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Cuatro consejos para tratar una lesión

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Está claro que ningún runner quiere lesionarse, pero también sabemos que el solo hecho de practicar cualquier deporte implica riesgos de lastimarnos. En otras notas nos encargamos de ver formas de minimizar los riesgos de llegar a las lesiones, y hoy nos ocuparemos de algunos consejos para tratarlas en caso de que ya sea tarde y estén con nosotros. Eso sí, ten cuidado al tratar tú mismo una lesión. Lo recomendable es que acudas con un experto que te diga lo que deberías hacer para no poner en peligro la parte lastimada. No obstante, tampoco puedes quedarte de brazos cruzados después de sufrir un dolor, necesitas poner atención a lo que sientes. Por todo esto, si llegas a experimentar un golpe, tirón o esguince, aquí te decimos qué hacer mientras esperas a llegar a tu médico para consultarlo.

En primer lugar, ponte hielo de forma inmediata, ya que el frío es un excelente antiinflamatorio. Debes aplicarlo en sesiones de 10 a 15 minutos. Eso sí, no lo hagas nunca de forma directa con la piel ya que puede lastimarte y además resultará muy doloroso. Pon hielo en una bolsa plástica, ciérrala y envuelve esa bolsa con una toalla fina o una camiseta, para luego aplicarla.

En segundo término debes tener en claro que cuando sufres lesiones en tendones y ligamentos, el hielo será efectivo durante todo el tratamiento. Cuando la lesión es muscular, a partir de las 48 horas el hielo ya no es útil y deberías aplicar calor.

El tercer consejo es que, como dijimos antes, acudas con un especialista para que te indique el tratamiento adecuado que necesitas, que puede combinar reposo deportivo, fisioterapia, electroterapia, farmacología y otros medios para reducir la inflamación.

Y finalmente, si ya no te duele, no te confíes. Sentir dolor no indica que ya te hayas curado, necesitas pasar por un proceso de readaptación deportiva.

¿Cómo te cuidas frente a estas lesiones?