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La crisis de los suplentes en la Liga Latinoamericana de League of Legends

En menos de dos semanas y a mitad de la temporada Clausura 2019, dos equipos de la Liga Latinoamericana (LLA) han realizado cambios en su alineación principal. Ambas organizaciones saben que no tienen problemas en realizar dichos cambios, el reglamento en curso permite modificar al equipo sin penalización hasta el 22 de julio.

La regla en cuestión no es un problema, anteriormente los equipos sufrían en las ya extintas ligas del Norte y el Sur (LLN y CLS) por tener que limitar su acción ante problemas internos. Si un jugador tenía conflicto con el equipo, no había mucho que se pudiera hacer, a menos que se pagara una multa por cambios extemporáneos. El verdadero problema, y un lastre de la región que nos ha definido constantemente es la falta de suplentes activos, así como el desarrollo de talento.

A través de las distintas temporadas y fases de League of Legends competitivo en Latinoamérica, los suplentes se han visto más como una regla a cumplir que un recurso. Sin ahondar en las competencias previas a la LLA, la figura del suplente nunca entregó variedad estratégica o preparó nuevo talentos de forma constante. Muy pocos equipos exploraron la formación de academias. De forma gradual, el suplente se convirtió en un espacio a llenar porque Riot Games lo exigía, y las organizaciones incorporaban streamers o figuras públicas.

Haciendo una revisión de la liga actual, el suplente no ha tenido la evolución adecuada. Con la excepción de All Knights, la casa deportiva más nueva dentro de la competencia que ha dado minutos efectivos de juego a sus dos suplentes en ambas temporadas, el resto de la liga se ha limitado a cumplir con la regla de un suplente registrado. Con el reciente caso de Rainbow7 y la salida de Mariano “Genthix” Polonsky, el problema volvió a ser expuesto, pero las soluciones no llegan.

Mencionar casos tan aislados como Steven “Choisix” Cordero antes de la llegada a Chile por parte de Diego “Arce” Chang en Infinity Esports, para quedar de nuevo escondido hasta la final solo resalta la falta de suplentes activos que proporcionan más herramientas a las escuadras en lugar de verse como una regla que debe cumplirse. Con el tema de las academias sería fácil culpar la falta de competencias, pero si revisamos las segundas divisiones, la mayoría de los equipos contienen figuras de antaño, veteranos y talento reciclado.

La mala administración de recursos afecta el desarrollo de talento y la incorporación de suplentes activos. El cuerpo técnico requiere inversión, las herramientas de trabajo no son periféricos y una casaca. La crisis de los suplentes no parece ser una prioridad para la liga, solo un contratiempo más, pero el problema volverá a presentarse si no se da la evolución adecuada por parte de las organizaciones.