ESPN

El escenario de Trae Young

Su reverencia burlona ante una audiencia hostil forma parte de la leyenda del All-Star Trae Young. ¿Es el bueno o el malo de la película?

Ates de que Trae Young salte a la cancha este domingo en el Juego de Estrellas de la NBA, piensen en El Momento de Trae Young que todos conocemos: los Atlanta Hawks, con 12 puntos de ventaja en el Juego 5 de la primera ronda de playoffs de la Conferencia Este, enfrentados a los New York Knicks en el Madison Square Garden, faltando menos de un minuto para concluir el partido. Trae Young driblando el balón sin hacer mucho, para después alzar el balón, dando un paso atrás frente a la línea de 3 puntos desde el borde del logo de los Knicks y convertir, faltando 43 segundos en el cronómetro. Después, se pavoneó hasta llegar a mitad de cancha e hizo una reverencia. Piensen en cuántos momentos hay dentro de ese momento, cuántos momentos llevaron a Trae hasta allí, cuántos momentos aún le faltan por vivir a consecuencia de las luces y sombras de ese instante.


PUEDEN REMONTARSE a Pampa, Texas.

El bisabuelo de Trae, Eugene Young, se mudó a ese pueblo a finales de la década de 1950, siendo niño. El obituario de Eugene reza: "Fue entusiasta del deporte, pero el baloncesto era su favorito". Se convirtió en una obsesión familiar. Rayford padre, hijo de Eugene, habitualmente se sentaba frente al televisor con su nieto Rayford Young III (Trae) para ver partidos de la NBA, conversar sobre sus jugadores favoritos y movimientos especiales; permitiéndole a Trae driblar el balón por toda su extensa guarida. "Sólo hablábamos de baloncesto, era lo único que hacíamos", afirma Rayford Jr. (Ray), padre de Trae.

Y no sólo era ver partidos. Todos lo practicaban. "No podíamos llegar a casa y decirle a algún familiar que nos habían superado en la cancha de baloncesto", afirma Rodney Young, tío abuelo de Trae.

Ray insiste en que su tío Rodney, uno de ocho varones, y que sigue residiendo en Pampa, era el mejor jugador de la familia hasta el arribo de Trae. El tío Rodney dice que los hombres de su familia soñaban con llegar a la NBA: "Cuando jugaban mis hermanos, otras personas decían: 'Muy bien, tienen suficiente calidad para ser profesionales' y cosas así, pero nada resultó. Entonces, llegó Trae".

El tío Rodney dice que la audacia y combatividad mostradas por Trae en la cancha desciende de una línea de personas implacables: "Fuimos criados en el occidente de Texas. Mi abuela solía decir: 'apenas lloramos en los funerales'".

Piensen en el tiro y la posterior reverencia en el Madison Square Garden como la herencia recibida por Trae. Piensen en el tío Rodney, cuando lloró en pleno Radio City Music Hall en la noche del draft de 2018, mientras veía a Trae caminar por el escenario. Escúchenlo cuando nos cuenta que Ray fue uno de los primeros jugadores que recuerda haber visto intentar un triple con paso atrás, al igual que cuando dice que ver encestar a Trae se sintió "como si el círculo se cerraba por completo".

video
Trae Young se apodera del escenario

El base de los Hawks Trae Young le comenta a Dotun Akintoye cómo fue que se convirtió en "Ice Trae". Producido por Blake Foeman y Ashley C. Williams; editado por Lamarr English, Jason Finberg y Diego Martini.


PIENSEN EN ESE MOMENTO como si fuera una escalada, en cómo ya había encestado una cesta flotadora para sellar el triunfo en el Juego 1, faltando 0.9 segundos en el cronómetro, para luego mandar a callar a la multitud, gritando: "Esto está muy jo----mente tranquilo", en medio de una serie en la cual el público neoyorquino le escupió e insultó mientras cantaba "Al ca---- Trae Young". Recuerden cómo abandonó desafiante la cancha del Madison Square Garden después de la derrota en el Juego 2, blandiendo sus dedos en señal invertida de paz (haciendo la letra "A"), gritando desafiante: "Los veré en Atlanta".

