A diferencia de la NFC, en la Americana no hay un solo equipo con el camino sencillo hasta el primer puesto en la siembra para postemporada
Si esperábamos una verdad innegable en torno al panorama de la AFC hacia el primer lugar en la siembra para la postemporada, la tenemos en la Semana 10: no hay claro favorito en la Conferencia Americana. Seguro, los Kansas City Chiefs se mantienen como el único equipo invicto en la NFL, después de vencer en Arrowhead a los Denver Broncos. Sin embargo, han sido varias las situaciones donde ese invicto se rescata con las uñas de los dedos, y nunca más extremo que hoy, cuando un intento de gol de campo sin tiempo bloqueado por Leo Chenal salvó a los Chiefs. Pero, ¿realmente son el equipo más dominante de la AFC? ¿Se les nota, a la distancia, que son el mejor equipo en toda la conferencia? No. Los Buffalo Bills son un candidato natural a arrebatarles la oportunidad de aparecer en su quinto Super Bowl en los últimos seis años. Poseen la segunda mejor marca e en la conferencia, un 8-2; han ganado cuatro títulos de la AFC Este consecutivos, y en tres de esos años han sido batidos por Kansas City, incluyendo una vez en la antesala del Super Bowl. En algún momento, si se les presenta de nuevo la oportunidad, ya tendrían que ganar uno de esos partidos, ¿no? Lo cierto es que todas esas promesas respecto a que los Bills tendrían competencia en su sector siguen sin cumplirse, y la cita imperdible de la semana entrante --Chiefs visitando Orchard Park--, nos dirá mucho de lo que necesitamos saber acerca de cómo se irá acomodando la siembra de playoffs en la AFC. Seguro, una victoria para cualquiera de esos dos clubes no equivale a un camino libre al Super Bowl, pero un triunfo de Buffalo los acercaría a un primer lugar en la siembra de la AFC y, con ello, la posibilidad de sacar a los Chiefs de los confines de Arrowhead. Luego, hay que mencionar a dos clubes de la AFC Norte. Los Baltimore Ravens ganaron el mejor partido en lo que va de la jornada el jueves por la noche, ante los Cincinnati Bengals, con otra noche mágica de Lamar Jackson, quien va que vuela para un tercer nombramiento como Jugador Más Valioso de la NFL, segundo consecutivo. Los Ravens ostentan una foja de 7-3, y ya cayeron ante Kansas City en la jornada inaugural de la campaña regular. Pero, también han dado algunas de las mejores demostraciones sobre el emparrillado en lo que va de la campaña. Por ejemplo, está la paliza de la Semana 4 sobre los Bills, por 35-10, en casa. También, dos victorias cerradas contra Cincy, con un nivel muy alto de fútbol americano por parte de ambos clubes. Finalmente, hubo victorias decisivas sobre los Washington Commanders y Tampa Bay Buccaneers, dos franquicias que apuntan a ser campeones de sus respectivos sectores en la NFC. Los Ravens están mucho más lejos que los Bills de la oportunidad de derrocar a los Chiefs del primer puesto en la siembra de postemporada, y cargan con la desventaja de haber perdido ya contra Kansas City. Pero, si se le acaba la suerte en los duelos cerrados a los Chiefs en la recta final de la campaña, cualquier cosa podría suceder. El otro equipo que no hay que perder de vista en la AFC Norte son los Pittsburgh Steelers, con su registro de 7-2. Volando bajo el radar, los Steelers han mantenido el buen paso pese a usar dos quarterbacks titulares en la campaña. La fórmula ha sido un mejorado juego terrestre --que, por cierto, todavía requiere mejor consistencia-- y una defensiva liderada por T.J. Watt que logra impedir que los oponentes se escapen en el marcador. Irónicamente, Ravens visitan a Steelers en la próxima jornada, en lo que será el primer partido divisional para Pittsburgh en el año. Nuevamente, estamos ante un partido que hará mucho por definir el panorama de playoffs, si bien Ravens y Steelers están