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Max Verstappen y la vuelta que detuvo al mundo durante 90 segundos

El piloto Max Verstappen hizo que el mundo entero aguantara la respiración por 90 segundos, cuando, en la última vuelta del Gran Premio de Abu Dhabi, robó literalmente el título mundial de Fórmula 1 que Lewis Hamilton había acariciado durante 57 giros.

Fue un sprint de 5 mil 281 metros, donde el neerlandés de Red Bull condujo con el alma en las manos y el corazón en la boca para negarle al legendario piloto de Mercedes su octavo título mundial.

Un milagro propiciado por un ingrediente externo que alteró la receta del éxito de Mercedes: Nicholas Latifi, piloto de Williams (con motor Mercedes) chocó en la vuelta 54, a cuatro del final.

Mucho lo decidió la suerte, pero también la estrategia desde los fosos. Mientras Mercedes decidió dejar a Hamilton en la pista con gomas duras y viejas, Red Bull metió a Verstappen a pits para tener llantas suaves de cara a la posible rearrancada, ya fuera detenida si había bandera roja o lanzada, como fue, luego de amarillas.

La polémica provocada por el control de carrera y su titular Michael Masi no podía faltar. Había cinco autos lapeados entre Lewis y Max, los cuales luego de mucho pensarlo fueron dejados pasar para quitarse de en medio y dejar a los dos contendientes solos para un duelo final.

Así que luego de 1,368, (sí mil trescientas sesenta y ocho) vueltas completadas en el año durante 23 Grandes Premios, la única que contaba era la última, quien llegara primero sería campeón del mundo. Algo similar a hacer correr a un par de atletas 23 maratones y luego ponerlos a definir el ganador en una carrera de 100 metros. Como si un partido de tenis se fuera 23 sets y luego de 57 puntos decidieran que, luego del "deuce", se decidiera todo a un sólo punto... y Hamilton con el servicio.

El guion dio un vuelco repentino a una carrera que el nacido en Stevenage tenía en la bolsa.

Verstappen mostró su 'toro' todavía con el SC dentro, amenazaba con el ataque, pero la batalla reiniciaría hasta la recta de la meta. Primera curva, Lewis adelante; segunda, tercera, cuarta, pero en la quinta 'Mad Max' se dejó ir con todo y se paró en los frenos muy, muy adentro y justo por la parte interna arrebató el dulce a Hamilton, ese que cuidó y que sentía suyo desde la vuelta 1.

Pero el siete veces campeón no se iba a rendir tan fácil. Mientras el holandés zigzagueaba en la recta trasera para no regalarle succión, al llegar a la curva, atacó por fuera el inglés, los pulsos de todo del mundo o al menos de todos los británicos y neerlandeses en el mundo se pusieron en pausa, pero Verstappen resistió el embate, de ahí en adelante quedaban seis curvas para la meta, pero no habría otro intento de Hamilton, quien, también merecía el título, pero esta vez le tocó el amargo en la boca.

Los audífonos en el radio de Red Bull reventaron con los gritos de Verstappen. Alaridos de júbilo que sólo se igualaron por los de furia en el pit de Mercedes, donde Toto Wolff ponía la prueba la resistencia de los suyos, azotándolos y luego estirándolos mientras reclamaba la decisión del control de carrera. No lo podía creer, nadie lo podía creer, ni siquiera su antagonista, Christian Horner quien ya no sabía como congratular a su piloto por el sistema de comunicación.

La frustración en Mercedes no era para menos, El auto negro de Hamilton había dominado con amplitud luego de una largada, aunque, como suele suceder fue llena de polémica, donde Verstappen lo empujó fuera de la pista al ganarle la posición en la curva 5, pero volvió luego de cortar un largo trecho de la misma.

Eso se había resuelto a favor de la escudería alemana y tenía triste y resignado da Christian Horner, quien a 10 vueltas del final, entrevistado en plena transmisión de televisión ya se escuchaba tan resignado, como decepcionado por el criterio de los comisarios. Pero dijo sólo "esperaba un milagro".

Y lo invocó, un milagro que cortó de tajo siete años de dictadura de Mercedes en la Fórmula 1, y aunque el título de Constructores cayó en sus manos, Max Verstappen, primer neerlandés campeón de la F1 en la historia, por fin, se quedó con el de Pilotos.

Épico, son cinco letras que definen el final de la Fórmula 1 2021, algo de lo que se escribirá y hablará mientras este deporte exista.