Trae Young se ha burlado de las multitudes frustradas desde que jugaba en el equipo de la Secundaria Norman North, acallando a la sección de estudiantes de la Secundaria Norman, su rival de patio, tras anotar 42 puntos y concretar una cesta para sellar el triunfo, faltando 1.4 segundos en el reloj. Coreaban llamándolo "sobrevalorado". Lo tomó como un tema personal, por decir una frase. Al final, hizo su reverencia. De hecho, fueron dos.

Trae es inusual, considerando que no silencia el ruido que le rodea. Por el contrario, se mantiene abierto al estira y aloja de energía que le rodea, a las oleadas de ruido e información que atacan su piel.

"Mi cabeza gira", afirma. "Sabes que todos te miran. A los 19, 20 años; ahora que tengo 23, parece que todos los años han tenido un momento en el que estoy consciente de que todos me miran. Es como si sintieras los ojos frente a ti. Sientes cuando comienzas a driblar el balón y la multitud se pone de pie, y todos saben que estás en tu mejor nivel, que estás encendido. Y la defensiva lo sabe, tus compañeros lo saben. Y tú lo sabes".

"El mundo de gente dentro de la arena te ve con el balón... Sueñas con esos momentos. Pienso en esos momentos, todo el tiempo. Y entonces, cuando llegan, ya he pensado en ellos. Ya imaginé lo que va a pasar".

Sus padres sabían lo que se produciría esa noche en el Madison Square Garden. "Sólo empezó a ver distinto, lo podía ver en sus ojos", afirma Ray. En algún momento, durante la conclusión del cuarto periodo del Juego 5, Candice se dirigió a su esposo, diciéndole: "Hará una reverencia. Hará una reverencia en cualquier momento".


PIENSEN EN ESE MOMENTO en el Madison Square Garden como su "vete al ca----, Nueva York", tal y como lo denomina Spike Lee. "Eso fue", afirma el director de cine. "Debes callarte. ¿Qué puedes decir? Nos asesinaba".

El rapero Quavo, amigo de Trae, sigue riéndose cada vez que se acuerda de ese momento. "Oh, vaya, el irrespeto fue toda una locura", afirma. "Se sentía como si fuera un villano. Sentía que era él contra el mundo".

El presidente de los Atlanta Hawks Steve Koonin lo cataloga como una genialidad: "He estado por largo tiempo en este deporte. Jamás había visto algo similar. Eso fue espectacular. Y su respuesta durante la conferencia de prensa fue una genialidad: 'Sé lo que ocurre en este pueblo al final del espectáculo: hacen la reverencia'. No creo que haya otra palabra apropiada para describirlo que no sea 'genialidad'".

También hay que verlo como una advertencia. Spike Lee lo ve así. "Algunos chicos están hechos para esto, y se alimentan de ello", expresa Lee. "Así que, déjenlo en paz".

Trae lo desmiente: "No sé. No lo sé. Siento que, si tienes la oportunidad de conocerme, no pensarías que soy un tipo malo o algo así; o un villano, como a algunos les gusta hacerme ver".

Trae dijo lo anterior momentos después de indicarme que había planificado esa reverencia en el Madison Square Garden, días antes de hacer esa cesta.


Trae Young había planificado esa reverencia que acabó con la temporada de los Knicks en el Madison Square Garden, aunque insiste que no es el malo de la película. Temi Coker para ESPN

O TAL VEZ ERA, simplemente, otro día en su vida. Para la mayoría de los atletas de 23 años, la actuación de Trae durante los playoffs de la temporada 2020-21 habría sido una suerte de fiesta de debutantes. Sin embargo, él es uno de los primeros miembros de la que podríamos denominar como "La Generación 'Ball is Life'". Sus videos de grandes jugadas en el baloncesto de secundaria se hicieron virales, convirtiéndole en atracción estrella, causa de gimnasios repletos en secundarias y torneos de la Amateur Athletic Union (AAU) en Oklahoma, Texas, Kansas y Misuri.

