PHILADELPHIA -- El receptor abierto Alshon Jeffery ha recibido bastante apoyo de aficionados de los Philadelphia Eagles desde que dejara caer un pase crítico en durante una derrota de la ronda divisional frente a los New Orleans Saints, sobre todo de una clase de segundo grado que escribió cartas de aliento a Jeffery esta semana.
El jueves, Jeffery mostró su aprecio al sorprenderlos con una visita.
Thankful Alshon Jeffery came by Abigail's class to surprise the kids who wrote him letters. #FlyEaglesFly #Eagles 🦅🦅🦅@Eagles @TheWorldof_AJ pic.twitter.com/u2AUjz2g29
— Raymond Johnson (@RaymondJ17) January 17, 2019
Una de las notas, de una estudiante de nombre Abigail en la West Chester, se hizo viral. "Está bien perder un partido. No siempre tienes que ganar un partido. No hubiéramos podido ganar ese Super Bowl sin ti el año pasado", decía la carta. "Creo que eres un gran jugador, sin importar lo que pase".
A su salón de segundo grado se les dijo que intentarían comunicarse con Jeffery vía FaceTime antes de que alguien dijo, "No creo que funciona a FaceTime. ¿Prefieren hablar con él en persona?". los estudiantes se quedaron sin aliento mientras Jeffery entró al salón y empezó a saludarlos de mano.
Jeffery,una figura clave en el Super Bowl del año pasado y un catalizador que sirvió para darle rumbo al equipo en la pasada temporada, ha sido apoyador por la afición de Philly desde que dejara caer un pase en contra de los Saints que originó una intercepción de Marshon Lattimore. Recibió una ovación de pie cuando fue mostrado en la pantalla durante un partido de los Philadelphia 76ers el martes.
Jeffery fue duro consigo mismo en el vestidor después del partido, tras lo que terminó como derrota por 20-14 ante New Orleans.
After the @eagles season ended with a dropped ball from Alshon Jeffrey, 8-year-old Abigail wrote him the sweetest letter of encouragement ❤️ (via @RaymondJ17) pic.twitter.com/4kkN0bjYHc
— SNF on NBC (@SNFonNBC) January 17, 2019
"Es mi culpa. Esa derrota es mi culpa. Es mía", dijo. "Defraudé a mis compañeros, la ciudad de Philadelphia, es mi culpa. Yo la tomo.
"Nos sucede hasta a los mejores. Seguimos adelante. Duele ahora, pero les garantizo que regresaré el año que viene, seguro".