El paraguayo lideró durante buena parte del sprint de la segunda fecha, pero en el final Pepe Martí tuvo más rendimiento y se llevó el éxito. Sebastián Montoya abandonó en la primera vuelta.
Perder una carrera en la última vuelta debe ser una de las cosas que más dolor deben causar en un piloto. Sin embargo, hay contextos. Porque jamás podrá irse enojado Joshua Dürksen después de haber sido superado en el giro final, cuando lideraba la carrera sprint de Baréin, segunda fecha de Fórmula 2. El paraguayo fue uno de los artistas principales de una de las competencias más dramáticas, electrizantes y divertidas de los últimos tiempos de la categoría.
Las competencias cortas de la F3 y F2 sirvieron para saldar la deuda que dejó el paso de la F1 por Japón. Los todavía adormilados fanáticos que sufrieron en sopor de Suzuka tuvieron el premio una semana después con el trabajo de los chicos que sueñas algún día estar en la máxima categoría. Las dos carreras sprint de las teloneras de este sábado fueron excelentes.
Y la de F2 tuvo al paraguayo luchando por el éxito. Gracias al sistema de inversión de grilla, el décimo lugar de la clasificación se convirtió en primer cajón en el sprint y arrancó bien arriba, con una gran largada. Y aguantó los ataques de Dino Beganovic (el novato de Ferrari que giró por Charles Leclerc en la FP1 del viernes) hasta la 11ª de las 23 vueltas pactadas. “Cuidé a propósito, tengo más”, avisaba Dürksen. Sin embargo, parecía que el sueco tenía todo controlado, hasta que llegó un inoportuno (para los intereses de Dino) auto de seguridad.
Y llegaron las últimas cinco vueltas para el infarto. Joshua superó a Beganovic en el relanzamiento y desde ahí, hasta el final, solo es para poner play en el video que acompaña esta nota, sentarse con unos pochoclos y disfrutar. Alucinante. Superaciones, defensas, bloqueadas, neumáticos totalmente desgastados… Y apareció Pepe Martí. ¿Pero, de dónde salió el español cuya carrera está regenteada por Fernando Alonso? El piloto del Campos había largado 11º y, desde ahí, fue avanzando. Y en la penúltima vuelta se metió segundo por la pelea de Begnaovic con Richard Verschoor. Y el giro final pasó a Joshua para lograr el éxito. El neerlandés también pudo con Dürksen, quien como pudo se defendió en el cierre para ser tercero, defender la punta del torneo y enhebrar su tercer podio en fila.
¿Bronca? Solo un poco. Joshua no ocultaba su sonrisa mientras analizaba las imágenes de la carrera con Martí. Regalaron un espectáculo sensacional. “Fue una carrera muy entretenida, con mucha adrenalina. Me faltó un poco de ritmo hoy, Baréin es un circuito que no nos cae bien. Maximicé todo lo posible. Hubiera deseado que la carrera se terminara dos vueltas antes, un poco frustrado por no tener la victoria, pero contento con la tercera posición”, contó el piloto del equipo AIX, quien este domingo deberá largar desde el décimo puesto en la feature race.
El que sí se fue enojado fue Sebastían Montoya. El colombiano recibió un toque desde atrás de Amaury Cordeel desde atrás en el giro inicial, le provocó un trompo y todo se terminó muy temprano.