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Harold Garibay: corazón dividido entre las Águilas Blancas y el flag

Harold Garibay brilla como receptor de las Águilas Blancas en la ONEFA, pero también es un seleccionado nacional en el flag football


Para Harold Garibay (Atizapán,2003) internarse en el mundo del ovoide le ha provocado que tenga el corazón divido entre las Águilas Blancas del IPN, con la que juega en la Liga Mayor de la ONEFA, y el flag football, del cual es nada menos que seleccionado nacional.

Para su fortuna, Garibay es un sobresaliente jugador en ambas facetas. Con las Águilas Blancas es uno de los principales receptores, y se espera que tenga un rol importante este sábado cuando enfrenten a Borregos Monterrey a las 13 horas en el estadio Wilfrido Massieu.

En el flag, también ha destacado e incluso formó parte del seleccionado mexicano que participó en el Mundial de la especialidad realizado en agosto pasado y en el que nuestro país terminó en el cuarto sitio y en el que se desempeñó como back defensivo.

--¿Cuál de los dos prefieres?-- interroga el reportero.

-- Es muy difícil definirse por uno de los dos. Porque de ambos me he alimentado para ser un atleta más completo. Ahora, si tuviera que a fuerza decir uno, me inclinaría por el futbol americano debido a las cosas que engloba: los rituales, el ambiente, la posibilidad de jugar para un equipo como Águilas Blancas-- responde Harold, en entrevista con ESPN Digital.

“El flag es una disciplina muy diferente. Necesitas otras características: en el flag hay que tener mucha agilidad mental para que la toma de decisiones sea más rápidas. Otra cosa, es muy difícil correr rutas en el flag, son rutas más rápidas, buscar espacios y un feeling diferente a cuando estás equipado”, agrega.

Un lado del corazón: las Águilas Blancas

Garibay, quien juega con el jersey 80 de los politécnicos empezó su idilio con los colores guinda y blanco desde que se integró en la categoría Intermedia, dándole seguimiento a su etapa en juveniles, en la que jugó para el coach Jaime González Labastida en Wildcats México.

Era tanto su compromiso, que a los 15 años muchas ocasiones Harold tuvo que transportarse en camión y metro dos horas diarias para llegar de su casa, en Coacalco, al campo de entrenamiento al sur de la Ciudad de México.

“Empecé desde los cuatro años jugando flag en Jaguares de Coacalco. Ahí mismo hice mi primera infantil equipado. Luego, nos mudamos Tecamac, etapa en la que estuve con Politos del estado de México”, narra Harold, que en la semana 2 de la Conferencia de los 14 Grandes tuvo nueve recepciones para 121 yardas en el duelo que las Blancas perdieron contra Linces de la UVM.

En 2023 vivió su primer año en Liga Mayor, todavía arropado de una ofensiva que tenía elementos consolidados como el quarterback Miguel Patiño o el corredor José Ángel “Místico” Gutiérrez.

Para 2024, el equipo vive una transición con la llegada de un nuevo staff bajo el mando del head coach Raúl Mateos y el coordinador Edgar Zapata. “Tenemos mucho talento, hay varios jugadores que tienen la capacidad de anotar cuando tengan el balón y tenemos la mentalidad de hacer las cosas con el máximo esfuerzo en cada jugada”, comenta Garibay.

En el otro lado del corazón, el flag

A pesar de que el futbol americano le ha demandado más tiempo y atención, Harold mantuvo a lo largo de los años la práctica del flag; sin embargo, asegura que hubo un momento preciso en el que decidió que buscaría a toda costa ser seleccionado nacional.

“Cuando se disputaron los World Games del 2022, sentí que me enamoré todavía más del flag, porque ahí vi que la selección femenil ganó el oro y la varonil el bronce. Me dije que haría todo lo posible por ser parte de una selección mexicana”.

Por si fuera poco, Harold tiene otra motivación muy especial para mantener su doble enfoque deportivo y no descuidar el flag: la oportunidad de formar parte del equipo mexicano que juegue en el torneo olímpico de Los Ángeles 2028.

“Tener la oportunidad de representar a tu país en la máxima justa deportiva es un sueño. Y lo es más porque México es una potencia y vamos a estar en lucha por una medalla”, agrega Harold, cuyo tío, Ismael Garibay, fue campeón de la Conferencia Nacional con Linces 2006.

Por lo pronto, Garibay se concentra en el gran duelo que contra Borregos Monterrey en un estadio Wilfrido Massieu que se pronostica que estará a reventar.

“Esperamos un gran apoyo de nuestra afición, la cual yo creo que es la mejor de México”, finaliza Harold.