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Checo Pérez , sus rebases, y esa idea de la 'parrilla invertida' en la F1

Con sus rebases, Checo Pérez se llevo el Piloto del Día, porque a un gran número de aficionados les gusta la lucha en pista

Hoy no comentaremos por qué Checo Pérez con un Red Bull salió tan atrás en un Gran Premio de Fórmula 1, nos limitaremos a aceptar que fue un error que comprometió la carrera dominical. En vez de eso, reflexionaremos sobre esta situación que obligó a Checo a rebasar tanto, y lo que la categoría podría aprender de ella.

La F1 está en una cruzada: mejorar el espectáculo en pista. No es algo nuevo, lo intentan una y otra vez y eso se agradece. Luego, si lo logran o no es otro tema, pero vaya que lo han intentado. Y el siguiente año volverán a la carga con el auto de nueva generación que, en teoría, debería permitir más acción en pista. Los autos actuales necesitan cierto espacio para tener aire libre y funcionar al 100 %, entre menos aire limpio más difícil su control y es por eso que se complican los rebases; el monoplaza 2022 debería perseguir más de cerca sin perder tanta carga.

Si la F1 fracasa con su auto 2022, se han debatido otras opciones: la carrera sprint, que de facto ya está y se llama calificación sprint y volverá en Monza la siguiente semana; y las parrillas invertidas.

La intención de una parrilla invertida es forzar a los autos más rápidos a intentar rebases en pista y no limitarse a estretegia de pits. Así de simple. Y hay muchos modelos, pensemos en algunos y los cuestionamientos que provocarían:

  • Orden invertido total: es decir, quien hace la pole, arranca último (entonces ¿para qué sirve la pole?)

  • El poleman acumula puntos pero arranca último (¿No se pierde 'esencia' sobre lo que es una pole?)

  • El poleman acumula puntos y arranca 10°, que es el último lugar en recibir unidades en F1 (sigue sin resolverse la cuestión de la 'esencia' de la pole).

  • Se hace la clasificación standard. Se invierte la parrilla de salida para una mini carrera y los resultados definen la parrilla de salida de Gran Premio. El auto más rápido de la calificación, aún podría lograr la pole (Sí, ¿pero a qué costo? Es injusto para el piloto más rápido).

  • Se hace calificacion standard, y esa es la pole para la estadística. Pero esa calificación se invierte y se hace una mini carrera para establecer el orden del Gran Premio. (Sigue siendo injusto y la 'escencia' de la pole se pierde).

Podríamos seguir planteando esquemas y contestaciones para un supuesto modelo pero es inncesario. Concentremonos en problematizar un concepto: 'esencia'.

Al parecer, los que defienden la 'esencia' del deporte lo hacen con el argumento de la tradición, la historia, una defensa del pasado. Los escencialistas asumen que hay una 'naturaleza' en el deporte la cual no puede ser transgredida. Nosotros pensamos que no es así, que el deporte no tiene nada de 'natural' o de 'escencia' y que más bien, es dotado de 'escencia' y/o naturaleza. En términos más simples: se les inventa 'esencias'.

Con esta postura la pole pasa a ser un invento, uno que funcionó y funciona noblemente a la F1, pero, que no es imposible de superar. Hagamos una analogía: la rueda de madera fue un invento noble para la humanidad pero es un invento que ha sido superado por la rueda de goma y esta a su vez ha sido superada por los propulsores que nos permiten volar y transportarnos más rápido. Todo invento puede ser alterado o de hecho quedar obsoleto. Más aún, la pole ni siquiera tendría que desparecer y podría mantener un valor.

Uno de los grandes debates que sucitó la calificación sprint en Gran Bretaña, es que la pole de calificación no fue respetada y sí la de la calificación sprint. Algunos dicen que, se puede mantener la calificación sprint, pero dejar para efectos de la estadística la pole de la calificación standar. Así la 'calificación sprint' pasaría a ser más bien una 'carrera sprint' con orden invertido. Para los pilotos se mantiene el valor del registro de lograr la posición de privilegio mientras se proyecta un modelo de espectáculo para el aficionado general -entendemos que para los aficionados más metidos en el deporte, es más complicado lidiar con los cambios-.

Y Checo Pérez demostró algo en Zandvoort: a la afición le gusta que los pilotos rebasen más que cualquier otra cosa. Concluimos esto porque fue Checo Pérez, y no el poleman que hizo una carrera y estrategia impecables, pilotando consistentemente durante más de 70 giros, concentrado pese a los embates de dos Mercedes, el que se llevó el galardón de los fans. Fue el que más rebasó quien la gente premió con el Piloto del Día. Tuvo que ser Max Verstappen y no Checo Pérez el Piloto del Día, pero Max Verstappen solo hizo un rebase en carrera.

No decimos que esto tenga que ocurrir. Pero la carrera de Checo Pérez da para la reflexión porque el mexicano, dotado de un auto superior, efectivamente pudo rebasar -además, en una pista muy complicada para el sobrepaso-. Tampoco pensamos que el modelo tenga que ser aplicado a todo el calendario; en Mónaco o en Hungría, incluso en Zandvoort se podría mantener el formato actual.

Pero es muy sano que las autoridades de la F1 estén tan interesadas en el debate sobre cómo mejorar el show, uno que también cambia en función de las espectativas de los aficionados y no solo de la tecnología, y así como no hay escencia en el deporte, tampoco hay una 'escencia' de afición. La afición de la F1 ha cambiado y no podemos suponer que el fan de los 50's sea estrictamente igual al de los 80's y el de los 80's a esta nueva generación, cuyas espectativas o definición de 'show' son otras.

Checo Pérez entretuvo, la transmisión lo siguió y mucho. Le gustó a los aficionados que ese auto superior se viera -por las razones que sean- en la necesidad de rebasar. ¿Qué pasaría si Verstappen, Hamilton y Bottas hubiesen tenido que hacer lo mismo?