Puede parecer extraño para un runner que le encanta entrenar duro, pero los días dedicados a la recuperación están entre los más importantes de la semana.
Correr más liviano entre los días de entrenamiento más intensos ayuda al cuerpo a recuperarse de todo el esfuerzo hecho el día anterior, mientras mejoras las condiciones para la siguiente sesión. Claro que se necesita sentido común y encontrar un punto medio para trabajar lo anterior. Si exageras, no lograrás recuperarte lo suficiente para el siguiente día que corresponde a un esfuerzo más intenso. Por otro lado, si te relajas demasiado, perderás varias oportunidades de mejorar cada semana.
De ahí parte la importancia de hacer un entrenamiento de recuperación, y para lograrlo, es necesario comprender primero que recuperarse bien significa correr mejor, lo que tiene algunos secretos. El primero de ellos es tener en cuenta que si bien no hay distancia o ritmo predeterminado para el entrenamiento de recuperación, inicialmente debes hacerlo en función de tus distancias y condiciones. Si el ritmo es demasiado fuerte, disminuye la velocidad como para no terminar con cansancio.
Otra cosa importante es revisar las métricas y las sensaciones de tu sesión al término del entrenamiento. Deberías hacerte preguntas cómo “¿cómo me sentí”, “¿qué distancia recorrí?”, “¿cuál fue mi ritmo promedio?”, “¿empecé a correr más lento de lo que terminé?”. Las respuestas a estos interrogantes te harán adaptarte al ritmo que se debe emplear en el entrenamiento de recuperación. Una vez que entiendas la práctica de la recuperación, seguramente mejorarás tu entrenamiento.
Por otro lado, presta atención a cómo te sientes en los días de mayor esfuerzo, que son los entrenamientos de velocidad y larga distancia. Si estás lo suficientemente descansado, prueba a cambiar el ritmo en tu próxima recuperación. Comienza a una intensidad ligeramente más rápida que en la sesión anterior y observa cómo tu cuerpo responde. Aquí, el método es ensayo y error, hasta encontrar el ritmo ideal para recuperarse. Claro está que te tomará algún tiempo antes de que te acostumbres a correr de esa manera. Por lo tanto, ser paciente y disfrutarlo es el mejor consejo.
¿Tenías en cuenta lo fundamental que puede ser una buena recuperación para el rendimiento de tus carreras?