Después de sorprender en el pasado Campeonato Mundial Femenil, la selección española no estará en la antesala de los Juegos Olímpicos
El 19 de febrero de 2025, la Federación Española de Fútbol Americano (FEFA) informó a la Federación Internacional de Fútbol Americano (IFAF) que, por motivos presupuestarios, renunciaba a la plaza que la selección femenina de Flag Football había conseguido para los World Games de China 2025.
Los World Games (TWG) son, hasta ahora, el escenario más importante a nivel mundial para el Flag Football, a la espera del debut de la disciplina en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028.

Para esta edición, que se celebrará en Chengdu, China, del 14 al 17 de agosto, TWG invitó únicamente a las siete mejores selecciones femeninas del mundo, además del equipo del país anfitrión. Es decir que esta competencia, considerada la antesala olímpica está reservada sólo para la élite del Flag Football.

La clasificación se definió en el Campeonato del Mundo disputado en Lahti, Finlandia, en agosto de 2024. Antes del inicio del torneo, la IFAF había notificado a todas las federaciones que los siete primeros equipos femeninos obtendrían un cupo directo a TWG. Además, las invitó a expresar, aunque sin obligación, su intención de aceptar o declinar dicha clasificación en caso de obtenerla.
La Selección Española Femenina de Flag Football llegó hasta los cuartos de final en Finlandia, donde "estuvo a punto de protagonizar la sorpresa del torneo: se fue al descanso con ventaja y logró contener a Estados Unidos (las tricampeonas del mundo) a solo tres touchdowns, pero finalmente perdió por cuatro puntos, 18-14", relata la página oficial de la IFAF. Aun así, España consiguió el sexto lugar en el Campeonato del Mundo y logró, por primera vez en su historia, el pase a los exclusivos World Games.
En ese momento, la FEFA no respondió a la solicitud de la IFAF, pero tampoco dio señales, formales ni informales en los cinco meses siguientes de que considerara renunciar a la plaza, incluso mientras ya se llevaban a cabo reuniones de logística entre la IFAF y los equipos clasificados… hasta aquel 19 de febrero.

