Los Green Bay Packers se jugaban sus escasas posibilidades de playoffs en casa ante un equipo sin aspiraciones, como los Arizona Cardinals.
Lamentablemente el equipo perdió en el Lambeau Field su primer partido del año.
Esta fue la gota que derramó el vaso para la gerencia de los Packers quienes tomaron la decisión de darle las gracias a su head coach Mike McCarthy.
McCarthy estuvo durante 13 años con el equipo, llevándolos en nueve ocasiones a los playoffs, y en seis de ellas como campeón de división.
Green Bay ganó con el coach McCarthy el Super Bowl XLV, aunque para muchos --yo incluido-- Green Bay ganó ese Super Bowl a los Pittsburgh Steelers gracias a Aaron Rodgers, y "a pesar" de él.
La mala relación que se sabía existía entre el entrenador y Rodgers no alimentaba esperanzas de la continuidad del entrenador al frente del equipo.
Aunado a lo anterior, los malos resultados abonaban a una salida de McCarthy al final de la temporada, por lo que su despido no fue del todo sorpresivo.
Durante años y años se apostó a un solo hombre --Rodgers-- para obtener buenos resultados, mismos que generalmente conseguía.
Apostar al talento de un solo hombre para sacar resultados, no sólo fue arriesgado, sino para mi rayó en lo abusivo y torpe.
Claro que no sólo fue culpa de McCarthy sino de la gerencia del equipo.
Pensando en lo que más le convenga a los Packers como head coach, seguramente deberá construir un equipo donde su quarterback cuente una línea ofensiva decente, y además tenga corredores de élite que ayuden a descargar el trabajo a Rodgers.
La defensiva ha sido de los más poroso, y desde hace muchos años no cuentan con un perímetro eficiente.
La reconstrucción no será rápida, y lo malo es que los Packers no cuentan con mucho espacio en el tope salarial, así que draft y agencia libre tendrán que ser sus principales herramientas para fortalecer al equipo. Además, Rodgers no se está haciendo más joven; este domingo cumplió 35 años de edad.
Sorpresas de la semana
La derrota de Green Bay ante Arizona por marcador de 20-17 califica como sorpresa, claro. Pero no fue la única este domingo.
New York Giants superaron por 3 puntos a uno de los mejores equipos de la Conferencia Nacional, los Chicago Bears.
El tropiezo no afecta mayormente a Chicago ya que se mantienen al frente de la División Norte de la Conferencia Nacional.
Detroit Lions, Minnesota Vikings y Green Bay, equipos de la misma división también perdieron.
Los Tampa Bay Buccaneers, el peor equipo del Sur de la Nacional, sorprendió a los Carolina Panthers por 24-17, lo que también califica cómo sorpresa. Claro, vale la pena aclarar que los Panthers sumaron su cuarta derrota consecutiva, con lo que sus aspiraciones de playoffs se derrumban.
Los Oakland Raiders no ganaron, pero le hicieron juego a los Kansas City Chiefs, quienes se impusieron por tan solo 7 puntos gracias a Pat Mahomes y sus cuatro pases de touchdown.
Las sorpresas son algo de cada semana en la NFL, no debe extrañarnos, y por ello está para mí es la mejor liga, la más impredecible, la más excitante.