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Pese a la desventaja de 30 puntos, Vettel aún depende de Vettel

La prensa italiana no los ha perdonado: “En Monza, autogol de Ferrari”, titula el Corriere della Sera; “Suicidio en equipo y juego en equipo”, en la Gazzetta dello Sport, refiriéndose a lo hecho por Ferrari (o lo no hecho, como se quiera ver), contra lo hecho por Mercedes.

¿Qué hizo uno y qué hizo el otro? Ferrari no jugó en equipo y Mercedes sí. A Toto Wolff, de nuevo, no le tembló el pulso a la hora de sacrificar a Valtteri Bottas para beneficiar a Lewis Hamilton, contendiente por el título de pilotos. De paso, Mercedes es líder del mundial de constructores, pese a no tener el mejor auto en la parrilla –por rara que suene esa frase.

“En Ferrari se contratan pilotos, no mayordomos”, defendió Maurizio Arrivabene, director deportivo de Ferrari y homólogo de Wolff, su postura de no órdenes de equipo, una doctrina que va en contra de la tradición de la ‘scuderia’, o al menos el pasado reciente, cuando Michael Schumacher era claramente el piloto uno y sus distintos coequiperos eran reducidos a fieles escuderos –con Alonso fue igual.

Error de cálculo de Sebastian Vettel, quizá debió dejar pasar a Hamilton sin empujar la maniobra hasta el límite, mismo del cual salió perdiendo; pero su fin de semana se empezó a torcer desde el sábado, cuando perdió la posición de privilegio contra un decidido Kimi Raikkonen. “Hablamos luego”, soltó enojado por la radio el alemán a penas le comunicaron la pole de su compañero de equipo. El domingo, luego de la tragedia, a un comunicador alemán no le negó que su carrera al título mundial la tenga que pelear contra tres pilotos: Hamilton y Bottas de Mercedes, y Raikkonen…

Ferrari y Vettel dejan Monza no con las manos vacías, pero sí amargados, frustrados por dejar ir un potencial 1-2 -con él 1- frente a los tifosi y, en el caso de ‘Seb’, apretar su lucha contra Hamilton, a quien no se le puede ganar “cometiendo tantos errores”, según Nico Rosberg, campeón mundial 2016. Ahora son 30 puntos a Hamilton a falta de siete carreras. ¿Podrá remontar? “He estado en esta situación y sé que debo de hacer”, dijo el alemán.

2010

Ese año, Vettel, con Red Bull, ganó el campeonato en la última competencia, luego de remontar en ¡DOS CARRERAS! 25 puntos contra Fernando Alonso, entonces en Ferrari. Luego del Gran Premio de Italia, Vettel dejó Monza con tres puntos de desventaja; en Corea del Sur Vettel no sumó un solo punto y Alonso se llevó la victoria y la sensación de que el campeonato era cuestión de tiempo. En Abu Dabi, Red Bull y Vettel hicieron el trabajo y combinado con el error de Ferrari y Alonso en estrategia, se llevaron el título. Una remontada épica.

2012

De nuevo Vettel contra Alonso, ambos en los mismos equipos que en 2010. El piloto alemán dejó suelo italiano con una desventaja de 24 unidades a favor del español. Luego Vettel ganó cuatro carreras consecutivas y para las últimas tres fechas de la campaña, Alonso debía remontar 28 puntos. No lo logró y Vettel ganó su tercera corona consecutiva.

Vettel conoce perfectamente su historia en la máxima categoría del automovilismo y sabe de lo que es capaz cuando tiene el mejor auto, porque tanto en 2010 como en 2012, el Red Bull fue el mejor auto –en 2010 apenas, en 2012 con algo más a favor.

Tampoco se puede decir que, en aquellas épocas en Milton Keynes, Vettel gozara de mucha ayuda por parte de Mark Webber. Pero más aún, todo piloto de F1 sabe que su compañero de equipo es su primer rival, Hamilton-Rosberg fue el último eslabón de una cadena histórica de luchas internas. Así que reducir las posibilidades a lo que haga o deje de hacer Raikkonen, no es correcto–aunque claramente sería de ayuda.

Faltan siete competencias y no hay manera de que Mercedes vuelve a dominar ampliamente. Ferrari y Mercedes seguirán muy cerca con la SF71-H de Vettel y Raikkonen, un pelín por delante del W09-H de Hamilton y Bottas, en cualquier escenario.

Vettel aún depende de Vettel, quien no falló cuando tuvo el mejor auto. Aunque aquel par de años, los rivales no eran Hamilton y Mercedes.