<
>
CONTENIDO EXCLUSIVO
Obtén ESPN+

La Novena: De dominicanos insultados, cábalas y relojes caros

1. EL DEBATE SOBRE el premio de Jugador Más Valioso de la Liga Americana no para de exacerbar pasiones. ¿Shohei Ohtani o Vladimir Guerrero Jr.? Ahora mismo, definir quién ganará parece más complicado de lo que fue determinar el presidente de los Estados Unidos en las elecciones de 2020 o señalar a los dos equipos que se harán de los boletos de comodín en el Nuevo Circuito. Como diría una amiga de los años, los sentimientos están a flor de piel, y la polarización hacia una corriente u otra es marcada. Ambos bandos presentan su caso, y sus argumentos son válidos, pero no concluyentes. A mí me queda claro que el jugador de doble vía japonés debería alzarse con el premio. No es cuestión de nacionalidades o moda, como quieren hacer ver algunos expeloteros y comunicadores dominicanos. Lo que está haciendo Ohtani, en la caja de bateo y la colina de los martirios, nunca nadie en la historia del juego ha podido hacerlo. Para encontrar algo similar habría que remitirse a algún torneo de Pequeñas Ligas, donde todavía no existe la especialización. De otro modo, es imposible ver algo semejante. Esto no quiere decir que el nipón tenga asegurado el premio dado que Guerrero Jr. tiene posibilidades de ganar la triple corona de bateo porque está entre los primeros en casi todos los departamentos ofensivos y al final algunos miembros de la Asociación de Escritores de Béisbol de América (BBWAA) son los que seleccionarán el vencedor.

2. MANNY RAMÍREZ, uno de los bateadores más prolíficos en la historia del juego, esbozó en una directa en YouTube que existe una conspiración para arrebatarle el premio a su paisano, como le hicieron a él en alguna ocasión cuando estaba en activo. Ramírez no demerita al japonés, pero asegura que "sería una injusticia" no otorgarle el premio a Guerrero Jr. Está bien, es su opinión y se le respeta. Sin embargo, él pierde la brújula cuando utiliza el argumento de que los escritores no deberían ser los encargados de escoger "porque nunca han jugado pelota". O sea, el hecho de no jugar al máximo nivel del béisbol te invalida para tomar decisiones. Volteemos la página, los escritores entonces podrían responder a Ramírez que no debería estar dando opiniones públicas porque no tiene una licenciatura en comunicación. O lo que es peor (y ha sucedido muchas veces) que le espeten un aberrante "Cállate y driblea", como le hicieron en una ocasión a LeBron James. No tigre, así no. La polémica no va por ahí.