NEW ORLEANS -- Drew Brees y los Saints prolongaron el jueves al menos por otra semana los festejos por haber ganado el Super Bowl en febrero, al imponerse a los Vikings.

En contraste, Brett Favre sufrió su segunda derrota consecutiva en el Superdome de Luisiana.

Los Saints sobrevivieron a un duro partido inaugural de esta campaña. No fue la forma más espectacular de comenzar la defensa del título, especialmente considerando que el duelo confrontó a los mismos rivales que disputaron la última final de la Conferencia Nacional, en enero. En aquel partido, los Saints se impusieron en un tiempo extra para avanzar a su primer Super Bowl.

La ofensiva de New Orleans, la más poderosa de la NFL en el 2009, hizo lo suficiente en el primer partido del 2010 para que los campeones defensores se impusieran a Minnesota por 14-9.

Brees, quien condujo a los Saints en una marcha de touchdown de 77 yardas para abrir el partido, inició el tercer cuarto con otra marcha de touchdown, en este caso de 74 yardas, para recuperar la ventaja en el marcador.

El juego por tierra de New Orleans, que había producido apenas 9 yardas en la primera mitad, sumó 31 yardas en esa primera marcha del segundo medio.

Pierre Thomas fue responsable por cada una de esas 31 yardas, y coronó la serie con un acarreo de touchdown de 1 yarda.

Un pase de touchdown de 20 yardas de Brett Favre a Visanthe Shiancoe había puesto a los Vikings adelante al terminar la primera mitad.

En esa marcha, Favre condujo a los Vikings 64 yardas en cinco jugadas hasta la zona de anotación. El punto extra fue bloqueado.

Un gol de campo de 41 yardas de Ryan Longwell había acercado a Minnesota a 7-3.

Los Saints movieron el balón con comodidad en la primera mitad. Brees completó 15 de 21 pases para 148 yardas en esos dos primeros cuartos. La primera serie de New Orleans en el partido terminó con un pase de touchdown de 29 yardas de Brees a Devery Henderson. Pero después de eso, aunque los Saints siguieron acumulando yardas no lograron anotar más puntos en la primera mitad, y se fueron al descanso en desventaja.

A diferencia de lo ocurrido en el partido por el título de la Nacional, los Vikings no cometieron balones sueltos. La única vez que regalaron el ovoide fue cuando Jonathan Vilma le interceptó un pase a Favre, quien fue golpeado en la jugada por Roman Harper.

Además, los Saints se vieron en ventaja en más rubros estadísticos que en el partido de enero. Superaron a Minnesota por 308 yardas contra 253 y controlaron el balón durante 33:43 minutos, en comparación con 26:17 de Minnesota.

Brees terminó el partido con 27 de 36 pases completos para 237 yardas y un touchdown, sin intercepciones.

Fue la victoria de menor cantidad de puntos para los Saints en la era de Sean Payton, quien se convirtió en entrenador en jefe den el 2006.

Fue también la revancha del Juego de Campeonato de la NFC de la campaña pasada, y la historia terminó igual que entonces: los Saints victoriosos y los Vikings derrotados.

Favre completó 15 de 27 pases para 171 yardas, con un touchdown y una intercepción.

La más consistente arma ofensiva de Minnesota en el partido fue el corredor Adrian Peterson, quien sumó 87 yardas en 19 acarreos.

New Orleans pudo haber ganado el duelo con mayor holgura de no haber sido por dos goles de campo que erró Garrett Hartley.

Difícilmente eso le quitará la condición de héroe local a Hartley, quien convirtió el gol de campo que significó el triunfo el año pasado.

Sin embargo, New Orleans pudo arrodillarse para que se agotara buena parte de los últimos dos minutos, después de que Thomas coronó una actuación de 71 yardas y un touchdown con un acarreo de 10 yardas para lograr una primera oportunidad cuando había pasado ya la pausa de los 2 minutos.