"Desgraciadamente no fue nada difícil, fue facilísimo. 'Tenéis que ir, no podemos'", relató Xisco Marcos, gerente general de la FEFA, sobre el momento en que se informó a la IFAF de la baja de la selección femenina.
La IFAF tenía que actuar rápidamente. El reglamento de los TWG establece que "las Federaciones Internacionales deberán enviar los nombres de sus participantes (en este caso, países) al Comité Organizador local lo antes posible después del 1° de enero del año en el que se celebran los World Games".
Por ello, ese mismo 19 de febrero, la IFAF informó al Comité Organizador que la plaza que ocupaba España sería otorgada al siguiente país con mejor resultado en el Campeonato del Mundo: Italia, quien aceptó la invitación inmediatamente.
Un par de días después, la FEFA volvió a contactar a la IFAF. "Solicitamos una prórroga, y les pedimos si nos podían dar 45 días… para ver si podíamos enviar mails a tutiplén y ver si podíamos llegar a una solución. IFAF nos la denegó", explicó Marcos.
"Para entonces, el proceso para reemplazar a España con el siguiente equipo mejor clasificado ya estaba en marcha, y la Asociación Internacional de World Games ya había sido informada formalmente de la retirada", señaló la IFAF.
Una vez cedida la plaza, se le solicitó de forma estándar a la FEFA que no hiciera ninguna comunicación pública hasta que la IFAF informara a sus propios actores clave a través de los canales adecuados.
Mientras tanto, la Selección Española Femenina de Flag Football se concentraba en Madrid y Barcelona para las visorias de jugadoras como parte de la preparación para los TWG.
"Teníamos programadas pruebas, las más grandes que España había tenido jamás, especialmente para el equipo femenino… Obviamente todos vieron que el equipo se había clasificado para los World Games, los Juegos Olímpicos se acercan…y especialmente para las mujeres, es una disciplina en la que realmente pueden destacar", comentó Kenny Bello, entrenador ofensivo de la selección española, en el podcast WTFlag.
La preparación avanzaba, pero la realidad era otra: España ya estaba irreversiblemente fuera de los TWG, aunque su federación aún no se lo había comunicado.
"Me despierto el domingo por la mañana… y tengo un mensaje de un entrenador suizo que se había enterado por el equipo italiano que 'España se ha retirado de los World Games'... así fue como los entrenadores y las jugadoras se enteraron", describe Bello.
Las jugadoras, confundidas por la noticia, buscaron respuestas directamente de su federación, que confirmó la renuncia a la plaza por falta de presupuesto.
"No tenemos dinero para ir a China, nos cuesta más de 70,000 dólares irnos, y no los tenemos", narró Xisco Marcos.
La cifra sorprende, ya que el comité organizador de TWG ha confirmado que todos los gastos en el lugar, incluyendo traslados desde y hacia el aeropuerto, transporte local, alojamiento, tres comidas al día y otros servicios dentro de la villa de atletas, están completamente cubiertos para jugadoras y entrenadores por el propio comité organizador.
Además, los ciudadanos españoles están exentos de visado para entrar a China por estancias menores a 30 días, lo cual elimina también cualquier gasto consular.
Con la mayoría de los costos principales cubiertos, el único gasto real que enfrentaba la Federación eran los vuelos redondos, que oscilaban entre 1,000 y 2,000 euros por persona. Con 12 jugadoras y dos entrenadores, el gasto total dista mucho de los 70,000 dólares mencionados.
"Ellas [las jugadoras] proponían muchas soluciones, pero todas eran realmente irreales, porque decían, 'lo pagamos nosotras', eso no se puede hacer, la ley del deporte prohíbe que eso ocurra", explicaba Xisco.
Sin embargo, no parece haber una normativa nacional en el Código de Buen Gobierno del Consejo Superior de Deportes ni los estatutos públicos de la FEFA, que prohíba expresamente que los deportistas cubran parte de sus gastos para representar al país, ni una obligación legal que imponga a las federaciones asumirlos por completo.
Por el contrario, hay precedentes de deportistas que han financiado su participación en competencias internacionales oficiales, incluyendo a la propia Selección Femenina de Flag Football. "En el Mundial de Grosseto 2014, hubo que pagar una parte… Para el Campeonato Europeo de 2023 en Irlanda lo pagamos íntegramente las jugadoras", relata una seleccionada española que pidió anonimato.
"Ya no era solo una cuestión de dinero, sino de coherencia. Ya habíamos dicho, con pesar, que no podía ser, y teníamos que mantenernos firmes. Al final, yo acabo de entrar y me toca poner las cosas en blanco y negro", detalló Marcos.
Xisco Marcos, exjugador de los Barcelona Dragons, fue nombrado gerente general de la FEFA el 10 de febrero de 2025. Su plan deportivo no considera prioritaria la participación en los TWG. "Los World Games son una cuestión de ego, obviamente y de poder competir con los mejores, y es un orgullo estar ahí…(pero) si tengo que gastar un euro que no tengo, lo gastaré en un programa escolar. No será en ir, porque, además, vuelvo a lo mismo: ellas ya van a un Europeo", sostuvo.
Más allá del valor simbólico, la participación en los World Games tiene implicaciones concretas: la IFAF otorga puntos para el ranking mundial únicamente en torneos oficiales, como los Campeonatos Mundiales, los Continentales y los propios World Games. Es decir, según su desempeño en China, España podría haber sumado unidades que influyen en su posición mundial para la clasificación de torneos internacionales, como el Mundial del 2026 y el Continental del 2027.
Esta acumulación de puntos cobra aún más relevancia de cara a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028. Cada torneo previo, especialmente aquellos que otorgan puntos para el ranking mundial, puede generar un efecto mariposa rumbo a esa cita. Es decir, no solo sirven como preparación deportiva, sino que también podrían influir en los procesos de clasificación hacia 2028, que aún están por confirmarse.
La inclusión del Flag Football en el programa olímpico ha sido celebrada alrededor del mundo como un hito histórico para el deporte; sin embargo, desde la dirección deportiva de la FEFA, no ocupa un lugar central en la planificación actual.
"Que seamos olímpicos lo único que nos da es un buen altavoz, pero estoy cansado de ver deportes olímpicos que no van a ningún lado porque no hacen nada más que ser olímpicos… Ahora mismo me saca de quicio ver que hay gente que porque está en el ciclo olímpico tiene unas ventajas. Nosotros estamos y vamos a intentar aprovechar la ola, pero nuestro proyecto no tiene nada que ver. Si no nos hubieran hecho olímpicos, nuestro proyecto era el mismo; solo queremos crecer", afirma Xisco Marcos.
Finalmente, el 28 de febrero, la IFAF hizo pública la noticia a través de un comunicado oficial. El mensaje era breve pero claro y confirmaba lo que hasta entonces solo se comentaba en voz baja. Esa misma tarde, la FEFA emitió su propio comunicado.
La reacción no tardó en llegar. Varias jugadoras intentaron visibilizar la situación en medios y redes, con cautela, conscientes de los riesgos que implica alzar la voz dentro de una estructura federativa, pero determinadas a señalar lo que, aseguran, no es un hecho aislado, sino un patrón que se ha repetido con el tiempo.
"Esto no solo es una cosa de los World Games, esto lleva pasando años… Que ganáramos el Campeonato Europeo en 2019, que en 2023 quedáramos en segundo, que sacáramos la plaza de los World Games fue un milagro, viendo todos los impedimentos que nos ponen", expresaba la seleccionada española.
No era la primera vez que la selección femenina de Flag Football quedaba fuera de una cita internacional por decisión de su propia federación: en 2014 fueron dadas de baja del Mundial en Miami y en 2018 tampoco asistieron al Mundial en Panamá, pese a haber ganado la medalla de bronce en el Europeo del año anterior.
Y cuando situaciones como esta se repiten, el impacto va más allá de una única competición. "Para esas jugadoras que han trabajado duro con la idea de que, si logran esto, esa será la recompensa, ¿cómo las motivamos ahora? ¿Cómo recuperamos la confianza para volver a intentarlo, para volver a entregarse, a poner no solo sus vidas en pausa sino sus cuerpos en juego?", se pregunta el entrenador Kenny Bello. "¿Cuál es la promesa de que no les será arrebatado otra vez?"
Desde la dirección deportiva hubo espacio para la autocrítica. "Lo que tenemos que hacer como adultos es tomar nota y trabajar mejor para que el año que viene no estemos en esta situación", señaló Xisco Marcos.
La sensación de ilusión por las oportunidades venideras, y la inagotable lucha que define a la selección femenina de España por mantenerse entre los mejores equipos del mundo y competir en los escenarios más importantes, convive nuevamente con la decepción y una creciente desconfianza hacia su federación, que les ha dado un mensaje claro una y otra vez: los logros en el campo no siempre garantizan las oportunidades que los acompañan. Ante esta realidad, las jugadoras también expresaron lo que esperan de las instituciones que las representan y que tienen responsabilidad de protegerlas:
"Necesitamos que nuestra federación invierta en el deporte femenino, que invierta en el Flag Football, que nos deje a las jugadoras centrarnos en prepararnos y competir, y que todo lo que sea la participación que nos hemos ganado en los campos esté garantizada, que si las chicas o los chicos se siguen ganando las posiciones en los campos, no se puedan quitar en los despachos", reflexionó otra seleccionada nacional.