El inglés le sacó el 1 del bolsillo al monegasco en el último giro y largará en punta la octava fecha del Mundial. Oscar Piastri, puntero del torneo, fue tercero, y Max Verstappen, quien viene de ganar en Imola, quinto.
El Gran Premio de Mónaco de Fórmula 1 tiene una característica que se repitió muchas veces en las 70 ediciones disputadas: carreras aburridas y clasificaciones vibrantes. Por algo, ESPN.com escuchó varias veces en el paddock del principado la frase: “El sábado es el mejor día”. El angosto y revirado trazado no favorece al espectáculo cuando se trata de disputar las 78 vueltas de competencia, más en estos tiempos de chasis gigantes. Tratar de meter dos autos a la par es una tarea casi imposible. Pero esa estrechez regala clasificaciones inolvidables. Y volvió a pasar en 2025, con una batalla memorable en la que Lando Norris venció a Charles Leclerc por 109 milésimas.
El monegasco venía entonado después de liderar las tres sesiones de ensayos y la Q1. Era el candidato casi excluyente a quedarse con la pole position, a pesar de haber dicho en la previa que sus expectativas eran bajas por la competitividad de su Ferrari. Ya en la Q2 se asomó Norris al quedar arriba. Pero quedaba el plato fuerte, ese que paga cada euro de los miles, en algunos casos, que muchos pagan para ver uno de los clásicos de la F1. Porque en esos casos es pole o muro, no hay términos medios. Es el único momento del fin de semana monegasco en el que los pilotos no se guardan nada, sabiendo que tratar de avanzar en carrera es imposible. Los diez que salieron a la Q3 fueron por todo.
“¡Vamos!”, exclama un periodista muy localista en plena sala de prensa cuando Leclerc clava el 1 en su último intento de Q3. Bueno, no dijo vamos, pero en sus gestos se nota que fue algo así, rebosaba de alegría. “Oooh”, suelta cuando aparece Norris y se la arrebata por 109 milésimas. Esa onomatopeya no necesita buscar ninguna traducción. Esa exclamación también es la que suelta el piloto de Ferrari detrás del casco, frustrado porque ya se relamía con la chance de picar en punta.
Norris necesitaba un envión así. Por primera vez cuenta con un auto superior al resto y tiene la chance concreta de ser campeón, pero viene perdiendo el duelo interno con Oscar Piastri, quien venció en cuatro de las siete carreras y manda en el Mundial. El inglés apenas ganó una (la primera en Australia) y sumó más berrinches y broncas que éxitos en 2025. El MCL39 no le genera la confianza que sí tiene su compañero. Ya en Imola comenzó a recuperarse en la batalla puertas adentro de Woking, al superarlo (con neumáticos más nuevos, por cierto) y ser segundo. Y ahora se quedó con la pole y Piastri fue tercero.
Fue la 11ª pole de Norris en F1 y este domingo deberá superar las 78 vueltas para ganar. De las diez anteriores, solo en cuatro logró sellar el éxito. Como positivo, lo hizo en cuatro de las últimas siete. Eso sí, no deberá equivocarse y ahí estará el examen más grande. Los yerros de Lando se multiplicaron en los últimos tiempos y en Mónaco es pared, sin excusa. Para Leclerc quedará la chance en la largada y después en la estrategia, ya que la FIA obliga a todos a parar dos veces, de mínima, para cambiar neumáticos.
¿Y Verstappen? Dijo la verdad nomás. En Imola, después de su gran triunfo, avisó: “No tengo expectativa de que sea fácil, pero es una carrera en el calendario y hay que hacer lo mejor que podamos. Somos más competitivos en pistas rápidas y con curvas veloces. Manejé mucho en Mónaco, pero no es de las que mejor me caen”. Y fue verdad nomás, no como Leclerc, quien se había tachado de la lista y estuvo adelante todo el fin de semana. El tetracampeón largará quinto y deberá esperar por una buena estrategia, porque a una vuelta, quedó a 715 milésimas de Leclerc. Delante del neerlandés quedó Lewis Hamilton (cuarto), después de pegarse en el tercer ensayo, Ferrari reparó su auto que partirá en segunda fila. Para destacar en la vibrante Q3, el sexto lugar de Isack Hadjar, quien arrancó con un macanón en Australia (se pegó en la vuelta previa) y, desde entonces, viene cumpliendo trabajos muy buenos. Fernando Alonso metió séptimo al Aston Martin, que por primera vez tiene a Adrian Newey en el circuito. Esteban Ocon (sorprendió con el Haas), Liam Lawson (en su renacer tras el frustrado paso por Red Bull) y Alex Albon (se esperaba más de los Williams) cerraron los diez primeros.