Checo Pérez y Max Verstappen lograrían romper el dominio de Mercedes, mismo que inició en 2014
En 2014 los motores de Fórmula 1 tomaron un nuevo rumbo. El paradigma cambió y llegaron propulsores pequeños, turbocargados y cuya potencia ya no solo dependía del motor de combustión interna y el turbo, se agregaron aditamentos como el MGU-K, MGU-H y baterías. Además, son los motores más eficientes y ahorradores que se hayan hecho.
Mercedes fue la organización que mejor se adaptó al cambio técnico y la que desarrolló la mejor tecnología. Desde entonces han ganado los campeonatos de constructores y sus pilotos se han llevado el otro campeonato -Lewis Hamilton seis y uno más de Nico Rosberg (2016)-.
Es la dinastía más larga en la historia de la F1. Tanto Ferrari como Red Bull han intentado quebrar la hegemonía de Mercedes, pero hasta ahora siempre se quedaron cortos.
Pero este 2021, Hamilton llega a México -donde se coronó campeón en 2017 y 2018- no como el favorito para ganar en el Autódromo de los Hermanos Rodríguez y, además, como perseguidor en el campeonato mundial de pilotos.
Max Verstappen pisa suelo mexicano con 12 puntos de ventaja sobre Hamilton. Sin embargo, Mercedes aún conserva la punta en el de constructores. Es por esto que el factor Checo Pérez se vuelve tan relevante. En la medida en que el piloto mexicano obtenga mejores resultados de lo que pueda hacer Valtteri Bottas, compañero de Hamilton, Red Bul podrá pretender acabar con el dominio de Mercedes.
Además de los puntos en disputa del GP de México, quedarán cuatro competencias más (Brasil, Catar, Arabia Saudita y Emiratos Árabes), por lo que ambos títulos están abiertos.
Expertos de los medios de comunicación y los mismos involucrados, creen que la temporada se definirá hasta la última competencia, en el circuito Yas Marina de Abu Dabi. Recientemente Toto Wolff opinó que no le sería extraño que la campaña terminara como las de Senna contra Prost…