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La debacle en Dallas va más allá del quarterback Dak Prescott

Por fin de regreso, después de un largo y ajetreado viaje. ¡Cuántos temas por tratar después de la Semana 9!

Trataré de abordar los que más me solicitaron por Twitter.

Un tema que es obligado es la situación en Dallas. Este equipo es un barco a la deriva, un río sin cauce. Es como un adolescente buscando el significado de la vida. En resumen, es un desmadre, y espero no les ofenda la expresión. La palabra es fuerte, pero es parte de la Real Academia de la Lengua Española, y una de las definiciones es: “Juerga de desenfrenada”. Eso son los Vaqueros de Dallas: una juerga desenfrenada. Ya mencioné que no existe un rumbo fijo. Tampoco hay orden ni estructura. La respuesta es fácil, pero la solución es complicada.

Como dijo Troy Aikman en una declaración el martes por la mañana, “esta organización necesita una reestructuración total”. Eso implica no sólo al entrenador en jefe, sino también al gerente general, en este caso Jerry Jones, el dueño del equipo. No le estoy sacando la cuadratura al círculo con este comentario. Miles de aficionados de Dallas lo han clamoreado a pulmón abierto por años, pero ahora más que nunca es necesario.

La salida de Jason Garrett es inevitable. Cometió muchos errores a partir de la temporada pasada. Hay que recordar que Dallas terminó en 2017, con marca 9-7, sin contar con los servicios de Ezekiel Elliott en seis partidos. Un servidor esperaba que este fuera un punto de partida sobre el cual forjar un título de división este año, pero Garrett procedió a hacer una limpia de casi todo su grupo de entrenadores ofensivos. De acuerdo a la investigación previa al partido que recibimos, fue a instancia de Scott Linehan, su coordinador ofensivo. Entre los que salieron estuvieron Frank Pollack, coach de línea ofensiva y Wade Wilson, coach de quarterbacks. Sus lugares los tomaron Paul Alexander, un entrenador con un historial y reputación impecables, y Kellen Moore, quien NUNCA había sido coach. Salieron también los entrenadores de receptores y alas cerradas. Otros cambios, no relacionados con Linehan, fueron la llegada de Kris Richard a la defensiva secundaria y de Keith O'Quinn a tomar el lugar de Rich Bisaccia, quien se reunió con Jon Gruden en Oakland, en equipos especiales.

Richard ha sido una influencia positiva y la defensiva ha tenido una gran temporada. Es una lástima porque la ofensiva es un verdadero desastre. Mi colega Roberto Garza, quien jugó 14 años en línea ofensiva en la NFL, me explicó con lujo de detalle que Alexander es un GRAN entrenador, pero que usa técnicas no viables al estilo y tipo de jugadores que tiene Dallas en la línea ofensiva. Alexander fue despedido durante la semana de descanso. No entiendo la decisión de nombrar a Moore como coach de quarterbacks. ¿Es este joven la persona indicada para guiar a Dak Prescott?

Dejé pasar cinco párrafos antes de mencionar a Prescott a propósito. La gran mayoría de los fans de Dallas, y muchos expertos, concluyen que Dak no es el quarterback del futuro de Dallas. No estoy tan seguro. De hecho, con riesgo de incurrir al ira de las multitudes, difiero en este punto de vista. Dak necesita una asesoría que no ha tenido los dos últimos años.

No es coincidencia que su nivel bajó con el retiro de Tony Romo. Romo, como todos saben, sufrió una lesión en la pretemporada de 2016, que le abrió la puerta a Dak. Como gran profesional y persona que es, Tony prácticamente lo llevo de la mano esa temporada ayudándolo a entrenar, analizar video, descifrar defensivas rivales y ser como un compadre y amigo al cual acudimos cuando nos regaña la esposa. Sin su mentor, Dak no ha sido el mismo.

No estoy listo para tirar la toalla en la carrera de Dak como quarterback de los Vaqueros de Dallas. La razón principal es porque lo he visto jugar a un nivel excelso en una situación de gran presión. Si quieren refrescar su memoria, los invito a ver el segundo tiempo del playoff divisional entre Green Bay y Dallas el 15 de enero de 2017. Faltando 11:29 en el tercer cuarto, los Vaqueros perdían antes los Empacadores de Aaron Rodgers 13-28. Con Dak al frente, lograron empatar el marcador con una conversión de dos puntos de Dak. Y no me salgan con que ese equipo dependía de Zeke Elliott. Las grandes ofensivas de 2018, son las de Los Angeles, New Orleans y Kansas City que cuentan con Todd Gurley, Alvin Kamara y Kareem Hunt respectivamente. Sólo Aaron Rodgers y Tom Brady pueden dominar sin apoyo terrestre, pero ambos viven y operan en otra galaxia.

Dak necesita ayuda. Jared Goff parecía caso perdido hasta que llegó Sean McVay. Viendo el lado positivo de las cosas, Dallas va a extender a Dak, pero no a un precio exorbitante debido a su desempeño de los últimos dos años. Equipos que despilfarran en contratos irracionales no llegan al Super Bowl. Dallas no lo tendrá que hacer. La defensiva es de un gran nivel. La clave será en contratar al entrenador en jefe adecuado. De acuerdo a John Sutcliffe de ESPN, será Lincoln Riley. No estoy tan seguro, pero de darse sería una gran contratación. La otra decisión la tiene que tomar Jerry Jones si quiere volver a su equipo en el Super Bowl. Todo es un desastre en Dallas, pero existen los elementos para fincar un futuro ganador.

