McLaren vivía hasta hace poco en las sombras, era el hazmerreír de la Fórmula 1. Pero hoy están en la cima. ¿Qué cambios claves hicieron?
McLaren vivía hasta hace poco en las sombras, sus gloriosas épocas doradas con campeones mundiales en cuatro décadas consecutivas se vinieron abajo en 2013, cuando empezaron una sequía de triunfos que rayó en la vergüenza. El otrora equipo poderoso era el hazmerreír de la Fórmula 1.
Algunos mexicanos dijeron que el mal paso de McLaren se debía a la ‘Maldición de la Torta Ahogada’, un chiste que surgió en redes sociales, donde se decía que el equipo había adquirido un karma negativo por despedir a Sergio Pérez (piloto de Guadalajara, de ahí el nombre de la maldición por el platillo típico de esa ciudad).
Lo cierto es que más allá del folclor del ciberespacio y sus recurrentes teorías de conspiración sin sentido, 2012 fue el año donde McLaren pasó de contendiente a ‘comediante’, porque, si acaso, provocaba risa a sus competidores.
Se acumulaban estadísticas negativas como más de 8 años y 9 meses sin victoria, 11 podios en 10 años y haber sido penúltimos del Campeonato de Constructores en 2015 y 2017, hasta que vino un cambio radical en la organización y hoy son el monarca reinante por equipos y arrasan en 2025 en todos los rubros.
Pero, ¿cómo se dio ese cambio? ¿Quién es es responsable y qué hizo para lograrlo? ¿Cuáles son las claves del resurgimiento de McLaren? Hoy McLaren tiene 10 victorias de 13 posibles, al líder y sublíder del Campeonato de Pilotos, ostenta el título de Constructores de 2024 y arrasa en 2025, pero esto vino de muy abajo.
Zak Brown, el arquitecto del renacimiento de McLaren
Paradójicamente y como suele suceder, las grandes soluciones a los grandes problemas llegan de los lugares menos imaginados. El equipo que fundó el neozelandés Bruce McLaren y que vivió su gloria más esplendorosa bajo la batuta el inglés Ron Dennis, encontró su redención en las manos de un estadounidense.
Fue Zak Brown, un expiloto, publicista y empresario quien llegó en 2017 a McLaren y tras encontrar las ruinas de una ‘civilización’ histórica reedificó los templos de Woking piedra por piedra.
En una entrevista reciente con el podcast “How Leaders Lead”, Brown comentó que cuando llegó como director ejecutivo a McLaren encontró una cultura tóxica, donde no había confianza entre los miembros de la organización y se buscaban culpables, más que respuestas.
“Este equipo tenía una cultura de arrogancia. Cuando Honda llegó, Honda batalló mucho, pero nos convencimos a nosotros mismos que todo era culpa de Honda. Dejamos a Honda pusimos un motor Renault y de repente fue ‘¡Oh! Creo que tenemos mucha culpa en nuestra falta de éxito’. Esa fue una gran llamada de atención para nosotros.
“Teníamos una cultura que no era transparente, había muchas teorías de conspiración todo mundo era culpable hasta que probaba ser inocente…
“Teníamos esa clase de cultura tóxica, no tratábamos bien a nuestros socios, creíamos que aún éramos el McLaren dominante y éramos culpables de ser exclusivos, sin posicionamiento y eso se reflejó en nuestro peor rendimiento en pista de todos los tiempos, nuestro más bajo nivel de patrocinios y la más molesta fuerza de trabajo”, explicó Brown en el capítulo que se estrenó el 24 de julio.
Brown, un autodidacta que sólo estudió hasta la preparatoria, aspiró a ser piloto y luego fundó una empresa de publicidad JMI (Just Marketing International) que se especializó en patrocinios para equipos de automovilismo, para luego crear el equipo United Autosports, dio un giro de competitividad a McLaren, organización con tuvo su primera relación cuando llevó desde su agencia el patrocinio de Hilton al equipo de F1 hace 20 años.
“Lo que era grande era nuestra marca y la pasión de nuestra gente y sólo tenía que ser recalibrada”, señaló Brown, quien luego se dedicó a conseguir el talento adecuado para que McLaren volviera a ser ganador.
Primero, McLaren cambió su cara, volvió a los colores papaya de sus inicios y se convirtió en el más exitoso a nivel comercial. Los patrocinios inundaban, de una manera organizada, los monoplazas, pero todavía faltaba ganar.
“Todo lo que sea hace en el equipo lleva a un mejor rendimiento en la pista”, es la teoría de Zak Brown, pero faltaban los elementos que técnicamente llevaran a esta aceitaba maquinaria de negocio al primer lugar de la tabla de puntos. Y él los iba a encontrar.
