El bicampeón mundial ha afirmado que espera conocer la decisión de Ford antes del Rally de Australia, penúltima prueba puntuable para el Mundial 2002 y que se disputa entre el 31 de octubre y el 3 de diciembre.

"Aún espero una respuesta de Ford. Espero que llegue antes del Rally de Australia, ya que lo ideal no es estar en una situación como ésta, en la que no sabes lo que vas a hacer", señaló Carlos Sainz a 'Motorsport News'.

El piloto madrileño, que este año perdió toda opción de ganar el título a falta de tres carreras para el final -el campeón ya es matemáticamente el finlandés Marcus Gronholm (Peugeot)-, pretende renovar su contrato un año más con Ford.

En el caso de no continuar en Ford, Carlos Sainz tiene la posibilidad de regresar a Subaru o fichar por Hyundai, equipo éste con una oferta en firme. Pero la prioridad del español es, ante todo, contar con un coche de garantías que le permita luchar por el título.

David Lapworth, jefe del equipo Subaru, ha afirmado, no obstante, que su equipo, que cuenta con el finlandés Tommi Makinen y el noruego Petter Solberg, no tiene previsto agregar un tercer coche. "Sólo lo haríamos si estuvieron en situación de poder batir a Peugeot, pero éste no el ahora el caso", dijo Lapworth.

Hyundai es el equipo más interesado en lo servicios del español, como su director, el británico David Whitehead, ha asegurado: "Si queremos ganar rallys necesitamos un excelente piloto, y Sainz lo es". Pero la marca coreana necesita una respuesta urgente.

El obstáculo que tiene Ford para no haber renovado el contrato de Sainz es meramente presupuestario. La marca del óvalo, que no ha renovado el contrato del escocés Colin McRae (fichado para 2003 por Citroen), quiere dedicar buena parte de las fichas de sus pilotos al desarrollo del nuevo Focus WRC.

Por ello, Martin Whitaker, máximo responsable de Ford en Europa, ha asegurado que la marca que representa pretende confiar en sus dos jóvenes promesas, el estonio Markko Martin y el belga Francois Duval, cuyos contratos no son tan onerosos como los de los pilotos de primera fila.

"Nuestra estrategia se centra en los jóvenes. Los dos próximos años van a ser 'años de construcción'. Y sabemos que la situación va a ser más complicada que hasta ahora", señala Whitaker.