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Amari Cooper de los Cowboys es el Coloso de la Semana 14

La carrera por los playoffs adquiere cada vez más importancia en la recta final de la campaña, y eso significa que los jugadores que irán apareciendo con mayor frecuencia en estos espacios, estarán directamente involucrados. Hoy no es la excepción, con un receptor abierto que deja a su equipo con la mejor posibilidad de coronarse en la división más disputada de la liga.

AMARI COOPER, WR, DALLAS COWBOYS

En ocasiones, algunos canjes de media temporada tardan un poco en tener algún impacto. Después de todo, no es fácil pasar todo el receso de temporada y campamento de entrenamiento estudiando y preparando para un sistema de juego, y repentinamente tener que desempeñarse en otro.

En otras ocasiones, como es el caso de Cooper, no hay que esperar casi nada.

El receptor abierto ha visto renacer su carrera con el cambio de equipo. Luego de atrapar 22 pases para 554 yardas y un touchdown en seis partidos para los Oakland Raiders, Cooper suma 40 recepciones para 642 yardas con seis touchdowns en seis partidos para Dallas.

Cooper consiguió esta tarde la mejor actuación de su carrera, atrapando 10 pases para 217 yardas y tres touchdowns en una crítica victoria de los Cowboys sobre los Philadelphia Eagles por 29-23 en tiempo suplementario que catapulta a Dallas a un liderato más cómodo en la carrera por la NFC Este, sobre todo si también sumamos la derrota de los Washington Redskins de este domingo.

Sorprendentemente, las tres anotaciones de Cooper llegaron en la recta final del partido. Dos ocurrieron en el cuarto periodo, y el último aportó los puntos de la victoria en el tiempo suplementario, lo que convirtió a Cooper en el primer jugador en la historia del juego en anotar tres touchdowns para tomar ventaja en el marcador en el cuarto periodo o tiempo extra.

Cooper fue elegido al Pro Bowl en sus dos primeras temporadas profesionales, antes de sufrir una baja de juego notable en su tercera campaña, el año pasado. Hoy está promediando más de 100 yardas en recepciones y un touchdown por partido desde que viste uniforme de los Cowboys. Eso hubiera sido más que suficiente para ganarle una tercera invitación al Pro Bowl si hubiera comenzado el torneo en Dallas pero, ¿será suficiente ahora?

El tiempo lo dirá, pero por ahora, los Cowboys deben estar felices por su adquisición de media campaña.

¿Qué pensará Jon Gruden en Oakland? Esa es otra historia.

MENCIONES HONORÍFICAS

Saquon Barkley, RB, New York Giants: Podemos seguir fingiendo que, en "una liga de quarterbacks", como han querido bautizarla algunos, éstos se tienen que llevar todos los honores. O, podemos admitir lo inminente: no hay mejor novato en la NFL que el corredor de los Giants. Barkley llevó el ovoide 14 veces para 170 yardas terrestres para un monstruoso promedio de 12.1 yardas por acarreo, con un touchdown, y atrapó cuatro pases para 27 yardas en la paliza de New York sobre Washington. Con tres partidos por jugarse, Barkley está a 13 recepciones de igualar la marca de franquicia por la mayor cantidad de atrapadas para un novato, impuesta por Odell Beckham Jr. en el 2014, con 91. También se convirtió en el primer novato en la historia de los Giants en superar la marca de las 1,000 yardas terrestres, colocando su total en 1,124. Por ahora, es tercero en la liga en este rubro, detrás de otros dos corredores que se apoderaron de la liga desde sus respectivas temporadas de novatos: Todd Gurley e Ezekiel Elliott.

Tom Brady, QB, New England Patriots: Lo de Brady no puede ignorarse, más allá del milagro y el resultado final. El quarterback de los Patriots completó 27 de 43 intentos de pase para 358 yardas y tres touchdowns, sin intercepciones. Brady llevaba cinco partidos antes de este domingo sin lanzar para al menos tres pases de touchdown, su mejor marca en la campaña y una que ha alcanzado en cinco ocasiones con la de hoy. Las 358 yardas también fueron su mayor total en lo que va de una campaña admirable para casi cualquier pasador en la liga, pero callada para los estándares a los que nos tiene acostumbrados.

Trumaine Johnson, CB, New York Jets: Los Jets y Buffalo Bills tenían poco en juego con su partido de este domingo, pero como duelo divisional, el orgullo también cuenta. Johnson ayudó a darle una alegría de recta final de temporada a un cuadro de los Jets que sumaba seis derrotas consecutivas llegando a la cita. Johnson interceptó dos pases al quarterback novato Josh Allen, la segunda de ellas clave para impedir cualquier intento de remontada con poco más de un minuto por jugar, sellando definitivamente el marcador final en 27-23.

George Kittle, TE, San Francisco 49ers: La mayoría de las decisiones gerenciales de bombo y platillo que se han tomado en San Francisco a lo largo del último par de años han fallado, ya sea vía agencia libre o las rondas más altas del draft. por el contrario, jugadores de selecciones bajas han funcionado, y nadie mejor que Kittle, reclutado en la quinta ronda del 2017. Kittle ha sido el mejor jugador de los Niners en el año, y esta tarde se despachó con su tarde más productiva como jugador de NFL en lo que lleva de corta trayectoria. Fueron siete recepciones para 210 yardas con un touchdown en la sorpresiva victoria de los Niners sobre los Denver Broncos. A San Francisco le falta mucho en el proceso de reconstrucción, pero al menos saben que la posición de ala cerrada está en buenas manos.

Eli Manning, QB, Giants: No hay muchos puntos destacables para Manning en una temporada perdida para la Gran Manzana, pero al menos en la Semana 14, los Giants no desperdiciaron la oportunidad de meterle el pie a su rival divisional gracias a una paliza de 40-16 sobre los Redskins. En su mejor partido de la temporada, Manning completó 14 de 22 envíos con touchdowns para Sterling Shepard, Russell Shepard y Bennie Fowler, sin intercepciones, para un índice de pasador de 132.0.

Ryan Tannehill, QB, Miami Dolphins: Es momento de comenzar a buscarle un nombre a la jugada con que Miami venció en casa a New England. Antes de eso, el quarterback de los Dolphins ya había ofrecido una brillante actuación ante el eterno rival a vencer en la AFC Este. En total, Tannehill completó 14 de 19 envíos para 265 yardas y tres touchdowns sin intercepciones, registrando un notable índice de pasador de 155.2. El último de esos pases de touchdown incluyó dos laterales y una anotación mientras se extinguía el reloj de juego que ningún fanático de Miami olvidará nunca. De paso, los Dolphins mantuvieron vivas sus esperanzas de postemporada con el triunfo.