Los antecedentes en la Fórmula 1 indican que la escudería de Red Bull padecerá sin el director Christian Horner que la llevó al éxito.
En medio de una crisis institucional, Red Bull decidió despedir a su director Christian Horner de forma inmediata, justo en el ecuador de la temporada 2025 de Fórmula 1 para comenzar una nueva era a partir de la segunda mitad de esta campaña y sobre todo con la mira en el 2026.
Se trata de un gran golpe a nivel organizacional, porque Horner había sido la única persona en ocupar ese cargo desde que la escudería de las bebidas energéticas apareció en el Gran Circo en 2005 y no sólo la ubicó en la élite de la disciplina, sino que impulsó agresivos programas como el del Junior Team, para desarrollar talento o el de Powertrains para tener un motor propio el próximo año.
Sin embargo, lo más importante que dejó el directivo británico son los seis campeonatos de constructores y ocho de pilotos para una empresa que no tiene como prioridad de negocio la elaboración de autos, como es el caso del resto de sus rivales en la parrilla.
Con su salida llega la gran pregunta sobre qué pasará con la escuadra a partir de ahora, porque la F1 es un deporte cíclico, en el que el dominio se alterna, pero los monarcas que estaban ligados a una figura tan relevante como Horner tienden a demorar mucho en volver a ganar, si consiguen volver a hacerlo.
Los casos de fábricas que dejaron de ser exitosas tras la salida de su responsable son varios y se remontan casi hasta los orígenes de la máxima categoría, ejemplos de los cuales deben tomar nota en Milton Keynes:

Colin Chapman-Lotus
El inglés Colin Chapman fue el encargado de fundar el equipo Lotus que empezó a competir en 1958, gracias a sus diseños e innovaciones, lo que le permitió progresar en cada calendario, hasta alcanzar el campeonato de pilotos y de constructores en 1963, de la mano del británico Jim Clark.
La época exitosa no se detuvo ahí y la compañía también logró el doblete en 1965 (con Clark), 1968 (con Graham Hill), 1970 (con Jochen Rindt), 1972 (con Emerson Fittipaldi) y 1978 (con Mario Andretti), además de otra corona a nivel colectivo en 1973, para confirmarse como una potencia.
No obstante, en diciembre de 1982, Chapman murió de un ataque cardíaco y la marca nunca volvió a ocupar el trono e incluso se despidió en 1994, aunque regresó como Lotus-Cosworth en 2010 y como Lotus-Renault en 2012, antes de salir del serial en forma definitiva hace una década.

Frank Williams-Williams
Otro caso de una escudería de autor es el de Williams con su fundador, Frank Williams, quien, tras un primer intento en 1975, aterrizó de forma definitiva en la Fórmula 1 en 1978 para alcanzar el éxito a partir de 1980 y ser una de las principales fuerzas sobre la pista en las dos décadas siguientes.
Williams ganó el campeonato de constructores y el de pilotos (Alan Jones) en 1980, repitió al siguiente año por equipos y en 1982 obtuvo el de conductores con Keke Rosberg, en 1986 volvió a imponerse a nivel colectivo, pero en 1987 hizo el doblete con Nelson Piquet. En 1992 repitió ambos cetros con Nigel Mansell y en 1993 con Alain Prost, en 1994 obtuvo el de marcas, pero volvió a quedarse con ambos en 1996 (Damon Hill) y en 1997 (Jacques Villeneuve).
Esas nueve conquistas llegaron de la mano de Williams, quien dejó su cargo en 2013 para su hija Claire, aunque en 2020 los monoplazas dejaron ese núcleo familiar (después de ocupar el último lugar entre 2018 y 2020) y ahora intentan volver a los primeros planos con James Vowles al frente.

