EAST RUTHERFORD -- Los Baltimore Ravens dieron a los New York Jets algunos golpes duros, de verdad.

Los Jets intrigaron a los televidentes en la pretemporada con su programa televisivo "Hard Knocks", pero fueron los Ravens los que se hicieron con los reflectores el lunes por la noche. Limitaron a New York a 176 yardas, permitieron apenas 74 yardas por aire a Mark Sanchez, y mantuvieron a los pupilos de Rex Ryan fuera de las diagonales.

Para aquellos que pedían a los Jets jugar o callarse, bueno, fue Baltimore quien produjo la mayoría de las mejores jugadas en el debut de la nueva casa de New York. El nuevo estadio de 1,600 millones de dólares, New Meadowlands Stadium, roqueó al ritmo de los cánticos de J-E-T-S, hasta que los Ravens roquearon a la defensiva de Ryan con suficientes jugadas grandes para silenciar a una afición de 78,127 presentes.

El gol de campo de 25 yardas de Billy Cundiff en el tercer periodo probó ser suficiente para el triunfo, con Anquan Boldin, la principal adquisición de Baltimore en la temporada baja, obteniendo 65 yardas en dos pases ante el recluta de primera ronda, Kyle Wilson. Boldin logró la clase de impacto que los Ravens buscaban, con siete recepciones para 110 yardas, por momentos abusando de la defensiva respetada de los Jets.

Lo mismo hizo el ala cerrada Todd Heap, quien atrapó seis pases de un calmado Joe Flacco, para 72 yardas.

El inicio fue fogoso, como se esperaba, con Ray Rice y Shaun Ellis intercambiando palabras antes de la patada de salida. pero se convirtió en un festival errores, con los Jets luciendo particularmente indisciplinados al ser castigados en 14 ocasiones para 125 yardas. También terminaron 1 de 11 en terceras oportunidades.