El nuevo defensivo de los Commanders tiene mucho por aprender en su nueva disciplina, pero intenta seguir los pasos de Jordan Mailata
El nuevo fichaje de los Washington Commanders, T.J. Maguranyanga, era un extremo de rugby muy respetado, que incluso jugó en el ASM Clermont Auvergne francés, pero ver vídeos de la leyenda de los Baltimore Ravens, Ray Lewis, encendió su sueño de la NFL.
Nacido en Harare, Zimbabue, Maguranyanga se mudó a Sudáfrica a los 12 años. Después de una breve estancia en Durban, fue a la preparatoria en St. Stithians, Johannesburgo, Sudáfrica, y participó en baloncesto y atletismo.
Sin embargo, el rugby union fue donde destacó inicialmente y fue ascendiendo de categoría hasta llegar a Clermont, un club prestigioso en el que jugó del 2021 al 2024. Mientras seguía jugando al rugby, el legendario Lewis fue su puerta de entrada a la obsesión por la NFL.
Maguranyanga, quien se ha convertido en edge rusher, le contó a ESPN los orígenes de su interés por el fútbol americano: "Empezó cuando era un poco más joven, simplemente viendo a Ray Lewis y los Ravens.
"Me parecían muy inspiradores, solo el aspecto físico del juego, así que veía vídeos de Ray Lewis antes de jugar al rugby. Ahí empezó todo".
Mientras que muchos talentos del NFL International Pathway Program y la NFL Academy no conocían el deporte antes de empezar a practicarlo, Maguranyanga siempre mantuvo lo que parecía un sueño lejano de jugar en la liga.
Él dijo: "El año pasado, cuando salió el documental sobre el IPP, lo había estado viendo mucho y esperaba que esto fuera lo que iba a poder hacer. Desde que era bastante joven, tenía un poco de delirio, pensando que iba a ser un atleta de dos deportes.
"Iba a jugar al rugby profesional y luego cambiar a jugar al fútbol americano. Ese siempre había sido mi sueño.
"Redacté un correo electrónico, pero decidí no enviarlo. Solo recé por ello. Pensaba: 'Si esto es parte del plan de Dios para mí, entonces en algún momento en el futuro, la NFL se pondrá en contacto conmigo'".
Sus oraciones parecieron ser respondidas poco después. Se le propuso participar en las pruebas del IPP el día después de que terminara su temporada con el Clermont el año pasado. Algunas de las habilidades que aprendió en el rugby, las aplicó en su entrenamiento para las posiciones de edge rusher.
Maguranyanga, quien jugaba en el ala --como un corredor combinado con un receptor abierto-- explicó: "Ser capaz de seguir a los defensores y salir de la línea de scrimmage muy rápidamente, esas son cosas que se traducen muy bien entre los dos deportes, al igual que el tamaño y el atletismo".
"Tenemos a tipos que vienen de jugar contra tipos grandes en el rugby y será lo mismo que el fútbol americano".
Sin embargo, ha tenido que hacer algunas adaptaciones: "En el fútbol americano hay muchos más cortes y cambios de dirección, y correré a una altura mucho menor.
"En el rugby, podemos correr prácticamente erguidos y entrar en contacto, pero en el fútbol americano, quieres mantener todo bastante bajo y compacto".
El defensivo anticipa que muchos más jugadores de rugby harán el cambio al fútbol americano: "Es un movimiento atractivo.
"Creo que el rugby, y en particular los jugadores de rugby, nuestras características funcionarían bien en la NFL y definitivamente lo hemos visto con tipos como Jordan [Mailata, quien jugó rugby league antes de unirse a los Philadelphia Eagles a través del programa IPP].
"Creo que los visores de la NFL estarán muy atentos a los jugadores de rugby para convertirlos en jugadores de fútbol americano".
En términos generales, la NFL es significativamente más lucrativa económicamente que el rugby league y el rugby union. El linebacker zimbabuense Nate Landman --quien recientemente fichó por Los Angeles Rams-- tiene un salario base de 1.1 millones de dólares para el 2025, según Over The Cap. En el rugby, esto lo convertiría en uno de los jugadores mejor pagados del mundo.
El mismo sitio web afirma que el receptor abierto de los Jacksonville Jaguars y ex extremo de Gales, Louis Rees-Zammit --quien no jugó en su primera temporada en la NFL después de pasar por el IPP-- tiene un salario anual de 840,000 dólares, según el mismo sitio web. Esto sería más del triple de su salario declarado en Gloucester.
La desventaja es que Maguranyanga tendrá que competir ferozmente por minutos en un deporte en el que tiene poca experiencia. Sin embargo, al ser de una familia que es prácticamente realeza deportiva en Zimbabue, no recibe más que ánimos en su país.
"Desde el principio, creo que lo entendieron de verdad", dijo. "En cuanto salió la palabra NFL, se les iluminaron los ojos. Definitivamente captan la gravedad y la magnitud de lo que estoy buscando ahora mismo".
Probablemente, Maguranyanga tendrá la oportunidad de demostrar su valía en la pretemporada de agosto, antes de que comience la nueva temporada el 4 de septiembre.
Es poco probable que desempeñe un papel importante para los Commanders al principio, pero dado el éxito de Mailata en el Super Bowl para los Eagles en el 2025, los conversos del rugby en el NFL IPP pueden ahora, más que nunca, atreverse a soñar.