La NFL tiene una nueva herramienta para suspender al linebacker de los Chicago Bears, Danny Trevathan, por el brutal golpe que le dio al receptor abierto de los Green Bay Packers, Davante Adams, el jueves por la noche. Si no se usa en esta instancia, entonces, es justo creer que nunca la usarán.
Durante el receso de temporada, el comité de competencia de la NFL anunció que ciertos golpes ilegales, previamente sancionables con una penalización de 15 yardas, podrían ser objeto de una expulsión inmediata o una suspensión en la primera ofensiva, en ese tiempo, el vicepresidente ejecutivo de la NFL, Troy Vincent dijo que la liga quería eliminar golpes que él llamó "catastróficos", utilizando el máximo nivel de disuasión.
Es difícil encontrar una mejor palabra para describir lo que Trevathan hizo en el tercer cuarto el jueves por la noche. Múltiples defensivos de los Bears tenían a Adams acorralado en la zona de anotación cuando Trevathan bajó la cabeza y lo golpeó de frente en la cara, lo suficientemente fuerte para hacer volar su protector bucal. Fue ambas cosas, un golpe ilegal y excepcionalmente sucio, considerando que Adams no iba a avanzar más.
Los jugadores de los Packers llamaron de inmediato a las asistencias médicas, mientras Adams estaba tendido en el terreno de juego sin moverse. (El equipo reportó después que Adams estaba consciente y tenía movimiento en todas las extremidades de camino al hospital).
El árbitro John Hussey impuso una sanción de 15 yardas por lo que llamó un "golpe en la cabeza". De manera más específica, probablemente quiso decir un golpe ilegal con la corona de su casco. Hussey debería estar bajo fuerte escrutinio de la NFL por equivocarse al no expulsar también a Trevathan.
La NFL no tiene una regla mandatoria para expulsar en esas circunstancias, pero provee a los árbitros la discrecionalidad para hacerlo cuando ocurre una falta flagrante. En la Semana 1, por ejemplo, el árbitro John Parry expulsó al esquinero de los Seattle Seahawks, Jeremy Lane, porque pensó que éste había lanzado un golpe.
En el libro de reglas de la NFL, "flagrante" se define como "extremadamente objetable, conspicuo, innecesario, evitable o gratuito".
El oscuro episodio del jueves es precisamente lo que la NFL estaba tratando de evitar con su iniciativa del receso de temporada. Sería increíble que Trevathan esté elegible para jugar con los Bears en el próximo partido, programado el 9 de octubre, contra los Minnesota Vikings.