Ron Dennis-McLaren
McLaren, que debutó en F1 en 1966, inauguró su palmarés en 1974 con el brasileño Emerson Fittipaldi también coronándose de forma individual, pero una serie de problemas deportivos y financieros propiciaron el aterrizaje de Ron Dennis como director en 1981, tras destacar en los seriales de desarrollo.
De su mano, los autos papaya vivieron su mejor época, con siete títulos de constructores (1984-1985, 1988-1991 y 1998) y 10 de pilotos (Niki Lauda en 1984, Alain Prost en 1985, 1986 y 1989, Ayrton Senna en 1988, 1990 y 1991, Mika Häkkinen en 1998 y 1999 y Lewis Hamilton en 2008).
Tras su salida en 2009, la empresa británica tardó tres lustros en volver a abrir las vitrinas, hasta 2024, aunque desde hace 17 años no tiene una corona para sus volantes, lo que podría cambiar en algunos meses con Oscar Piastri o Lando Norris que encabezan la tabla, pero este regreso a la élite fue tan doloroso que entre 2013 y 2023 apenas tuvieron un triunfo en carrera.

Jean Todt-Ferrari
Ferrari siempre ha sido el referente de la máxima categoría, con trofeos colectivos en cada década, dos en los sesenta, cuatro en los setenta y otro par en los ochenta, además de nueve de conductores entre 1952 y 1979; no obstante, la sequía que comenzó a partir de 1983 obligó a tomar medidas en la Scuderia.
Luca di Montezemolo reclutó al francés Jean Todt en 1993 para ser el nuevo director de la escuadra, después de haber brillado con Peugeot en el Rally y las 24 Horas de Le Mans; su impacto se notó en 1999, cuando el Cavallino Rampante volvió a conseguir un campeonato de constructores, por primera vez en 16 años y a la siguiente temporada le incluyó el de pilotos, con el alemán Michael Schumacher.
Así comenzó la gran era de dominio rojo, con ocho cetros colectivos y seis individuales y aunque Ferrari se coronó en 2008 ya sin Todt como responsable, su sucesor, Stefano Domenicali aprovechó la inercia para el que es hasta el momento el último festejo en Maranello, que no ha vuelto a la gloria desde entonces.

Toto Wolff-Mercedes
El caso de Toto Wolff con Mercedes es especial, porque la compañía alemana había estado involucrada en Fórmula 1 en los cincuenta como el vehículo con el que el argentino Juan Manuel Fangio se impuso en 1954 y 1955, pero no apareció como fabricante hasta 2010, tras adquirir Brawn GP.
Aunque el propio Ross Brawn fue el director de las flechas plateadas entre 2010 y 2013, Wolff tomó el control de forma oficial en 2014 y de inmediato comenzó la época dorada de la escuadra germana, que ganó ocho títulos de constructores consecutivos hasta 2021 y siete de pilotos (seis con Lewis Hamilton y uno con Nico Rosberg), con el empresario como una de las razones del éxito.
Toto se mantiene en el cargo, aunque Mercedes ha sido superada, primero por Red Bull y ahora por McLaren, con la expectativa de regresar a la cima en 2026 con el cambio de reglas, para ampliar un palmarés que ya la tiene como la cuarta escudería con más galardones, tras Ferrari, Williams y McLaren, en tan sólo tres lustros.
Son los antecedentes a los que ahora se enfrenta Red Bull, que de la mano de Horner construyó una primera época brillante con cuatro campeonatos de constructores y el mismo número de pilotos con el alemán Sebastian Vettel entre 2010 y 2013 y luego otra era con cuatro coronas para el neerlandés Max Verstappen entre 2021 y 2024, además de dos a nivel colectivo.
Red Bull deberá comenzar el doloroso proceso de vivir sin su máximo responsable, el que ayudó a construir el equipo y luego lo llevó a lo más alto, un reto que asume Laurent Mekies con la obligación de estar al nivel de su predecesor, pero sin varias de las piezas claves en las victorias. Con nueva unidad de potencia e incógnita en los volantes, los tiempos en Milton Keynes podrían ser complicados en el futuro inmediato.
