El ex liniero ofensivo de la NFL, Richie Incognito, fue arrestado el lunes en Scottsdale, Arizona, acusado de desorden público y de hacer amenazas en una funeraria donde su padre era velado.
Los delitos son considerados menores.
De acuerdo al reporte de la policía dado a conocer el martes, Incognito entró a la funeraria de nombre Messinger Pinnacle Peak Mortuary y comenzó a actuar de forma errática frente a cuatro empleados, que llamaron a la policía cuando el ex jugador usó su mano como pistola y dijo a uno de los trabajadores que tenía “una camioneta llena de armas” en el estacionamiento.
Más tarde, la policía encontró dos pistolas Glock, un silenciador y tres rifles en el auto de Incognito, quien dijo a los oficiales que tenía los permisos correspondientes.
De acuerdo al reporte, Incognito “pareció tener falta de concentración y no pudo mantener ideas coherentes y habló de varias cosas que no tenían relación”.
La policía también notó que las “actitudes (de Incognito) eran erráticas al ser muy respetuoso con el oficial e, inediatamente, alzar la voz y exigir que le quitaran las esposas”.
La policía de Scottsdale confirmó que Incognito había pagado $20,000 de fianza el martes. Se programó una conferencia previa a un juicio para el 27 de agosto en la Corte Municipal de Scottsdale.
Incognito anunció el domingo en Twitter la muerte de su padre el sábado.
Un empleado de la funeraria dijo a la policía que la familia de Incognito no le iba a permitiría asistir al funeral y que el ex jugador no cooperaba con su hermano en la firma de los papeles para cremar a su padre.
Tras ingresar a la funeraria, Incognito comenzó a “hablar sobre cosas sin sentido”, dijo un empleado a la policía y luego “camino por todo el negocio, golpeando ataúdes y lanzando cosas”. En un momento, le dijo a los empleados que quería que le cortaran la cabeza al cuerpo de su padre para que fuera estudiado.
Más tarde, Incognito entró a las oficinas de la funeraria y vio que el servicio para su padre estaba programado para el viernes.
De acuerdo al reporte de la policía, Incognito terminó por firmar los papeles para la cremación, pero luego dijo a los empleados que deseaba comprar un ataúd para enterrar a su padre. Los trabajadores le mostraron los ataúdes a Incognito, quien tomó una urna y la metió a un ataúd. También golpeó una impresora, relató un empleado.
Más adelante Incognito comenzó a hablar con un trabajador sobre sus pistolas, mientras hacía el ademán de una con la mano y la apuntaba al empleado, quien corrió hacia un cuarto de seguridad al piso inferior del negocio y dijo a la policía que Incognito le dijo que iba a matarlo.
Esta es la segunda vez que Incognito queda en custodia de la policía desde que fue cortado por los Buffalo Bills en mayo.
Dos días después de ser cortado por los Bills, Incognito fue puesto bajo custodia luego de un altercado en un gimnasio de Boca Raton, Florida, en el que la policía consideró que se encontraba en un “estado alterado y de paranoia”.
Un reporte de ese incidente obtenido por ESPN indicaba que Incognito lanzó objetos del gimnasio a los empleados y clientes del lugar y que “creía que los ciudadanos ordinarios eran oficiales del gobierno que lo seguían y grababan”.
Bajo el Acto Baker de Florida, Incognito no fue arrestado, pero fue llevado por la policía a un programa obligatorio de compromiso psiquiátrico para gente considerad apeligrosa para sí misma u otros.
Incognito, de 35 años, dijo a la agencia AP en junio que estaba de regreso en Arizona y entrenando tras pasar tres días en un hospital mental.
A inicios de agosto, dijo a TMZ Sports que había recibido llamadas de los Minnesota Vikings y Seattle Seahawks, sin embargo, el coach de los Vikings, Mike Zimmer, lo desmintió al señalar que esa información era “totalmente falsa”.
Tras llamar “mentiroso” a Zimmer en un tuit lleno de groserías, Incognito publicó otro mensaje con una disculpa al coach.
El contreovertido liniero ofensivo estuvo en el centro de una investigación por acoso (bullying) al su ex compañero en los Miami Dolphins, Jonathan Martin, en 2013, la cual terminó en una suspensión de tres meses a Incognito.
En julio, Incognito fue nombrado el “primer embajador nacional” de Boo2Bullying, una organización no lucrativa en contra del acoso con base en Los Angeles.
Courtney Cronin de ESPN contribuyó con este reporte.