el motor Honda y la mano de Adrian Newey. Ante este panorama, otro rumor que surgió marca que Vowles estaría dispuesto a entregar a Franco a Red Bull para 2025 con la condición de que, si Sainz se va en 2026, Colapinto vuelva a Williams. Hasta ahí, la chance de Red Bull. Pero, según publicó el medio italiano La Gazzetta dello Sport, Alpine estaría también interesado en Colapinto. Si bien el equipo francés ya tiene a Pierre Gasly y Jack Doohan bajo contrato para 2025, la publicación asegura que Flavio Briatore, asesor ejecutivo de Alpine, estaría atento a la situación del argentino. El fusible sería Doohan, el hijo Mick, cinco veces campeón de motociclismo en 500cc. Sorprende que el exmandamás de Benetton en épocas de Michael Schumacher y de Renault en los tiempos de Fernando Alonso se incline por Colapinto después de sus dichos tras el domingo de San Pablo: “El otro día vimos con los jóvenes pilotos, a los que rápidamente se les ha llamado como las nuevas superestrellas, cuánto importa la experiencia en la Fórmula 1 todavía". Claro, Doohan también es un joven corredor que debutará en 2025. Cuando todo parece indicar que el rompecabezas de la F1 empieza a ubicar sus piezas, repentinamente aparece otra versión, otro rumor, más runrún. Y, hay que dejarlo claro, todo puede pasar. ¿O acaso alguien imaginaba en junio que Franco Colapinto correría en F1 en 2024?
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