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ARLINGTON, Texas -- Tras la derrota en el lunes por la noche, Jerry Jones aseguró que no vislumbra ningún cambio ni de entrenador en jefe ni de asistentes, mucho menos de jugadores o ningún movimiento de personal. Sin embargo, el rostro desencajado del dueño de los Dallas Cowboys mostraba la frustración que sintió en una derrota que ni por casualidad estaba presupuestada para los Cowboys, que cayeron 28-14 ante los Tennessee Titans ante 90,466 aficionados en el AT&T Stadium. Se suponía que era una de esos juegos que se consideraban “ganables” contra un equipo que llegó con la misma marca en triunfos y derrotas, pero con peor ofensiva y menos defensiva y para el que, además, tuvieron dos semanas para prepararse. “El único asunto de entrenadores es que los del otro equipo hicieron un gran trabajo esta noche”, señaló Jones minutos después de la derrota. “Hay que darles crédito. Tenían un buen plan de juego. Llegaron listos para detener a Zeke (Ezekiel Elliott). Fueron capaces, por alguna razón, de poner algo de presión en Dak (Prescott). No pudimos conectar algunos de los pases que quizá queríamos.  “Hicieron un gran trabajo defensivo. Nos detuvieron a la ofensiva”, agregó el también gerente general del equipo. El problema para los Cowboys es que ya es costumbre que llegan entrenadores rivales con mejor plan de juego o que ajustan rápido sobre la marcha, algo que con Jason Garrett no sucede. Ante los Titans, los Cowboys comenzaron rápido de ambos lados del balón. La primera serie ofensiva, de nueve jugadas y 55 yardas, culminó con una falla en el intento de gol de campo del novato Brett Maher. Después, una muy agresiva y rápida defensiva consiguió dos robos de balón, pero el ataque de los Cowboys apenas logró un touchdown, ya que después del segundo balón recuperado, Prescott fue interceptado. A partir de ese momento, los Titans, parecían moribundos, revivieron y prácticamente ya no voltearan atrás al apropiarse del balón con un tiempo de posesión de 34:26 comparado con el 25:34 de Dallas, producto de convertir a placer situaciones de tercera oportunidad (11 de 14) para exhibir a Garrett y a sus asistentes en las tres fases del juego, como ha sucedido de manera rutinaria en la actual y en temporadas anteriores. “Tenemos ocho partidos más. Tenemos un largo camino por recorrer en esta temporada. Queremos jugar mejor que esta noche”, señaló Jones. “Cada jugador, entrenador y persona en la oficina tiene que hacer mejor trabajo, incluyéndome a mi”. Jones agregó que de ninguna manera ve un escenario en el que cambiará de entrenador ya con la temporada avanzada, pero es un hecho que ni con la llegada de Amari Cooper, el receptor que adquirieron hace dos semanas de los Oakland Raiders por una selección colegial de primera ronda en el draft de 2019, la ofensiva lució diferente después del primer cuarto a lo que ha enseñó los primeros siete juegos de la campaña. Cooper cumplió de sobrada manera en su debut texano con cinco recepciones para 58 yardas y un touchdown, si se considera que apenas lleva seis entrenamientos con los Cowboys.
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