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Carlos Nava, Escritor ESPN Digital 1y

Descansan poco los Cowboys después del histórico triunfo

DALLAS -- Los Dallas Cowboys gozaron su mejor partido en años el domingo, en la histórica victoria que tuvieron contra los Vikings en Minnesota. Pero ni siquiera tuvieron tiempo para digerirla, mucho menos para festejar.

Los Cowboys derrotaron 40-3 a los Minnesota Vikings en lo que fue el triunfo por mayor margen como visitantes en la historia de la franquicia, entre una de varias marcas que establecieron para el club y la NFL.

Dallas nunca había comenzado sus primeras siete series ofensivas con anotación, ya fuera touchdown o gol de campo desde 1978, cuando la liga expandió a 16 partidos la temporada regular.

“Ser capaces de salir y sumar puntos en las primeras siete series fue establecer el ritmo del juego y que cada quien hiciera su parte“, dijo Prescott. “Honestamente, ni siquiera hubiera imaginado que así sería“.

Mucho tuvieron que ver las 189 yardas totales del corredor Tony Pollard y el partido casi perfecto de Dak Prescott, que incluyó tres pases de touchdown, sin intercepción. Guió a su ofensiva a 458 yardas totales en un juego en que los titulares salieron al principio del último cuarto.

“Hay que darle crédito a todos“, agregó. “Cada jugador hizo su trabajo y del resto se encargó como siempre nuestra defensa“.

Más influyó la cátedra defensiva, que contó con siete capturas al quarterback Kirk Cousins, al que frenó en apenas 110 yardas y al receptor Justin Jefferson en tres completos para 33 yardas…

La ofensiva total de los Vikings fue de 183 yardas ante la defensa de Dallas, que una semana antes había permitido la remontada de los Green Bay Packers, a los que vencían por 14 puntos al inicio del cuarto periodo.

“Así es como debe ser cada semana“, dijo el linebacker Micah Parsons. “No deben haber huecos. Tenemos que jugar futbol agresivo. Mostramos de lo que somos capaces por momentos, pero tenemos que ser consistentes. La consistencia gana campeonatos, no sólo dar flashazos“.

Pero todo eso quedó atrás. Los Cowboys, que aterrizaron la madrugada del lunes en Dallas, sostuvieron ya su primera práctica este día, rumbo al partido de este jueves, Día de Acción de Gracias, contra los New York Giants, que el domingo perdieron en casa contra los Detroit Lions.

“Eres tan bueno como tu último partido“, dijo Prescott. “Para mí, se trata de trabajar y estar listo para el que sigue. Este jueves tenemos un juego de Día de Acción de Gracias contra un muy buen equipo“.

Parsons no fue parte del entrenamiento desequipados por las dolencias en tobillo y rodilla con las que terminó contra los Vikings.

Tampoco entrenaron otro cuatro jugadores, pero por enfermedad diferente al COVID, sin especificar: los linieros defensivos Tarell Basham, Dante Fowler Jr. y Johnathan Hankins, así como el esquinero Kelvin Joseph.

El corredor Ezekiel Elliott y el tackle defensivo Osa Odighizuwa, estuvieron limitados, ambos por molestias de rodilla.

Por los Giants no estuvieron, en la práctica sin utilería del lunes, los linieros Joshua Ezeudu y Jon Feliciano, los dos con dolencias en el cuello. Tampoco entrenaron el esquinero Adoree’ Jackson (rodilla) y el receptor Richie James (rodilla), el profundo Fabian Moreau (oblicuo) y el ala cerrada Daniel Bellinger (ojo).

El liniero ofensivo Evan Neal (rodilla) y el defensivo secundario Jason Pinnock (quijada) estuvieron limitados.

“Honestamente, esta es la parte más divertida del año para mí“, dijo Elliott. “¿A quién no le encanta salir a jugar en vez de tener que entrenar tanto toda la semana. Estos próximos dos días son mucho de trabajo mental“.

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