El equipo de David Alemán, que el sábado venció con solvencia al bloque dominicano, ganó también a Argentina en un duelo dramático. Las puertorriqueñas, triunfadoras en todos los enfrentamientos particulares, están virtualmente en Stuttgart, sede de la segunda ronda reservada para el tercer clasificado de este grupo.

La solvencia y la autoridad que han acompañado a Argentina en los partidos previos apareció en la primera manga. La calidad de Carolina Costagrande y la defensa de Marianela Rabinet hicieron añicos las opciones de Puerto Rico, excesivamente presionada por la aureola que ha acompañado a su rival y por todo lo que había en juego.

La inútil reacción del bloque de David Alemán al final del primer tramo (25-23) impulsó, sin embargo, a sus jugadoras que, apartadas de la tensión recobraron fuerzas y confianza en sí mismas. La solidez y la coordinación que mantiene a este equipo con opciones de clasificación salió a relucir. Mantuvo a raya a su adversario e igualó el duelo (23-25).

La reacción de Argentina llegó tarde. Autocomplacida todavía por el buen juego de la primera manga y recurriendo a una excesiva dependencia hacia Costagrande, el conjunto de Coello no mejoró después y permaneció en las manos de Puerto Rico, que aprovechó la eficacia en el servicio de Dariam Acevedo y Sheila Ocasio para ensanchar su renta y establecer las bases del triunfo parcial del tercer set (19-25).