un poco más lejos de los Chiefs que los Bills. No obstante, con todo y el 10 de Kansas City, no se han escapado al resto de la conferencia, y en particular, a los tres equipos mencionados. A los Chiefs les restan, además del mencionado encuentro contra los Bills, un juego ante Los Angeles Chargers en horario estelar, partido en casa ante los Houston Texans, y de visita ante Steelers y Broncos, los últimos dos, juegos de gira. Dos o tres derrotas entre esos duelos implicaría que se abre la posibilidad para los Bills o Ravens y Steelers, y Kansas City ciertamente no luce como un equipo que aspira seriamente a irse 17-0. Después de todo, solo poseen dos victorias por más de un touchdown en el año. ¿Hay espacio para mejorar en Kansas City?Esa es la otra parte de la ecuación, y la respuesta debe ser un contundente "sí". DeAndre Hopkins mostró rápidamente a su llegada a la organización que es el mejor receptor abierto que han tenido desde la salida de Tyreek Hill. El juego terrestre debe recibir una inyección de vitalidad cuando regrese Isiah Pacheco, lo que puede suceder en el próximo partido, o el que le sigue. Y, finalmente, los Chiefs deben recuperar a una pieza clave en la rotación defensiva cuando vuelva Charles Omenihu, quien deberá estar ya colaborando en las trincheras cuando llegue el mes de diciembre, y no antes. Eso significa que la versión de los Chiefs que proyectamos termine la campaña regular no es la misma que requirió una providencial jugada de Chenal, poniendo la mano derecha para bloquear la patada de Wil Lutz, salvando el registro invicto de Kansas City. Los Chiefs deben mejorar en la recta final, y esa es la apuesta de Andy Reid. Entonces, ¿quién se quedará con el primer puesto en la siembra de la AFC?Los Chiefs van a mejorar, pero no lo suficiente para garantizar que se irán invictos el resto del camino, ni para garantizar que no se vean alcanzados por uno de los otros tres clubes mencionados. Buffalo, desde luego, está parado en el mejor lugar, pero no descontemos a Ravens y Steelers, todavía. ¿Arrebatarle a los Chiefs la semana de descanso, y sacarlos de Arrowhead será suficiente para ver a otro representante de la AFC en el Super Bowl LIX? Bueno, no vamos a volvernos locos, tampoco. No funcionó en los playoffs pasados, con Baltimore cayendo en casa ante Kansas City en la antesala del Super Bowl LVIII. No obstante, cada nuevo enfrentamiento entre los Chiefs y Bills, o Chiefs y Ravens --que cayeron en los pasados playoffs ante Kansas City, y en los playoffs del 2020 ante Buffalo--, significa una nueva oportunidad para alterar la tendencia. Y, por si fuera poco, los Chiefs no son los únicos que sumaron a un receptor abierto para marcar diferencia en la segunda mitad de la temporada. Los Bills incorporaron a Amari Cooper, los Ravens añadieron a Diontae Johnson y los Steelers se hicieron de Mike Williams. Cada uno de ellos, en mayor o menor grado, deberá tener un impacto positivo en el funcionamiento del ataque de esos clubes. A este paso, puede reducirse completamente a quiénes tengan el camino más sencillo en el camino que falta. Bills y Steelers tienen citas pendientes, ya mencionadas contra los Chiefs. Buffalo además necesita medirse todavía ante los San Francisco 49ers, Los Angeles Rams y Detroit Lions. Pittsburgh tiene pendientes sus seis encuentros divisionales, significando dos vueltas ante Baltimore y dos ante Cincinnati, además de un compromiso ante los Philadelphia Eagles. Los Ravens aguardan dos duelos ante los Steelers, uno ante Chargers, uno ante Philly y uno ante los Texans. Queda mucha temporada por desenrollar, pero no será sencillo para ninguno de los pesos completos de la AFC. Lo que queda claro, es que el camino está lleno de más espinas que el que se recorre en la NFC.
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