El inglés de Ferrari se fue de vacaciones en el punto más flojo de su motivación, pero recargó pilas y quiere comenzar a disfrutar su paso por el equipo de Maranello.
“Soy un inútil, un completo inútil. El equipo no tiene ningún problema, habrán visto el otro coche en la pole, así que probablemente tengan que cambiar de piloto". La lapidaria frase de Lewis Hamilton tras la clasificación del GP de Hungría todavía retumba en el mundo de la Fórmula 1. El heptacampeón no se guardó casi nada en su furibunda autocrítica después de quedar apenas 12º en la grilla que encabezó su compañero Charles Lerclerc. Así, el inglés se fue de vacaciones en el parón del Mundial. Durante el receso, las voces sobre la actualidad del piloto más exitoso de la historia de la categoría se alzaron y, más aún, al hablar de su futuro. Se llegó a deslizar la posibilidad de que Hamilton decidiera colgar el casco a fin de año y transformar en pesadilla el sueño cumplido de correr en Ferrari.
Sin embargo, ya en Zandvoort, donde este fin de semana se correrá el GP de Países Bajos, 15ª cita, Lewis mostró otra cara, diferente a la de Hungaroring. No está para tirar manteca al techo, claro, pero sí dio señales de esa motivación de la que muchos dudaban. Tenemos que seguir adelante, incluso cuando es difícil. Me siento decidido y motivado. Vamos a trabajar duro, a mantener la cabeza baja, a intentar cambiar algunas cosas en nuestro enfoque y a empezar a disfrutar. Ha habido muchísima presión en esta primera mitad de la temporada y no ha sido la más agradable”, contó el británico de 40 años.
Hamilton decidió pensar hacer borrón y cuenta nueva. “Simplemente tenemos que recordar que amamos lo que hacemos, que estamos todos juntos en esto y que estoy tratando de divertirme un poco. Creo que, en última instancia, simplemente para estar al tanto de todo, la cantidad de trabajo que tenemos, todos los nuevos socios, la cantidad de sesiones fotográficas que hemos hecho, integrarnos en un nuevo equipo, y es un equipo grande, grande. También es la marca más importante de nuestro deporte. Así que, con la combinación de todas esas características, ha sido un gran logro”.
Disfrutar y divertirse es el objetivo de Hamilton para este año en el que espera que la SF-25 le pueda regalar, tal vez, un triunfo en el año, mientras los cañones apuntan al nuevo reglamento que entrará en vigencia en 2026. “Divertirse probablemente sea lo más importante, porque esa es la razón por la que me metí en este deporte. Fue divertido para mí. Y creo que para cualquiera, sea cual sea su carrera, si no disfruta de lo que hace, entonces ¿por qué lo hace? A menudo puede haber tanto ruido que uno puede perder de vista lo que es realmente, realmente importante. Eso es lo que digo: simplemente quiero concentrarme en volver a disfrutarlo. Me uní al equipo con el que siempre soñé conducir y había tanto ruido que me impidió disfrutarlo. Ahora se trata de dejar esas cosas de lado y volver a centrarnos en el puro amor por lo que hacemos”.
