El "rey de la primavera" ha narrado su singular trayectoria como QB en un libro mientras se esfuerza por escribir un último capítulo en la NFL.
ARLINGTON, Texas -- Luis Pérez era como muchos niños. Su sueño era ser mariscal de campo de la NFL, y recuerda haber dormido con un balón de fútbol americano cuando era pequeño.
Sin embargo, el camino que espera que lo lleve a la NFL algún día, incluso a los 30 años, no se parece a ningún otro y tiene poco que ver con ser el mariscal de campo titular de los Arlington Renegades de la UFL o un ex alumno de ligas como la Spring League (Liga de primavera), la USFL, la Alliance of American Football y la XFL original.
Ese camino fue tan increíble que Pérez escribió una autobiografía, "Spring King" (El rey de la primavera), publicada la semana pasada. El título hace referencia al apodo que le dieron por su éxito en las ligas profesionales de primavera.
"Siento que les haría un flaco favor a la gente si no comparto mi historia y todo lo que viví", expresó Pérez, cuyos Renegades (1-0) se enfrentan a los Houston Roughnecks (0-1) el domingo (mediodía, hora del este, ESPN/ESPN+). "Sigo pensando que puede tener un impacto positivo en muchas personas y cambiar vidas".
El ala cerrada de los Renegades, Sal Cannella, ha sido compañero de Pérez durante los últimos tres años, y aunque conoce el pasado de su quarterback, aún no lo comprende.
"Parece que algún día se convertirá en un documental de Netflix o algo así", comentó Cannella. "Tiene que ser así. Es una de esas historias que casi parecen ficción, ¿sabes?, que no te la puedes creer. Pero el hecho de que sea real te hace respetarlo aún más".
DURANTE SU INFANCIA, Pérez jugo de mariscal de campo en el fútbol americano juvenil, pero también fue ala cerrada y liniero ofensivo. Nunca jugó en la prepa Otay Ranch en Chula Vista, California. En cambio, fue un jugador de bolos consumado. Registró 12 juegos perfectos en el deporte, por lo que podría haber ido a la universidad con una beca de bolos.
Sin embargo, Pérez reavivó su sueño de ser mariscal de campo mientras veía a sus amigos jugar su último partido de fútbol americano de prepas.
"Sabía que siempre podría volver a jugar a los bolos", mencionó Pérez. "Es como andar en bicicleta. Puedes jugar a los bolos a los 50 o 60 años. Tu oportunidad de llegar a la NFL es muy pequeña, no puedes esperar a que se cumpla ese sueño".
Fue a YouTube para aprender a jugar de mariscal de campo. Así es, YouTube.
"No conozco a ningún entrenador de mariscal de campo, ni siquiera sé cómo contactar con esta gente, así que pensé: 'Déjame entrar a YouTube' y empecé a ver tutoriales básicos", recordó Pérez. "Solo sabía que podía lanzar una buena espiral y que tenía un brazo potente. Eso era todo".
Durante horas veía los mejores momentos de Aaron Rodgers, Drew Brees y Tom Brady. Compró un espejo de cuerpo entero para asegurarse de que su forma era como la de ellos. Practicaba los saltos de cinco pasos en su habitación.
Realizaba esa misma rutina durante cuatro o cinco meses cuando se juntó con Akili Smith, la ex tercera selección global de los Cincinnati Bengals en 1999, quien se había convertido en entrenador de mariscales de campo.
"Después de ese tiempo con Akili, pensé: 'Oye, ¿qué hago de ahora en adelante? Quiero ser mariscal de campo de la NFL, guíame a dónde ir'", dijo Pérez.
SMITH LE INFORMÓ sobre Southwestern College, una escuela de iniciación de Chula Vista. Pérez recuerda haber entrado a la oficina del entrenador Ed Carberry y haberle asegurado que sería su mariscal de campo titular.
"¿Dónde jugaste? ¿Dónde está tu cinta?", le preguntó Carberry, según dijo Pérez.
Cuando él le dijo que no jugó fútbol americano a nivel de prepas, Carberry se rió.
