El argentino cerró la tabla de tiempos en la primera jornada de la 11ª fecha del Mundial y no logró cumplir su anhelo de tener un buen viernes en Spielberg.
Se repitió la historia de las últimas dos carreras para Franco Colapinto en F1: viernes complicado. Lo vivió en el GP de España, lo experimentó nuevamente en el GP de Canadá y otra vez le ocurrió en el GP de Austria, anotado como la 11ª fecha de la 76ª temporada del Mundial. Al argentino le costó mucho encontrar el ritmo de su Alpine, especialmente en una vuelta lanzada, en la jornada inicial del fin de semana y quedó último.
Tanto en Barcelona como en Montreal, el piloto del equipo Alpine experimentó un gran salto para el sábado, tras largas horas de trabajo nocturno para tratar de sacarle rendimiento al A525, un auto que el mismo Franco definió como que “me costó más que el Williams”. El tema es que Colapinto trata de llevar el auto hacia su manejo y eso lleva tiempo de trabajo en cada pista que la F1 visita. En la atención a la prensa previa en Spielberg, el argentino dijo: “Los viernes no fueron buenos para mí hasta ahora y la mejora llega el sábado en la tercera sesión y en la qualy, pero es tarde. Necesitamos tener un buen fin de semana”, dijo.
El argentino cerró 16º la primera sesión de entrenamientos y quedó último en la segunda, posición final de la jornada si se unen las dos tandas. Colapinto fue el único piloto que no logró bajar los 66 segundos: en su mejor giro marcó 1m06s176 y quedó a 1s596 de Lando Norris, el más veloz del día. En tanto, Pierre Gasly, su compañero en Alpine, giró en 1m05s613 para quedar 14º. La dificulta de Alpine y la poca potencia del motor Renault quedó evidenciada en que el francés, con nuevo impulsor (no penaliza porque no superó el cupo máximo en ningún ítem), tampoco logró bajar del segundo con respecto a la punta (quedó a 1s033 del inglés de McLaren).
Colapinto no se sintió cómodo con el auto en ningún momento de las dos tandas, ni siquiera en las curvas de alta velocidad, las que más le gustan. Alpine cargó y descargó el auto aerodinámicamente durante las sesiones en busca de una mejora que no nunca llegó. Franco deberá volver a tener trabajo largo después de hora con los ingenieros para tratar de pegar ese salto para el segundo día, como lo hizo en España y Canadá.