Bryan Merritt, su entrenador de secundaria, recuerda una ocasión en la que esperaba por él dentro del autobús del equipo, después de un partido. Merritt ya estaba acostumbrado a las sesiones de autógrafos, obligaciones y atenciones a los medios de comunicación hechas por Trae. Sin embargo, se demoraba más de lo acostumbrado. Merritt se bajó del autobús y volvió al gimnasio para buscarle.

“Siento que, si tienes la oportunidad de conocerme, no pensarías que soy un tipo malo o algo así; o un villano, como a algunos les gusta hacerme ver.”

- Trae Young

"Veo a tres hombres adultos con balones de baloncesto en las manos... eran cuarentones, y le pedían a Trae que firmara autógrafos y cosas así", recuerda Merritt. "Son las once de la noche, más o menos. Así que prácticamente le tuve que arrastrar lejos de ellos. Les dije: 'Hombre, pueden encontrarlo cuando vaya a la universidad o algo así. Debe ir a casa".

El ambiente que rodeaba a Trae se hizo tan frenético (medios, peticiones de autógrafos, gente que lograba meterse dentro del vestuario), que eventualmente Merritt instruyó a Jake Rudd, uno de sus jóvenes entrenadores asistentes, para que se convirtiera en la sombra de Trae: parte confidente, parte agente de seguridad y en parte, funcionario de relaciones públicas. Trae llegó al punto de dejar de viajar en el bus del equipo para ir en el auto con Rudd y un par de compañeros. Algunos entrenadores y jugadores comenzaron a llamar a Rudd afectuosamente con el apodo de "Turtle", por uno de los personajes de la serie "Entourage", emitida por la cadena HBO.

La situación se intensificó durante su paso por la universidad, donde Trae pasó algunos meses cursando estudios como novato mientras era uno de los jugadores de baloncesto más comentados del país, en cualquier nivel. Fue objeto de comparaciones con Steph Curry. LeBron James le aconsejó que abandonara sus estudios para incursionar en la NBA. Dick Vitale publicó en Twitter que Trae era el mejor escolta universitario que había visto desde Isaiah Thomas en 1981. ESPN comenzó a mostrar gráficos con las estadísticas de Trae, incluso en medio de transmisiones de partidos de otros equipos. Trae se convirtió, y sigue siendo, el único jugador de División I del baloncesto universitario líder de la nación en puntos y asistencias por encuentro.

"Sucedió de la noche a la mañana", afirma Ray. "De no recibir llamadas telefónicas, o quizás unas cuantas, a tener a cualquier asesor financiero que te puedas imaginar, que laboran con todas las grandes instituciones financieras, llamándote deseosos de trabajar contigo. Todos los agentes deportivos deseosos de trabajar contigo, todas las corporaciones de mercadeo con deseos de trabajar contigo".

"¿Te acuerdas de cómo todos amaban a Zion [Williamson] cuando jugaba con [la Universidad de] Duke?", pregunta. "Trae fue Zion antes de Zion".


Según su padre, el rencor hacia Trae Young llegó a otro nivel durante un partido universitario de Oklahoma y Texas Tech en el pueblo texano de Lubbock. AP Photo/Brad Tollefson

CONSIDEREN EL MOMENTO como el resultado de un largo recuerdo.

Casi exactamente tres años antes de la reverencia en el Madison Square Garden, sus dos primeros intentos de triple en la NBA Summer League fueron balones que ni siquiera tocaron el aro. Actualmente cuesta recordarlo. Por ello, vale la pena recordarlo. Su padre Ray lo recuerda con claridad. Se acuerda de cómo los programas deportivos hablaron del tema, algo que también vale la pena recordar.

Durante la segunda mitad de la temporada de novato de Trae en la Universidad de Oklahoma, las derrotas se acumulaban sin parar (Oklahoma tuvo marca 2-9 después de enero) y la híper atención crecía como las olas. Los medios comenzaron a publicar titulares tales como "La Experiencia Trae Young es demasiado para algunos". En un partido disputado contra Texas Tech en Lubbock (la ciudad donde nació, contra la escuela con la que su padre anotó más de 1,500 puntos), Trae falló 9 intentos de triples, siendo el único partido de aquella campaña en el que no convirtió cestas de 3 puntos. Los aficionados presentes en la arena repleta empezaron a corear su nombre junto con algo más. Ray dice que es la primera vez que escuchó a una multitud corear, al unísono, "vete al ca---- Trae Young".