"Me dijo: 'Las prácticas son a tal hora. Es un junior college, así que no puedo dejarte fuera, pero puedes venir a hacer una prueba'", recordó Pérez. "Así empezó todo".
Cuando se presentó para la primera práctica, era el noveno mariscal de campo en la tabla de profundidad.
"Soy el primero en llegar, el último en irme y no estoy recibiendo ninguna repetición para intentar aprender las jugadas", declaró.
Con jugadores que dejaban la universidad o elegían otros deportes, ascendió al cuarto puesto de la lista. En el campamento de otoño, se ganó el puesto de suplente. En el cuarto partido de la temporada, el titular Frank Foster sufrió una lesión en el hombro, lo que obligó a Pérez a entrar al partido, en el que lanzó un pase de touchdown en la victoria de Southwestern.
En un guión perfecto, habría sido titular definitivo.
"Oh, no, no, no. Hay más", dijo Pérez.
Por supuesto.
Sufrió una fractura de pierna unos partidos después y se perdió el resto de la temporada. No pudo volver al campo hasta el campamento de verano, y para entonces Tofi Paopao, jugador estelar de la prepa Oceanside antes de asistir a Florida International, se transfirió a Southwestern y llegó a ser el titular. Sin embargo, Paopao se lesionó y Pérez asumió la titularidad, terminando la temporada con 18 pases de touchdown y tres intercepciones, compartiendo el tiempo con Paopao.
De cualquier manera no hubo ofertas de beca para Pérez al final de la temporada hasta una de último minuto de la universidad californiana UC Davis. Sin embargo, la escuela retiro la oferta después de que le informaran a Pérez que no tenía una clase de matemáticas transferible de Southwestern.
Devastado, Pérez volvió a internet para investigar si algún mariscal de campo de la segunda división había llegado a la NFL. Encontró el nombre de Dustin Vaughan, quien brilló en West Texas A&M y pasó tiempo con los Dallas Cowboys. Colby Carthel era asistente en West Texas A&M y asumió el cargo en Texas A&M Commerce, así que Pérez le hizo una llamada.
LOS ENTRENADORES VIAJARON a California para ver a Pérez entrenar y le ofrecieron una beca. Luega de quedar fuero de acción en su primera campaña, se convirtió en titular para sus otra dos temporadas. En 2016, estableció un récord universitario de pases de touchdown (32) y llevó a Commerce a los playoffs de segunda división, donde el equipo perdió contra Grand Valley State en semifinales.
En su última temporada, los Lions ganaron el campeonato nacional. Pérez lanzó para 5,001 yardas y registró 46 pases de touchdown. Ganó el Trofeo Harlon Hill, el equivalente al premio Heisman en la segunda división.
Jugó en el Collegiate Bowl de la NFLPA (el sindicato de jugadores de la NFL), donde se alzó con la titularidad, superando a jugadores provenientes de escuelas más estableciads como John O'Korn de Michigan y Kenny Hill de TCU, pero no recibió invitación para el Combinado de Talentos de la NFL. Lanzó en el pro day de Texas A&M con Johnny Manziel, mientras el exganador del Trofeo Heisman intentaba remontar.
"Me toca lanzar contra una selección de primera ronda, y ellos pueden ver cómo soy", afirmó Pérez. "Eso me puso en el mapa".
Pero no lo reclutaron. Dos semanas después, ni siquiera tenía una invitación a un campamento de novatos cuando Los Angeles Rams lo llamaron luego que un mariscal de campo optó por retirarse de su campamento.
"Salgo a lanzar y lo domino", aseguró Pérez. "Probablemente tuve uno de los mejores días de lanzamiento de mi vida. Y recuerdo que Les Snead, el gerente general, me trajo y me dijo: 'Me impresionaste mucho. Te vamos a fichar'. Y esa fue mi oportunidad".
Cinco años después de comenzar su trayectoria en YouTube, Pérez fue mariscal de campo de la NFL durante unos cuatro meses. Los Rams lo cortaron al final del campamento, y dos semanas después del inicio de la temporada fue liberado del equipo de prácticas.
