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Rafael Zamorano 7y

El primer round de la Ronda de Comodines fue para los locales

MÉXICO -- Tras jugarse la primera mitad de la Ronda de Comodines, seguimos a la espera de que los visitantes opongan resistencia.

Tanto en el juego celebrado entre Oakland Raiders y Houston Texans, como en el compromiso entre Detroit Lions y Seattle Seahawks, las victorias fueron para los locales, y en ambos casos, llegaron de manera holgada.

La primera impresión es compartida para ambos encuentros: las derrotas de Raiders y Lions tuvieron más que ver con lo que no pudieron hacer, que con lo logrado por Texans y Seahawks, respectivamente, sin que por ello se les reste mérito.

En el juego de la tarde,, la ausencia de Derek Carr simplemente fue un obstáculo demasiado complicado de librar para la ofensiva de Oakland. No obstante, no fue la única ausencia de peso. El tackle izquierdo de Pro Bowl, Donald Penn, se perdió el juego por lesión, y hubo un lapso en el partido en que el centro de Pro Bowl, Rodney Hudson, también estuvo marginado. En el transcurso del juego, los Raiders también perdieron al receptor abierto Michael Crabtree y al apoyador Malcolm Smith.

Ante tantas bajas, los Raiders sufrieron demasiado para hilar jugadas positivas y mover el ovoide, al tiempo que brindaron oportunidades una y otra vez para que defensivos de Houston --Jadeveon Clowney, Whitney Mercilus, A.J. Bouye, entre otros-- se lucieran con jugadas importantes.

El mariscal de campo de los Texans, Brock Osweiler, no tuvo un gran partido, pero no lo necesitó. Mostró un par de chispazos aquí y allá, pero en general fue un desempeño gris que bastó para llevarse una victoria más sencilla, incluso, de lo que revela el marcador.

Para los Lions, la situación fue todavía peor. Entraron a la postemporada de reversa, perdiendo los últimos tres partidos de la campaña regular --todos ante equipos de playoffs de la NFC-- y la tendencia no cambió en Seattle.

La ofensiva sufrió de balones dejados caer, el juego terrestre fue inexistente, y la defensiva fue completamente permisiva con los acarreos de Thomas Rawls, quien aprovechó la noche para imponer marca de los Seahawks en postemporada al acumular 161 yardas en 27 acarreos, uno de ellos para touchdown.

Los Seahawks también aprovecharon una noche excepcional del receptor abierto Paul Richardson en el rubro de las atrapadas a una mano, y el yerro de Steven Hauschka en una patada de punto extra, nuevamente, no les trajo consecuencias.

Pocas veces nos referimos a la actuación de los oficiales, porque usualmente las equivocaciones son para ambos bandos. No obstante, en el juego de Seattle, vale la pena hacer notar que varias llamadas dudosas fueron siempre en contra del visitante. La atrapada de anotación de Richardson se hizo al mismo tiempo que el receptor cometió una flagrante interferencia ofensiva sobre el esquinero Tavon Wilson, y hubo una escapada de Rawls que debió haber sido anulada tras un bloqueo por la espalda en campo abierto del mariscal de campo Russell Wilson. Esas fueron posiblemente las más escandalosas, pero no fueron las únicas. Eso sí, hay que aclarar que los Seahawks dominaron el partido y hubieran resultado vencedores, a mi juicio, sin estos errores.

Para la jornada dominical, el sentimiento generalizado es que los Miami Dolphins llegarán a Heinz Field con la etiqueta de víctimas ante los Pittsburgh Steelers, y el Football Power Index de ESPN les concede apenas una probabilidad de triunfo de 23.3 por ciento, a pesar de que los Dolphins superaron por 30-15 a los Steelers durante la campaña regular.

En el caso de los New York Giants, las cosas no pintan mucho mejor. De acuerdo al Football Power Index de ESPN, cuentan con apenas el 29 por ciento de probabilidades de salir con vida de su choque ante los Green Bay Packers en la tundra de Lambeau, con todo y que los mariscales de campo de ambos cuadros, Eli Manning y Aaron Rodgers, cuentan con el mismo número de triunfos en postemporada (dos) en dicho inmueble.

Habrá que esperar hasta el domingo para saber si alguno de los visitantes, los equipos comodines, logra dar la sorpresa y elimina a uno de los campeones divisionales en competencia. Las probabilidades indican que no, pero habrá quien nos recuerde aquella frase de que "Un domingo cualquiera...".

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