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Caleb Williams ganó el prestigioso Trofeo Heisman

El quarterback de USC venció en la votación a Stetson Bennett, Max Duggan y C.J. Stroud, es el séptimo jugador del programa que se lleva el galardón

Hace 14 meses, el mariscal de campo de los USC Trojans, Caleb Williams, era un freshman suplente en Oklahoma que ingresó al partido de la Red River Rivalry contra Texas con la esperanza de darles una chispa a los Sooners.

Ahora, el joven de 20 años de edad es un ganador del Trofeo Heisman.

Este sábado, Williams --al igual que hizo dentro del campo este año-- no dejó dudas que el Heisman era suyo, recibiendo el premio al jugador más sobresaliente en el fútbol americano colegial en una victoria decisiva. Williams superó en la carrera a Stetson Bennett de los Georgia Bulldogs, Max Duggan de los TCU Horned Frogs C.J. Stroud de los Ohio State Buckeyes para llevarse el galardón.

Williams recibió 544 votos de primer lugar. Sus 2,031 puntos superaron con facilidad a Duggan, que se conformó con el segundo lugar, Stroud finalizó en el tercer puesto, seguido por Bennett.

"Puede que esté parado hoy aquí, pero todos ustedes van a ir al College Football Playoff", declaró Williams en su discurso cuando aceptó el premio, reconociendo a los otros finalistas frente a él. "Supongo que no se puede ganar en todo".

Durante el transcurso de 13 partidos esta temporada, el ex recluta de cinco estrellas del área de Washington D.C. deslumbró con su juego, lanzando para 4,075 yardas aéreas y 37 pases de touchdown, también corrió para 372 yardas y 10 anotaciones por tierra, además lanzó apenas cuatro intercepciones.

La manera en la que lo hizo fue a través de una exhibición de eficiencia constante y una variedad de jugadas emocionantes que sorprendieron a compañeros, entrenadores y público por igual. Su creatividad y visión cuando se rompían las jugadas casi nunca tuvieron como resultado que se deshiciera del balón, sino que convirtió posibles capturas en acarreos emocionantes o pases milagrosos.

El desempeño de Williams también fue más allá de los números y jugadas emocionantes. Después de que el entrenador en jefe Lincoln Riley dejó Oklahoma por USC en noviembre pasado, Williams lo siguió y se convirtió en un pilar para la transformación de los Trojans de una temporada 4-8 en un equipo de 11 victorias.

"Si bien este puede ser un premio individual, entiendo que nada, en este deporte o en la vida, se consigue solo", sentenció Williams.

Con Williams bajo centro, USC inició 8-0 por primera vez desde el 2006 y derrotó a sus dos rivales --UCLA y Notre Dame-- en la misma campaña por primera vez desde el 2016.

A pesar de su edad, a Williams se le asignó la responsabilidad crucial una vez que se unió a Riley al mudarse de Norman a Los Angeles después de transferirse. Era uno de los pocos jugadores que estaba familiarizado íntimamente con el estilo de Riley y su ofensiva. A sus 19 años, Williams se convirtió en uno de los capitanes del equipo y, a la ofensiva, en un segundo entrenador dentro del campo.

Aunque se quedaron a un juego de ganar el título de la Pac-12 y jugar en el College Football Playoff, el liderazgo de Williams durante un año de transición para USC ayudó a los Trojans a tener uno de los mejores regresos. Williams y USC probablemente llegarán al 2024 como candidatos para el Heisman y contendientes al título, respectivamente.

Williams se une a Baker Mayfield y Kyler Murray como el tercer quarterback dirigido por Riley que gana el premio.

Producto de la Gonzaga College High School de Washington, D.C., Williams es el séptimo jugador oficial de USC en ganar el galardón (aunque el Heisman del 2005 de Reggie Bush sigue vacante) y el tercer mariscal de campo de la universidad que lo consigue. Es el primer quarterback de los Trojans que gana el Heisman desde Matt Leinart en el 2004.