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Lewis Hamilton, un fuera de serie que domina la Fórmula 1

El decenio que termina ha sido el del encumbramiento del inglés Lewis Hamilton como uno de los mejores pilotos de Fórmula Uno de todos los tiempos.

Y aunque ha sido un contendiente durante desde que llegó al Gran Circo y un protagonista de las más recientes 10 temporadas, los primeros cuatro años de la década del 2010, tuvieron al alemán Sebastian Vettel como monarca indiscutido.

Una década donde el inicio pintaba para que Vettel y Red Bull rompieran todos los récords de la categoría, quedó marcada por dos movimientos: Hamilton de McLaren a Mercedes y Vettel de Red Bull a Ferrari.

Tras esos ajustes en la parrilla y el poderío de las Flechas Plateadas, finalmente Hamilton, nativo de Stevenage, engarzó las joyas de lo que será la corona del que, por derecho propio y estadísticas, se perfila a ser el piloto más laureado en la historia.

Hasta ahora, acumula 84 victorias y 88 pole positions que cimientan 6 títulos del mundo. Con 34 años es ya el segundo máximo ganador de Grandes Premios a 7 de Michael Schumacher. También es el líder de todos los tiempos en posiciones de privilegio con 20 más que el alemán y 23 por arriba que el mítico Ayrton Senna.

Pero si se suman sólo las 10 temporadas pasadas, Hamilton ganó 73 de los 198 GP’s disputados (36.86 por ciento); 71 poles de 198 (35.85 %) y ha subido 126 veces al podio para una efectividad del 63.63 % y la necesidad de una sala de trofeos de dimensiones colosales.

Se apropió del 50 por ciento de los títulos mundiales con 5; 4 fueron de Vettel y 1 de Rosberg. Hasta ahí, el recuento estadístico lo favorece.

Pero en el área de los intangibles, de lo que los números no muestran está la autoridad, personalidad y la animadversión que provoca la figura de Lewis en las pistas. La forma, sus rebases y las grandes carreras que ha brindado. Odiado y amado por igual.

El primer piloto negro de la F1, el pionero en piercings, tatuajes, cabello trenzado. Pero su estilo más que revolucionar ha enriquecido y humanizado a la categoría. Los pilotos no son más esos seres aristocráticos y lejanos. Eso sí, no fue el primer fashionista, ya que la vanguardia de la moda siempre se ha paseado por el paddock.

En la pista, nadie más “perro” en todos los sentidos. Perro de pelea que no regala una pulgada, que se encela con cada rebase, que cuida su feudo. Pero también con la nobleza para, casi nunca (nadie es perfecto) poner en riesgo al compañero de profesión por no aceptar se relegado.

Lewis es una dinastía en sí mismo, pero también la bandera de Mercedes. El piloto que nació campeón y que estuvo predestinado a ello desde su primer día en la F1.

No sabemos hasta dónde llegará, todo piloto es esclavo del auto que maneja. Si Mercedes se mantiene como primera potencia y Hamilton se queda con ellos luego de que su contrato expire en 2020, estaremos ante el segundo heptacampeón de la historia.