JACKSONVILLE, Fla. -- Cuando el entrenador en jefe de los Jacksonville Jaguars, Doug Marrone, anunció tras la derrota del jueves en la noche que habrá una competencia abierta para determinar quién será el quarterback titular, en esencia comenzó la cuenta regresiva para el final de la era de Blake Bortles en Jacksonville.
Quizás le gane la competencia a Chad Henne -- y Brandon Allen, aunque Marrone dejó bastante claro que es una carrera entre dos -- y se quede con el puesto que ha tenido desde la Semana 4 de su temporada de novato. Si ese es el caso, entonces Bortles quizás aún tenga un futuro con el equipo que los seleccionó con el tercer turno global en el 2014.
Pero si Henne -- como se espera -- se gana el puesto, los Jaguars tendrán que decidir que será lo que harán con Bortles.
Los Jaguars podrían quedarse con él el roster para darle un suplente con experiencia que conoce el sistema ofensivo en caso que Henne se lesione. Sin embargo, eso representa un problema caro.
Los Jaguars ejercieron su opción de quinto año sobre el contrato de Bortles que le pagaría $19.053 millones en el 2018. Esa cantidad es garantizada solo si existe una lesión, lo que significa que si Bortles se lesiona de tal manera que no pueda pasar un examen físico para jugar el año próximo, los Jaguars tendrían que pagarle aún si no puede jugar.
Si los Jaguars se quedan con él para ser el suplente de Henne, existe una posibilidad que eso ocurra. Se podría lesionar en un partido en el cual Henne no pueda jugar. Eso es un riesgo grande que en realidad no vale la pena tomarse. Los Jaguars también optar por mantener a Bortles y Allen en el roster, pero dejar a Bortles inactivo cada semana y que Allen sea el número dos.
Pero eso no sería práctico y ocupa un puesto en el roster - y basado en los vimos el jueves en la noche contra los Tampa Bay Buccaneers, los Jaguars no se pueden dar el lujo de gastar un puesto en el roster en un tercer quarterback. Necesitan ayuda en otras áreas, particularmente en la línea ofensiva, la secundaria y con los linebackers.
La otro opción sería cortar a Bortles. Una vez los Jaguars envíen a Bortles a la banca por Henne, no hay un puento de regreso. Bortles ya no será parte de los planes del equipo y no habría un beneficio en mantenerlo en el roster. Habrá que comerse su salario garantizado de $3.24 millones para el 2017, pero elimina la posibilidad que se lesione y que el equipo esté potencialmente obligado a pagarle más de $19 millones.
Eso también estaría en los mejores interestes de Bortles, ya que le permitiría una oportunidad para comenzar de nuevo como suplente en otro lugar con la oportunidad de eventualmente competir para un puesto titular.