No sería justo dejar el tema del "MNF" sin reconocer el gran trabajo de los Titanes de Tennessee, en particular de una defensiva que no permitió puntos en el segundo tiempo. Me falta revisar el video que muestra los 22 jugadores. Comentar los partidos sin estar en el estadio no es fácil. No se perciben muchos detalles. Lo claro fue el dominio de los siete frontales y las presiones variadas que confundieron los esquemas de protección de Dallas. A la ofensiva, Marcus Mariota tuvo un buen partido a pesar de que no podía lanzar bien el balón debido a una lesión que afecta la sensación de su mano derecha. La directiva tendrá que decidir próximamente si le dan un contrato a largo plazo y por cuánto. Tiene sólo cinco pases de touchdown en ocho partidos, en una liga que da todo tipo de facilidades al juego de pase. Mariota, sin duda, tiene mucho talento, pero necesita mostrar más consistencia y evitar lesiones para justificar el contrato que busca.

Es lamentable la situación con la línea ofensiva de Washington. Brandon Scherff, uno de los mejores en su posición, y Shawn Lauvao, otro jugador sólido, quedan fuera el resto de la temporada, junto con Paul Richardson. Trent Williams y Morgan Moses no están fuera, pero ambos tienen lesiones que se evalúan día a día. Los Pieles Rojas iban bien como líderes de división, pero el juego contra Atlanta fue fatídico. Con las tristes situaciones en Dallas y New York, y con estas lesiones, le queda abierto el camino a Philadelphia, equipo que no ha jugado bien hasta el momento, pero que obtuvo a Golden Tate para reforzar su ofensiva.

Vaya duelo de ofensivas que vimos en New Orleans. Los Carneros sufrieron su primera derrota de la temporada. Nadie quiere perder, pero muchas veces las derrotas necesarias para identificar puntos débiles y áreas que necesitan trabajo. En este caso es la defensiva de los Carneros. A pesar de contar con Ndamukong Suh y Aaron Donald, Drew Brees no tuvo capturas, y sólo cuatro presiones, en 36 intentos de pase. New Orleans puso la muestra de cómo neutralizar a este par de torbellinos. El problema para el resto de los equipos es que no tienen el talento ofensivo de los Santos ni el genio estratégico de Sean Payton.

Cualquiera pensaría que con Suh, Brockers y Donald, esta defensiva sería un terror para sus oponentes, pero sólo tienen 22 capturas, y siete vinieron contra los 49ers de San Francisco en la Semana 7. Hicieron el canje por Dante Fowler, quien nunca justificó su selección de primera ronda en Jacksonville. Wade Phillips es un excelente coordinador defensivo, pero tendrá que demostrarlo modificando sus esquemas. No tiene la defensiva secundaria que tuvo en Denver. Marcus Peters es muy buen jugador, pero Michael Thomas le dio varias vueltas el domingo.

Hablando de defensivas, la que está jugando cada vez mejor es la de Pittsburgh. Desde que perdieron contra Baltimore un domingo por la noche, han limitado a Atlanta a 17 puntos, Cincinnati a 21, Cleveland a 18 y Baltimore a 16. Ofensivamente siguen siendo un trabuco aún sin Le'Veon Bell, pero defensivamente habían hecho mucha agua. Necesitarán este nivel defensivo porque todavía les falta por enfrentar a Carolina, Cargadores, New England, New Orleans y Cincinnati. Por cierto, a Bell le queda una semana para reportar, con fecha límite del 13 de noviembre a las 4 p.m. tiempo del este, si quiere ser elegible para jugar en 2018.

Pasando a Baltimore, fue mi selección para representar a la AFC en el Super Bowl. Todavía no los descarto a pesar de cuatro derrotas en sus últimos cinco partidos. La defensiva, que es la base de este equipo, brilló por su ausencia contra los Acereros. Nunca pudieron presionar y permitieron 10 de 16 conversiones en tercera oportunidad. No tuvieron robos de balón.

Aun así, pudieron “bajarle” el partido a Pittsburgh con un mejor desempeño ofensivo dentro de la yarda 20. Joe Flacco, claramente, está molesto cuando Lamar Jackson es parte de una jugada. No lo toma en cuenta. Hubo una situación en la que Jackson estaba alineado como receptor y estuvo en movimiento. Los defensores de Pittsburgh no lo marcaron y estaba completamente solo en las diagonales para un touchdown más que fácil. Flacco nunca volteó a verlo como opción de pase. Me sorprende la falta de madurez de Flacco y la manera como está desperdiciando un equipo que tiene con que ganar su división.

Por más que tenga “haters”, un buen fan de la NFL tiene que reconocer el don de Bill Belichick de sacarle jugo a jugadores que han sido descartados por otros equipos. Ya he mencionado el caso de Josh Gordon en otras notas. Ahora le toca a Cordarrelle Patterson, quien contra Green Bay jugó como corredor. Tuvo once acarreos para 65 yardas y anotó un touchdown. Patterson fue descartado, primero por Minnesota y después por Raiders. En New England encontró su nicho y está siendo factor semana tras semana.

Finalmente, y tomando en cuenta a Patterson, no sé qué decir a los fans de los Raiders, quienes ven a jugadores que fueron desechados por su equipo y que ahora están brillando en otros planteles: Khalil Mack, Cordarrelle Patterson y ahora Amari Cooper, quien tuvo cinco recepciones para 58 yardas y un touchdown con Dallas. Dice Sutcliffe que el plan del equipo es estar fuerte para cuando estén en Las Vegas en 2020. Mi pregunta es, ¿y el dolor y frustración de los fans de Oakland y por todos lados este año y el siguiente? Para remodelar hay que destruir primero, y esa es la idea, pero si alguien ha remodelado su casa sabe que se vive un período de incomodidad y frustración. Espero que mi John tenga razón y este sacrificio valga la pena a LARGO PLAZO.

Sin más, ¡rumbo a Atlanta!