En la investigación llevada a cabo por Ferrari se pone de manifiesto que cuando se detuvo el brasileño Rubens Barrichello en la vuelta 21 a repostar, una pequeña cantidad de gasolina quedó en el respiradero de la manguera, que sería utilizada dos vueltas más tarde para suministrar combustible a Schumacher.

Debido a una rotura en la protección del tubo del respiradero, esa pequeña cantidad de gasolina se salió y fue lo que provocó el incendio, así como los gases emanados de la manguera, que también ardieron.