Desde ese entonces, Pérez ha tenido breves periodos con otros equipos: tres semanas con los Philadelphia Eagles en la primavera de 2019 y cuatro días con los Detroit Lions ese mismo verano. En 2022, tuvo otra etapa con los Rams que terminó durante el campamento de entrenamiento.
El verano pasado, tras liderar la UFL en yardas de pase y touchdowns, fichó por Los Angeles Chargers. Jugó la segunda mitad del segundo partido de pretemporada, pero fue uno de los últimos descartes después de que los Chargers adquirieran a Taylor Heinicke en un canje.
"Es decir, estás tan cerca, pero intentas no obsesionarte con la adversidad", comentó Pérez. "Hace cinco o seis años, habría estado devastado. Es el equipo de mi ciudad. ¿Ahora? Pienso: 'Bueno, no lo logré, ¿qué voy a hacer para ser mejor y poder lograrlo la próxima vez?'. Esa es mi mentalidad".
EL FÚTBOL AMERICANO DE PRIMAVERA ha mantenido vivo su sueño de la NFL. Puede recitar su currículum año tras año.
Birmingham en la AAF en 2019. Los Angeles Wildcats en la XFL original y traspasados a los New York Guardians antes de que la liga cerrara por COVID en 2020. La Spring League en 2021, ganando el Mega Bowl con los Jousters.
En 2022, jugó para los New Jersey Generals de la USFL. Al año siguiente, regresó a la XFL con los Vegas Vipers antes de ser traspasado a los Renegades, equipo al que llevó a un campeonato de la XFL.
"No éramos un equipo muy cohesionado y estábamos pasando apuros antes de ficharlo a falta de cuatro partidos, y él realmente impulsó a nuestro equipo de fútbol americano", insistió el coordinador ofensivo de Arlington, Chuck Long. "Unió a todos, los puso en sintonía, aportó mucha energía positiva y nos llevó al campeonato".
Long quedó segundo en la contienda por el Heisman, después de Bo Jackson, como mariscal de campo de Iowa. Fue seleccionado en la primera ronda del draft por los Detroit Lions. Entrenó a Josh White hasta el Heisman y a Josh Heupel hasta el campeonato nacional en Oklahoma. Durante las últimas tres temporadas, se ha reunido con el entrenador Bob Stoops en Arlington.
"Es la historia de mariscal de campo más singular que he escuchado", manifestó Long sobre la trayectoria de Pérez. "Y he escuchado muchas... Tiene una voluntad muy fuerte y se ha esforzado por alcanzar el éxito aprendiendo el fútbol americano".
Cannella ha tenido una trayectoria profesional similar a la de Pérez. Lo conoció cuando se enfrentaron en la Spring League. Entre breves periodos con varios equipos de la NFL, Cannella también ha jugado en la XFL, la USFL y la UFL.
El año pasado, destacó entre los alas cerradas de la UFL en recepciones (53), yardas (497) y touchdowns (seis) con Pérez como mariscal de campo. Su rendimiento le valió un contrato con los Tampa Bay Buccaneers, donde estuvo entre los últimos despedidos el verano pasado.
"Probablemente sea el mariscal de campo más inteligente con el que he jugado", sostuvo Cannella. "Solo por cómo se prepara, estar con él a diario, ver cómo analiza el juego, su ética de trabajo diaria, su capacidad para leer las defensas, por qué elige este lado del concepto de ruta en lugar del otro, es realmente impresionante".
Pérez cumple 31 años en agosto. Él y su esposa, Brenda, tienen dos hijos. Sabe que la gente piensa que tiene las probabilidades están en su contra, pero no se detendrá:
"Todos los años me pregunto: '¿Disfruto levantarme a las 4 de la mañana? ¿Disfruto entrenar? Sí. ¿Sigo jugando a un alto nivel? Sí. ¿Estoy lesionado? No'". Así que estoy bien. Así que voy a seguir jugando. Mi objetivo es ir a la NFL. No lo hago solo por diversión. Obviamente, me divierte, pero mi objetivo es ir a la NFL y darle a mi familia una vida mejor. Y sí, en eso consiste".