Patricio Quiroga y Ricardo Bladé son dos veteranos y líderes de Auténticos Tigres que también comparten una entrañable amistad
En caso de que los Auténticos Tigres de la UANL derroten a los Borregos Monterrey en la final de la Conferencia de los 12 Grandes de la ONEFA este viernes, Patricio Quiroga sabe que al primero que buscará para darle un abrazo será Ricardo Bladé, su compañero de equipo, pero con quien comparte una entrañable amistad desde los tres años de edad.
“Por supuesto que buscaría a Ricky, sería un momento muy significativo para ambos por muchas razones más allá de ganar el campeonato”, relata “Pato” Quiroga, quarterback titular de los Auténticos que este viernes (19hrs, Sky) intentan dar la sorpresa y vencer a los bicampeones Borregos en el estadio Banorte.
Bladé, quien juega como safety, comparte la emoción que embarga al “Pato”: “es un partido muy especial debido a que terminamos nuestra elegibilidad y marca el final a una trayectoria que empezamos juntos a los tres años”.
Los Bladé: de estirpe felina
“Ricky” Bladé es hijo de Juan Manuel Bladé, corredor de los Auténticos, que en la final de la Liga Mayor de 1977 totalizó 417 yardas en la felpa de 66-0 a las Águilas Blancas del Politécnico.
Es por eso que el futbol americano y el amor a los Auténticos hicieron “natural” que Ricardo jugaría para ellos desde que arrancó su andar en los emparrillados en las infantiles en el Club Potros de la Anáhuac, en donde su hermana, Daniela, era porrista, y también jugaban sus hermanos Juan y Adrián.
“Siempre quise jugar en Auténticos, tenía arraigados los colores. Estudié y jugué en la Prepa 7, que es semillero y luego salté a los Tigres”, rememora Bladé, en entrevista con ESPN Digital.
En las categorías inferiores, “Ricky” llegó a jugar como corredor, linebacker, para luego convertirse en esquinero, posición en la que se mantuvo la mayor parte de su carrera, hasta que, de cara a esta temporada, decidió cambiar su posición a safety.
¿Cuál fue la razón para acercarse a los coaches y solicitar ese cambio?
“Ricky siempre antepone el bien colectivo al individual. Recuerdo que lo conversamos antes de cambiarse y decía que era por todas las lesiones que había en el equipo y que cambiando de posición sería de más utilidad”, comenta Quiroga.
Sobre sus características en el campo, Bladé asegura que como esquinero y safety “desarrollé hambre permanente por ir por el balón. Me considero un jugador que aporta su experiencia a los demás”.
Con el último partido de su elegibilidad a disputarse este viernes, Bladé comenta que la semana fue especialmente emotiva para su familia, en especial para su mamá, Alma Rosa Díaz.
“Mi mamá está más sentimental que yo por ser mi última semana en el equipo. Mis padres me apoyaron los más de 20 años jugando al futbol americano. Se termina un ciclo importante de nuestras vidas”, comenta en tono melancólico Bladé.
Patricio Quiroga: en el nombre de la resiliencia
A partir de que Patricio Quiroga fue nombrado quarterback titular de los Auténticos Tigres, el “Pato” no sólo debía derrotar a las defensivas, sino también superar la ansiedad que le provocó hacerse cargo de un puesto con tanta presión. Controlar los nervios. Vencerse a sí mismo.
“Fue un proceso largo y complejo y lo es más como quarterback los Auténticos, porque la gente siempre quiere buenos resultados y eso me generaba presión”, acepta Quiroga.
Poco a poco Patricio tomó control de sus emociones y halló la paz interior quedándose únicamente con los consejos positivos. Con lo que le aportaran los coaches y sus seres queridos.
“Conforme pasaron los años lo trabajé con los entrenadores y con los comentarios de mis familiares y mis amigos. Tomé únicamente los comentarios constructivos. Las dos últimas temporadas ya las jugué con pleno control de mis emociones. Este año me he sentido muy tranquilo, relajado, disfruto de los partidos ya sin estrés”, agrega Patricio, quien también inició en el futbol americano con los Potros de la Anáhuac.
En la actualidad, Patricio se dice orgulloso de la experiencia y la seguridad que desde su posición le aporta a la ofensiva y no elude la responsabilidad que tendrá para que Auténticos aspire a vencer a Borregos y pueda retirarse como campeón, en un ataque en el cuenta con una poderosa línea ofensiva y el apoyo del corredor Ángel Alvarado.
Y pese a la presión que eso implica, Patricio aplica la misma receta que le permite jugar sin presión: acercarse y alimentarse de los consejos de los suyos.
“El coach Antonio Zamora me ha dicho lo importante de la fortaleza mental, la cual marca la diferencia cuando juegas una final”, enaltece Patricio.
Amigos de vida, hermanos en el campo
No hay ningún periodo en las vidas de Patricio y Ricky en la que no haya una memoria, un capítulo o un momento en el que estén ambos conviviendo.
Así lo fue cuando comenzaron a jugar futbol americano desde los tres años. Luego, cuando compartieron aula en la primaria, la secundaria y la preparatoria. O también cuando alternaron el deporte de las tackleadas con el futbol soccer.
Mejor aún, sus familias, las mamás de uno y otro fortalecieron la amistad permitiendo constantes visitas a las casas de uno y otro. Las carnes asadas, los cumpleaños, las salidas al cine y, por supuesto, las escapadas al estadio a los partidos de los Rayados de Monterrey.
“Cada que podemos nos vamos al estadio, lo vivimos muy apasionado. Creo que éramos buenos cuando jugamos soccer, les llevábamos ventaja a los demás por practicar dos deportes al mismo tiempo”.
Ambos manifiestan el respeto y admiración por el otro, resalando la fortaleza de carácter que han tenido a lo largo de sus trayectorias deportivas.
“Pato ha sido resiliente. Aguantó muchas críticas cuando comenzó a ser el titular hasta ganarse el apoyo de los aficionados con base en su buen desempeño”, comenta Bladé.
“A Ricky no se le ha dado el lugar que se merece. Pese a las lesiones y que tuvo que cambiar de posición, nunca bajó la buena actitud y el apoyo a los que los coaches pidieran”, asevera Quiroga.
La final de este viernes cierra su historia como jugadores de Liga Mayor. Termina su elegilidad. Y aunque ambos se saben ya unos triunfadores de la vida por llegar a la otra orilla, aceptan que sería mucho más especial si lo culminan ganando el campeonato. Venciendo a los Borregos Monterrey.
Y de ser así, cuando termine el partido, Patricio sabe que al primero que buscará para darle un abrazo será a Ricardo. Y viceverza.