Trae comenzó a guardar capturas de pantalla con titulares y comentarios negativos en Internet. Comenzó a leerlos antes de los partidos.

"Pasaba por una pequeña fase", afirma. "Siempre quería recordar sus nombres. Siempre quería recordar a las personas que dijeron lo que tenían que decir".


Los padres de Traey Young sabían lo que se produciría esa noche en el Madison Square Garden. "Hará una reverencia", le pronosticó Candice a Rayford. "Hará una reverencia en cualquier momento". Diwang Valdez para ESPN

CONSIDÉRENLO COMO un producto de la necesidad.

Con poco más de 1.82m de estatura y 74 kg de peso, Trae no es una figura imponente en la cancha de baloncesto. Su presencia invita a retarlo. "Parece un sujeto normal", afirma Merritt. "Entonces, quizás la gente cree que pueden afectarlo o lo que sea, molestarlo. Y esa es la razón por la cual la gente se mete tanto con él".

Incluso después de haber anotado 40 puntos, la gente lo mira, sin creer del todo lo que están viendo.

Tiene que hacerte un caño, avergonzarte, convertir la cesta del triunfo en tu cara, reírse de ello, eliminarte de los playoffs y hacer una reverencia por ello, hasta que por fin aprendas.

"Sé que seguirá sucediendo, probablemente hasta que deje de jugar. Es algo que ha ocurrido durante toda mi carrera. He debido defenderme en muchos casos, pero siempre estoy dispuesto a asumir el reto", expresa Trae.

"Estos otros chicos a los que aniquila, cuentan con muchos más dones de Dios que Trae", indica Merritt. "Por eso, si no sale sin tener algo que demostrar, no sería la mitad de jugador que es".

Su abuela Shirley fue capaz de ver esas ansias de Trae por demostrar su valor, mucho antes que lo hiciera Merritt. Cuando Trae estudiaba en la escuela primaria, solía competir contra su abuela corriendo en bicicleta. Una vez se cayó. "Pensé que se había herido y lloré por él", recuerda Shirley. "No lloraba. Y dijo: 'Abuela, no llores. Estoy bien. Estoy bien. Estoy bien. Estoy bien'. Y nos levantamos. Él quería volver a montarse en la bicicleta".


Young presume un poco más que otros durante sus partidos, pero lo hace con tal de prosperar en una liga con jugadores más físicos que el dos veces jugador All-Star. Temi Coker para ESPN

PIENSEN EN EL MOMENTO como el instante en el que Trae Young hace exactamente lo que dice que hará, como si supiera y confiara en su propio trayecto.

Piensen en la decisión que Trae Young no tomó.

A principios del último año de estudios de Trae en la secundaria, el entrenador de básquetbol de la Universidad de Kentucky John Calipari voló hasta Oklahoma, todo con la intención de obtener el compromiso de Trae, un prospecto cinco estrellas.

El entrenador "Cal" se sentó en la sala de estar de la familia Young. La casa olía a limpiador con aroma a limón: la madre de Trae hizo aseo, preparando todo para la ocasión. Calipari charló amenamente con Timothy, hermano menor de Trae. Después, sacó una libreta y comenzó su propuesta. Mencionó nombres tales como Anthony Davis, Karl-Anthony Towns, Devin Booker... Y habló de rondas del draft: primera, primera, primera... Y las cifras contractuales logradas por sus exjugadores en la NBA, totalizando miles de millones de dólares.

Ven a Kentucky, dijo Calipari. Te convertiré en selección de primera ronda del draft. Te haré ganar millones de dólares.