Los pilotos son el punto fino
Una vez que McLaren perdió a Lewis Hamilton su más reciente campeón del mundo (2008) pasaron por Woking Heikki Kovalainen, Jenson Button, Sergio Pérez, Kevin Magnussen, Fernando Alonso y Stoffel Vandoorne, antes de que Zak Brown tomara el cargo de CEO.
Ahí empezó la búsqueda y fue el joven de 19 años, Lando Norris, la gran apuesta que hasta ahora sigue en McLaren.
Junto a Norris han desfilado, Carlos Sainz y Daniel Ricciardo, pero fue Oscar Piastri, quien con el auto correcto ha dado a la alineación de McLaren una fortaleza que lo hace la dupla más prometedora de la parrilla.
El piloto es el elemento clave de un equipo, es quien ejecuta y capitaliza en la pista todo el trabajo del equipo. Zak Brown buscó por varios frentes a la vez. Llegó a tener firmados al mismo tiempo a Colton Herta, Pato O’Ward y Alex Palou como posibles coequiperos de Norris y, al final, el asiento se lo dio a Piastri, piloto que se ‘pirateó’ de Alpine de forma maestra en un movimiento inesperado.
Tener a Norris y Piastri es un acierto de Brown, pero tal vez no es el más grande.
Andrea Stella, el team principal técnico y pragmático
Aunque el líder indiscutible de McLaren es Brown y su conocimiento va más allá del marketing, negocios y contratos, porque tiene una formación como piloto y no desconoce la parte técnica ni mucho menos la parte humana de un equipo de F1, necesitaba al team principal que diagnosticara, resolviera, liderara y armonizara a la escudería en la fábrica y la pista.
Luego de Ron Dennis, todo se derrumbó en manos de Martin Whitmarsh en 2013, por lo que Dennis volvió al timón hasta 2016. En 2017 que Dennis dejó de tener acciones el equipo y el control total recayó en Bahrain's Mumtalakat Holding Company fue Eric Boullier quien fue nombrado Team Principal.
Los malos resultados llevaron a que en 2019 el mando fuera transferido al experimentado Andreas Seidl, pero quien materializó los deseos de Brown de dar el último salto de calidad fue Andrea Stella.
El ingeniero italiano que trabajó con Fernando Alonso en Ferrari, fue promovido al puesto de team principal con un conocimiento amplio de las entrañas de McLaren.
Stella es directo, pragmático y enfocado en resultados y cómo lograrlos. Es claro con los pilotos, les dice claramente que pueden correr, pero no faltar al respeto a quienes les dan el mejor auto posible.
Rob Marshall fue el as bajo la manga que cambió McLaren
El talón de Aquiles de McLaren era el diseño del auto. En 2021 quedó claro que el departamento de aerodinámica y concepto mecánico necesitaba cambios o al menos adiciones.
El mejor diseñador de la F1, quien los llevó a la escuela a todos, Adrian Newey no estaba disponible, así que Brown se abocó a conseguir ‘robarse’ a alguien de su equipo de trabajo en Red Bull.
Lo mismo intentó Aston Martin al reclutar a Dan Fallows, pero resultó que el ingeniero sólo era un operador y no un creativo, ese, el verdadero brazo derecho de Newey era Rob Marshall.
La experiencia de Marshall como ingeniero de Benneton en 1994 y con éxito en Renault de 2000 a 2005, lo llevó a Red Bull a donde llegó en 2006 para crecer con Newey con Jefe de Diseño hasta el 30 de mayo de 2023 que anunció su se mudaría a McLaren.
Luego de un periodo de ‘gardening’ obligatorio, Marshall empezó a trabajar en enero de 2024 con McLaren y el cambio fue súbito.
Antes del 30 e mayo de 2023, McLaren llevaba 17 puntos en ocho Grandes Premios, en los 14 restantes hizo 285. Obviamente ese progreso no se le atribuye a Marshall, porque, teóricamente, no podía aportar su trabajo hasta enero.
En 2024, el MCL38, con las actualizaciones que llegaron en el GP de Miami se convirtió en el mejor auto de la F1.
Marshall, junto a su segundo Peter Prodromou, proporcionaron la herramienta que faltaba, y la más importante para el éxito deportivo de McLaren: el monoplaza.
Al final, el cerebro detrás de esta transformación es Zak Brown, quien no sólo tiene ojos para la F1, también está en proceso de hacer de Arrow Mclaren, un contendiente en IndyCar y en 2027 partipará con United en el WEC en busca de ganar las 24 Horas de Le Mans.