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Adquisiciones de temporada baja de Patriots respondieron bajo presión

FOXBOROUGH -- El esquinero Stephon Gilmore y el receptor abierto Brandin Cooks fueron las dos mayores adquisiciones de temporada baja para los New England Patriots, y los dos se han convertido en amigos cercanos en los últimos 10 meses.

Que ambos tuvieran probablemente sus mejores actuaciones en el partido más importante de los Patriots --la victoria del domingo, 24-20, sobre los Jacksonville Jaguars en el Juego por el Campeonato de la AFC-- fue una de las tramas de una noche memorable en el Gillette Stadium.

"Ese es mi muchacho, ese es mi chico", declaró Gilmore. "Llegamos juntos aquí y nos llevamos bien desde la primera vez que nos vimos. Siempre nos enviamos mensajes cuando pasan cosas y tratas de mantenerte positivo".

No siempre ha sido positivo en las estaciones de radio deportivas en New England cuando se habla de las contribuciones de Gilmore y Cooks esta temporada, principalmente por las grandes expectativas con las que llegaron, considerando lo que pagó el equipo por adquirirlos: un contrato por cinco años y 65 millones de dólares para Gilmore y una selección de primera ronda del draft a los New Orleans Saints a cambio de Cooks.

Muchos parecían esperar más, a pesar que ambos jugadores asumieron puestos titulares, pero el domingo, pocos pudieron discutir su valor a medida que realizaban jugadas clave en la victoria.

Comencemos con Gilmore, cuyo pase desviado en cuarta y 15 a finales del último cuarto esencialmente selló el resultado. La describió como la jugada más importante que ha hecho en su carrera, que incluye 40 partidos a nivel colegial en South Carolina.

"Simplemente el momento en que la hice, el Juego por el Campeonato de la AFC, el escenario más grande jugando en la NFL", declaró. "He hecho jugadas como esa antes, pero es simplemente el momento en el que la hice. Me anticipé un poco la jugada y voltee hacia el receptor. Es lo que siempre nos enseñan nuestros entrenadores --ir a buscar el balón-- y pude hacer una jugada".

Uno de los aspectos importantes de esa jugada fue que se produjo luego que Gilmore había estado en cobertura en un pase de 29 yardas por la banda izquierda que movió a los Jaguars a territorio de New England.

"Debes seguir jugando", sentenció. "Tiraron al hombro de atrás, tenía mi cabeza alrededor y lo había lanzado por dentro. Así sucede a veces, sobre todo cuando juegas de la manera que juego".

Por su parte, Cooks terminó con seis recepciones para 100 yardas y cuando se considera que provocó castigos de 32 y 36 yardas contra los talentosos esquineros Jalen Ramsey y A.J. Bouye, eso significa 168 yardas de ofensiva total.

"Brandin hizo muchas jugadas grandes. Fue importante para nosotros", señaló el mariscal de campo Tom Brady. "Hemos hablado mucho y tengo mucha seguridad y confianza en él. Es un jugador increíble".

Cooks, quien lideró a los Patriots al participar en el 92.7 por ciento de las jugadas ofensivas en temporada regular y terminó con 65 recepciones para 1,082 yardas y siete touchdowns, hace tiempo que anhelaba participar un juego importante y ser tomado en cuenta por Brady.

"Trabajamos para esto", expresó. "Practicamos e tratamos de ganarnos su confianza, así que es fantástico poder estar en esa posición".

En cuanto a la conexión entre Cooks y Gilmore, se extiende hasta el campo de prácticas.

"Nos presionamos. Él es difícil de cubrir en las prácticas", indicó Gilmore, de 6 pies con 1 pulgada de estatura y 190 libras de peso, quien es conocido por su estilo de juego físico. "Me permite estar listo para otros receptores en la liga. Así que mejoramos día a día. Es un gran jugador y un gran compañero.

"Pasas por cosas algunas veces y no siempre es en el campo, puede ser fuera del campo. Así que tratamos de mantenernos positivos, apoyarnos".

Es una dinámica que comenzó a formarse hace 10 meses, cuando se volvieron compañeros por primera vez.

El domingo, cuando no podía haber algo más grande en juego, se levantaron juntos para entregar uno de sus mejores trabajos hasta ahora.