Trae escuchó todo con tranquilidad, cortésmente. Hizo varias preguntas sobre el estilo de juego de Kentucky; sin embargo, no dejaba entrever nada, tal como sus padres le enseñaron. Interesado, más no necesitado. Unas semanas antes de la visita de Calipari, habían recibido a Mike Krzyzewski, el conocido "Coach K" de la Universidad de Duke. Y varias semanas antes de ellos, fue el turno de Bill Self, técnico de Kansas.

Trae los escuchó. Después, les dijo "no, gracias". La elegida sería la Universidad de Oklahoma, a pocos minutos de su casa.

"Nadie tiene más confianza en mí que yo mismo, porque sé bien el trabajo que he hecho a las 6:30 de la mañana, cuando todos duermen", indica Trae. "Fue un honor escuchar al entrenador Calipari diciendo todas esas cosas sobre mí. Pero yo sabía que podía lograrlo en cualquier parte".


Aunque no lo crean, si Trae Young pudiera ser alguien distinto a sí mismo se convertiría en su hermano menor de 11 años, Timothy. Todd Kirkland/Getty Images

AHORA, PIENSEN EN las contradicciones del momento. Ese llamativo giro para convertirse en estrella que oculta a un joven de hablar muy pausado y amante de lo privado. Un jugador que encesta desde los logotipos, hace caños contra los defensores rivales, choca con los aficionados, tiene un modelo de zapatillas Adidas bautizado con su nombre, su camiseta se encuentra entre las 10 más vendidas de la NBA y uno de los perfiles más mercadeables de toda la liga. Alguien que, a pesar de ello, te dirá que la persona que más le gustaría ser, aparte de sí mismo, es su hermano menor de 11 años; y que el lugar del mundo donde más le gustaría vivir, aparte de Atlanta, es la población donde creció en Norman, Oklahoma.

Rudd, quien mantiene contacto con Trae, lo describe como "una persona muy aburrida. Solo piensa en el baloncesto y en mejorar. Ese es Trae". Quavo lo denomina una persona "casera". Después de los partidos, Trae va a su casa y vuelve a ver sus partidos. En sus días libres, hace trabajos de recuperación o pasa la mayor parte del tiempo viendo películas en casa. La película "Venom: Carnage Liberado" y la serie "True Story", protagonizada por Kevin Hart, son dos de sus programas favoritos de este año. "El Juego Sagrado", dirigida por Spike, podría ser su película favorita de todos los tiempos. Le encantan las películas de Superman, específicamente las protagonizadas por Christopher Reeve. "¿La nueva, en la que Batman le da una paliza? Ese es otro cuento. No la soporto", afirma.

Entonces, Trae hace su reverencia, ese instante de espectáculo pre planificado. No obstante, se siente en casa en medio de placeres tranquilos. El hermano menor "capaz de ir a partidos de baloncesto de la NBA y ser un niño".

Y Trae toma por asalto al Madison Square Garden. Sin embargo, es consciente de qué es un escenario y qué no. "Soy una persona privada", indica. "Por eso me gusta Oklahoma. Me gusta la privacidad que aporta, y a la gente no le gusta; pero, si has estado allí, conoces a todo el mundo. Realmente, es un sitio agradable para vivir".


PIENSEN EN LAS PREGUNTAS que lo circundan a él y a su momento. Interrogantes relativas a cómo ser.

Cuando le cuento a su padre que Trae había dicho que si pudiera ser alguien distinto a sí mismo se convertiría en su hermano menor, Ray analiza la relación entre ambos.

"Hizo ese comentario, porque sabe que no le exijo tanto a Timothy como le exigía a él", afirma.

"Y yo sé que, a veces Trae y yo, chocamos cabezas y discutimos. Y quizás no estaba de acuerdo con muchas de las cosas que yo quería que hiciera, quizás porque sentía que yo vivía mi vida a través de él. Y él no ve eso dentro de la relación entre Timothy y yo".

Candice se interpone. "Creo que lo que Rayford dijo... Tiene mucho de cierto, pero también creo que a Trae le gusta el arrojo de Timothy".


