Tom Brady ha construido su legado en la bolsa de protección, pero nunca había trabajado con tanto apuro como en 2017.
En la victoria del domingo por la noche de los New England Patriots sobre los Atlanta Falcons por 23-7 en lo que estuvo lejos de ser un duelo entre equipos que disputaron el más reciente Super Bowl, Brady fue capturado sólo dos veces, lo cual no refleja la inseguridad –tampoco demasiada—con la que el pasador trabaja en la bolsa de protección.
La defensiva de los Falcons trabajó con rapidez para presionar a Brady, quien anticipó cómo sería su noche cuando sufrió la primera captura a manos de De'Vondre Campbell, quien encontró la vía libre por el lado izquierdo de la línea ofensiva de Patriots para capturar al pasador por la espalda y con un buen y legal golpe.
En la siguiente jugada, Brady logró conectarse con Rob Gronkowski en un pase de 43 yardas en una acción en la que fue presionado y fue golpeado justo después de soltar el ovoide.
Brady resultó golpeado inútilmente, pues la acción fue anulada por un castigo de interferencia ofensiva de Gronkowski.
Más adelante, la presión y la captura llegaron por el lado derecho de la línea ofensiva en una acción en la que Brady intentó escabullirse.
Hasta ahí quedaron las capturas, pero la ansiedad se mantuvo el resto del encuentro.
A diferencia de otros años, Brady ha tenido que lanzar en 2017 con los defensivos prácticamente encima o bailando dentro de la bolsa de protección y los números reflejan por qué.
Con 18 en siete juegos, Brady ya fue capturado en más ocasiones que en 2016, cuando sufrió 15 capturas. De seguir con este ritmo, el pasador de New England empataría el total más alto de su carrera de 41 capturas, el cual registró en 2001, su primer año como titular.
La temporada más reciente en la que Brady estuvo más expuesto a las defensivas rivales fue la de 2013, cuando fue capturado en 40 ocasiones.
Ante Atlanta, Brady lanzó con mayor tranquilidad cuando sus corredores tenían la asignación de bloquear, sin embargo, la línea ofensiva de los Patrits debe mejorar su desempeño para no limitar la posibilidad de que el ataque terrestre apoye a Brady.
Exponer tanto a Brady sólo aumenta el riesgo de que sufra alguna lesión que, al mismo tiempo, acorte las expectativas de que el quarterback de los Patriots no pueda extender su carrera como lo desea.