Para los runners, los geles energéticos son el suplemento deportivo por excelencia a la hora de las carreras y entrenamientos de larga duración. Pero este aparentemente inofensivo alimento, en caso de que no lo ingieras correctamente, puede arruinarte una competencia.
En este sentido, lo primero que debes saber es que a los geles hay que consumirlos muy despacio, ya que se trata de un producto extremadamente concentrado de azúcares y sales. La idea de los geles es llevar en muy poco volumen, muy poco peso y muy poco espacio una gran cantidad de energía, y resulta que esto es un arma de doble filo.
Si te tomas un gel de golpe mientras estás en pleno esfuerzo tu sistema digestivo recibirá, también de todo al mismo tiempo, un semi líquido muy concentrado con una osmolaridad altísima. Esto puede hacer que tu estómago no lo tolere y te obligue a vomitarlo, o que llegue a tu intestino y éste se vea obligado a insumir agua de tu cuerpo para poder digerirlo y absorberlo, lo que probablemente provocará una diarrea.
Entonces, ¿qué hacer? Simple: tomando los geles de a pequeños traguitos, y beber agua detrás para diluirlo, de modo que tu sistema digestivo reciba todos sus nutrientes muy lentamente y podrá absorberlos y asimilarlos sin ningún problema. Además, así sus azúcares pasarán a la sangre también lentamente, sin riesgo a que se produzca una hipoglucemia reactiva que te deje seco.
Respecto al agua que debería acompañar la ingesta de los geles, ten en cuenta que lo aconsejable es evitar en ese momento las bebidas isotónicas, ya que están formuladas para llevar la máxima cantidad de hidratos tolerables por nuestro sistema digestivo. Si a esto le añadimos un producto tan concentrado como un gel, ya tenemos las molestias digestivas aseguradas. Por lo tanto, cuando tomes geles, o cualquier otro alimento, bebe agua sola.
Finalmente, recuerda que debes entrenar a tu cuerpo a tomar los geles durante los entrenamientos. Jamás pruebes el día de la carrera, ya que la alimentación y la hidratación también se entrenan, y nadie llega a una competencia sin entrenar. Si vas a participar en carreras de más de una hora u hora y media de duración, el esfuerzo requerirá que bebas y te alimentes, y por ello debes acostumbrar al sistema digestivo a asimilar líquidos y alimentos durante tus entrenamientos.
Lo más probable es que si nunca antes has comido mientras corres, tu cuerpo se manifieste con dolores estomacales, puntadas laterales, molestias y retortijones. Por esa razón, poco a poco debes ir acostumbrándote a correr con líquido en el estómago y con ciertos alimentos. Cada corredor es un mundo y debe ir probando qué es lo que mejor le cae, y qué marca es la que asimila mejor o más le gusta. Realiza las pruebas durante los entrenamientos y llévate a la carrera sólo lo que sabes que no te da problemas
¿Qué opinás de los geles energéticos?, ¿te animarías a probarlos?