Young siempre se ha lucido como el mejor jugador de su equipo, pero sigue en el proceso de madurez: "Creo que sigue intentando encontrar su camino, en lo que respecta a ser líder", afirma el escolta de los Hawks Lou Williams. Scott Cunningham/Getty Images

PIENSEN QUE EL MOMENTO no basta. Que si Trae Young no logra prácticamente olvidar ese paso atrás que dio en el Madison Square Garden; si no crea momentos más grandes y con mayores consecuencias, habría incumplido su propia promesa.

Young tiene 23 años; acaba de comprometerse; juega su cuarta temporada en la NBA; participará en su segundo Juego de Estrellas este fin de semana; fue líder de los Hawks durante su emocionante paso por los playoffs, en el cual arrollaron a los Knicks y pusieron punto final al tan cacareado Proceso® de los Philadelphia Sixers; todo ello, antes de sucumbir ante los eventuales campeones Milwaukee Bucks en las finales de la Conferencia Este. Actualmente, Young ocupa el quinto puesto en puntos por partido (27.8) y comparte el tercer puesto en asistencias (9.3); es el único jugador de la liga que ingresa los primeros cinco puestos en ambas categorías. Es un virtuoso de las cortinas, manipulando sus variaciones sin esfuerzo. A pesar de su contextura física, a veces parece ser imposible de marcar.

Recientemente, Trae fue designado titular del Juego de Estrellas por segunda vez en su carrera. Quedó fuera de la edición del año pasado, celebrada en Atlanta. Ray insiste que Trae no va al Juego de Estrellas de este año con una agenda. "Ha superado el punto de querer demostrarle a la gente que está equivocada [sobre él]", afirma Ray. "Más bien, se trata de salir y hacer que sus familiares cercanos se sientan orgulloso y demostrar a los aficionados que votaron por él que tenían razón".

Sin embargo, Trae quedó tan decepcionado con su omisión de la pasada temporada que no podía soportar permanecer en Atlanta durante el fin de semana del partido, optando por marcharse por unos días a Florida. Ray le dijo a Trae que pensara en su vida en la secundaria, en cómo siempre estuvo en la cancha para apoyarlo. "Si surge un cuestionamiento, nunca tendrás el beneficio de la duda", dijo Ray. "Así que tienes que llevarlo al punto en el que no queden dudas".

Sus estadísticas decayeron en comparación con la temporada anterior. A pesar de ello, los Hawks ganaban más partidos y jugaban un mejor baloncesto, según creía Ray. Los meses siguientes le darían la razón. Para el 7 de marzo, día en el que se disputó el Juego de Estrellas, los Hawks sumaban dos victorias en la que sería una racha de nueve triunfos consecutivos, que los llevaría a completar un ciclo victorioso con récord 27-11 bajo las ordenes del entrenador Nate McMillan, que sustituyó a mitad de temporada a Lloyd Pierce. Ese impulso los condujo hasta jugar las finales de la Conferencia del Este.

Esta temporada, los Hawks rondan cerca de los .500, aferrados a la última posición para clasificar y confrontando dificultades para hilar triunfos, en medio de lesiones y enfermedades que han perjudicado la consistencia de su alineación y rotación. Su ofensiva sigue manteniéndose en la elite, impulsada por la excepcional productividad y mejoría en la eficiencia de Young. Esta temporada, Trae ha marcado un mínimo de 40 puntos en cinco ocasiones, siendo el tercer mejor registro de la NBA. Y se ubica en el segundo puesto en porcentaje de asistencias.

"Él sabe que, para que su equipo gane, debe ser un líder. Sumar estadísticas y ayudar para que todos sus compañeros sean mejores", dice Ray.


FINALMENTE, ANALICEMOS los futuros posibles que sugiere El Momento de Trae Young.

Trae sigue siendo en gran medida un jugador en desarrollo, dentro de un equipo que crece con él. McMillan, su entrenador, insiste en enfatizarlo, insistiendo en todas las formas en las que Trae sigue aprendiendo y madurando. McMillan ni siquiera está dispuesto a declarar con respecto a la clase de líder que es Trae. Considera que está aún por definirse. "No puedes obligar a las personas a ser líderes", indica McMillan. "No creo que puedas obligar a un chico a serlo. Creo que él tiene que desarrollar ese aspecto, y eso es algo en lo que está trabajando. Nuevamente, cambian las expectativas, cambiaron del año pasado a este. Veremos qué ocurrirá, pero creo que aún es demasiado temprano en su carrera como para definirlo".

