El inglés quiere luchar por el título con la Scuderia y removerá hasta la última piedra de Maranello para conseguir su objetivo.
A los 40 años, Lewis Hamilton pudo cumplir su sueño de vestirse de rojo en la Fórmula 1 al convertirse en piloto de Ferrari. Cumplido el viejo anhelo, llegó el objetivo: ser campeón con la escudería italiana. No se trata de una meta sencilla y las estadísticas así lo marcan. El equipo de Maranello no gana una corona de pilotos desde 2007, y de Constructores, desde 2008. Por eso, el heptacampeón está decidido a sacudir hasta lo más profundo de la fábrica para despabilar al gigante dormido.
En las 12 carreras de 2025, Hamilton tiene el triunfo en el sprint de Shanghái como el punto alto de su temporada. En carreras largas, tres veces fue cuarto: Emilia-Romagna, Austria y Gran Bretaña. Charles Leclerc, su compañero, tampoco ganó, aunque se pude dar dique con sus cuatro podios. El combo es pobre para Ferrari. El SF-25 no funcionó como los ingenieros esperaban y decidieron meter mano. En la cita anterior, en Silverstone, estrenaron suelo; este fin de semana, en Bélgica (13ª cita), portarán nueva suspensión trasera; y en Hungría, la próxima semana, habrá mejoras en la dirección. Si por el expiloto de Mercedes se tratara, cerraría el trabajo sobre el auto 2025, ya dijo varias veces que el objetivo es el 2026 con su nuevo reglamento.
Lewis está muy metido en el objetivo y en Spa-Francorchamps detalló algunos de los movimientos que está haciendo en Maranello. “Es una organización enorme con muchas partes móviles y no todas están funcionando a la perfección. Siento que mi trabajo es desafiar a todos los niveles. Desafiar a todos en el equipo, especialmente a los de arriba”, dijo Hamilton.
“No se puede culpar a la calidad de los pilotos la falta de títulos. El equipo tuvo nombres increíbles como Kimi Räikkönen, Sebastian Vettel y Fernando Alonso y aun así no ganaron un título con Ferrari. Me niego a que me pase lo mismo, por eso voy más allá. Si sigues el mismo camino, obtienes el mismo resultado”, analizó.
Tras el GP británico, Hamilton mantuvo reuniones directas con John Elkann, el presidente de Ferrari y el hombre clave para su llegada a la Rossa; Benedetto Vigna, director ejecutivo; y Frédéric Vasseur, el director del equipo. “La respuesta fue excelente, hay muchas mejoras por hacer y son muy receptivos. Estoy intentando crear alianzas dentro de la organización. Estoy acá para ganar. Es un momento crucial para mí y creo firmemente en el potencial de este equipo. Se pueden ganar varios campeonatos en el futuro, ese es mi único objetivo”.