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El Maratón de Londres escribe su propia historia

Una de las carreras internacionales con más trayectoria. Freepik

El Maratón de Londres no sólo es una carrera rápida, convocante y que reparte premios abultados entre los podios. También es un evento con trayectoria e historia propia. El fundador de esta competencia, que se corre desde 1981 es Chris Brasher, antiguo campeón olímpico de atletismo y famoso deportista, que se inspiró en el maratón de Nueva York. Cabe destacar la inusual labor de la carrera para recaudar dinero con fines caritativos, superior al resto de maratones.

Según la organización en la edición de 2006 se recaudó la cifra más elevada del mundo con fines benéficos, que ascendió a 41,5 millones de libras esterlinas (unos 48 millones de dólares), de un montante total de 315 millones de libras que se recaudaron con fines benéficos.

En cuanto a la cantidad de corredores que participan, actualmente el cupo está fijado por la organización en cerca de 55.000. No obstante, la cantidad de solicitudes en los últimos años ha superado los 500.000. Al igual que ocurre en el resto de las competencias de las World Marathon Majors, los organizadores dirimen por un sorteo quienes acceden cada año al derecho a reclamar uno de los 10.000 dorsales por esta vía para ser de la partida, misión que matemáticamente es complicada. Otra de las vías para acceder a correr el Maratón de Londres es mediante recaudaciones para la caridad. Por ello, las ONGs tienen a su disposición unos 15.000 dorsales que dan a aquellos que más dinero donen. Conseguir un dorsal por esta vía consiste en crear o lanzar una campaña de recaudación de fondos que superen un tope marcado por las organizaciones relacionadas con la organización. Una de las opciones más caras sin dudas.

Además, la popularidad mundial del Maratón de Londres generó que en 2017 la carrera fuese transmitida por la televisión en más de 200 países de todo el mundo.