Esto no es un secreto. Los compañeros de Trae lo cuentan. "Trae se adapta a un vestuario", afirma el escolta de los Hawks Lou Williams, galardonado en tres ocasiones como Sexto Hombre del Año. "Creo que sigue intentando encontrar su camino, en lo que respecta a ser líder... Él siente tremendo respeto por los veteranos: mi persona, Solomon [Hill] y Danilo [Gallinari]. Muestra mucho respeto, realmente no exige mucho. Realmente, no pide mucho. Sigue nuestro ejemplo. Así que, como dije, dentro de su maduración, ese será el próximo paso: imponer ese respeto entre los chicos y dirigir un camerino de la forma en la que a él le guste. Porque eso se traducirá en la cancha".

Los entrenadores de Trae en secundaria y universidad afirman que, a ese nivel, su genialidad en la cancha era preludio de contar con la destreza de liderar un camerino con su voz, de gestionar personalidades. El propio Trae les dirá que ese es un tema en el que debe crecer.

"Siendo ese chico más joven que juega con gente mayor que él, nunca fui el que hablara más fuerte dentro del salón", dice Trae. "Siempre fui, simplemente, un buen jugador y todos seguirían mi ejemplo. Pero ahora, a medida que me hago mayor, un base que juega en la liga debe tener la capacidad para expresarse con fuerza".

Esta temporada, los Hawks merodean cerca de los .500, producto de las lesiones y enfermedades que han afectado la consistencia de su alineación y rotación. Su ofensiva sigue manteniéndose en la elite, impulsada por la excepcional productividad y mejoría en la eficiencia de Young. Sin embargo, el jugador tendrá que hacer mucho más si su equipo quiere ganar títulos.

"¿Has visto 'Al Ritmo de Medio Tiempo'?", pregunta McMillan, refiriéndose a una película de 2002 protagonizada por Nick Cannon y Zoe Saldaña.

"Muy bien. ¿Te acuerdas de cuando el director dijo: 'Vamos a mezclar un poco de la vieja escuela con lo nuevo'? Salieron e hicieron una actuación que les hizo ganar la competencia BET Classic. Eso es lo que quiero de Trae, hablamos de esas cosas. Pero lo que no quiero... no vamos a arrebatarte tu juego. No quiero quitarte tu juego. Él sale, empuja y ataca. Pero, a veces tienes que agregar un poco del viejo estilo y desacelerar... entonces, mezclar un poco de la vieja escuela con tu nueva escuela".

Luego, McMillan procede a referirse a una de sus metáforas favoritas.

"En esa posición de base, puedes ser una nube, o puedes ser un sol. Y el sol es ese jugador con quien sus compañeros se iluminan al jugar con él, porque saben que será divertido", dice McMillan.

Piensen, entonces, en El Momento de Trae Young como una luz. Y en el Madison Square Garden meramente como el prisma ideal para la refracción del momento. Piensen en el momento como una propiedad de la luz: su dispersión entre los colores que la componen.

"Steve Nash era un sol. Magic Johnson es un sol y Steph Curry es un sol", prosigue McMillan.

¿Y qué es Trae Young?

"Creo que tiene un talento especial, que realmente no habíamos visto en esa posición. Su habilidad para anotar, también para facilitar", afirma McMillan. "Creo que puede ser un sol".

Dotun AkintoyeAkintoye es redactor de ESPN. Ha sido autor de reportajes sobre Jake Paul e Israel Adesanya.

Fotografía y diseño por el artista Temi Coker; Asistente de producción: Afritina Coker; Técnico en animación: Haley Hennier; Vestuario: Wesmore Perriott para Defending Champs LLC; Utilería: Stacy Suvino, con The Spin Style Agency; Peluquero: Victor Fontánez; Fotos de Candice y Rayford Young por Diwang Valdez

Más historias