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Eagles ganan viaje al Super Bowl con básico, pero eficiente, plan de juego

Dominio de la trinchera a ambos lados del balón, una ofensiva balanceada, un ataque terrestre con un corredor versátil y otro corpulento y ejecución en los momentos clave.

Son puntos básicos de cualquier plan de juego que los Philadelphia Eagles ejecutaron prácticamente a la perfección para dominar a unos Minnesota Vikings que llegaron al Juego de Campeonato con una fisonomía similar, además de una fuerte dosis de motivación tras superar de forma increíble la Ronda Divisional.

Salir de su ambiente no ayudó en nada a unos Vikings que buscaban ser el primer equipo en la historia en disputar el Super Bowl en su propio estadio.

Con la derrota de Minnesota, los equipos que juegan bajo techo dejaron su marca en 0-13 cuando disputan una final de conferencia al aire libre.

Además del frío que les dio a los Vikings a jugar fuera de su estadio, los Eagles desinflaron el ímpetu de Minnesota y borraron a su rival del campo con un contundente golpe defensivo a la quijada en los primeros rounds y del que los Vikings no pudieron recuperarse.

Después de que Case Keenum puso al frente a Minnesota en su primera serie, la línea defensiva de los Eagles se arremangó y presionó sin cesar al pasador con fuerte empuje en el centro de la trinchera y velocidad en los extremos.

Los alas defensivos Chris Long y Derek Barnett capitalizaron la presión por los extremos de la línea de scrimmage al provocar el primero la intercepción devuelta para touchdown que desencadenó la euforia en Philadelphia con un certero golpe al brazo de Keenum cuando soltaba el pase y crear el segundo el balón suelto que preparó el pase de touchdown de 53 yardas de Nick Foles a Alshon Jeffery que prácticamente sentenció el juego al darle ventaja a Philadelphia de 21-3 en el segundo cuarto.

Al ataque, Foles tuvo el mejor juego de su carrera al ejecutar con efectividad el plan de juego creado para contrarrestar la agresividad de la línea defensiva de los Vikings con ayuda de pases pantalla que generaron buenas ganancias.

Sin embargo, la clave del triunfo de los Eagles estuvo en su capacidad para mantener sus ataques con vida, luego de hacer buenas 10 de 14 conversiones en tercera oportunidad.

Tras perder a Carson Wentz (rodilla), los Eagles no habían tenido éxito en conversiones de tercera oportunidad y 10 o más yardas. Ante los Vikings terminaron 2 de 3 en esa situación, incluido el pase de touchdown de 53 yardas de Foles a Jeffery.

Los Vikings realmente comenzaron a jugar mal desde el tercer cuarto de su duelo de Ronda Divisional ante los New Orleans Saints, a quienes les permitieron recuperarse de un déficit de 17 puntos.

La defensiva de Minnesota, que terminó como la mejor en puntos permitidos por juego con 15.8 en temporada regular, permitió 55 puntos –no se incluye la intercepción devuelta para touchdown de la defensiva de Philadelphia—en sus últimos seis cuartos (9.1 por periodo) de la campaña ante Saints y Eagles.

De visita, los Vikings habían permitido sólo cuatro veces 23 o más puntos y en promedio toleraron 19 por juego. La ofensiva de Philadelphia les anotó 31 en tres cuartos tras la intercepción que Peterson regresó para anotación.

Terminar con la mejor marca en la NFC fue lo mejor que pudieron hacer los Eagles, que así obligaron a los Vikings, que terminaron el segundo mejor récord de la conferencia, a salir de su ambiente y a jugar bajo las condiciones que más se ajustaban al estilo de juego de Philadelphia.