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DK Metcalf ha demostrado ser más que solo físico en Seattle

DK Metcalf se aseguró de realizar jugadas espectaculares a lo largo de toda la primavera. AP Photo

RENTON -- DK Metcalf era imposible de ignorar durante el programa de temporada baja de los Seattle Seahawks.

De las 10 prácticas entre el minicampamento para novatos, las actividades organizadas del equipo, y el minicampamento para veteranos que fueron abiertas para los reporteros, ninguna pasó sin que Metcalf completara una o dos jugadas espectaculares. Venció a defensivos sobre la línea de golpeo, realizó atrapadas en extensión completa en medio del tráfico, y otras por lo alto a lo largo de las líneas laterales. Recibió mucho trabajo con el quarterback Russell Wilson y la ofensiva de primer equipo.

Todo mientras portaba una sudadera con gorra que cubría sus masivos bíceps.

De cara al, e inmediatamente después del, draft de la NFL, en que los Seahawks canjearon para ascender en el orden y seleccionar a Metcalf con la selección final de la segunda ronda, era quizás más conocido por su físico que por lo que hizo sobre el campo en Ole Miss.

Pero esta primavera, fue algo más que un espécimen físico. Wilson apuntó al conocimiento de Metcalf cuando se le preguntó qué fue lo más destacado del receptor abierto.

"Todos saben de su habilidad para correr, y saltar, y atrapar, y todo lo demás", dijo Wilson. "Ustedes han estado hablando de eso por meses, pero creo que más que otra cosa, es su cerebro y cómo procesa la información y lo rápido que la procesa. Es muy inteligente. Realmente entiende el juego muy bien. Acepta las direcciones de los coaches muy bien. pone el trabajo extra. Es un legítimo receptor abierto profesional. Es todo lo que todos decían en términos de lo que es capaz de hacer, y más".

Metcalf, 6 pies con 3 pulgadas y 228 libras, ha lucido como un receptor abierto profesional durante el trabajo de temporada baja, tanto que fue sencillo olvidar momentáneamente sobre las preocupaciones por su recorrido de rutas, agilidad lateral y preparación para la NFL. Metcalf cronometró un espectacular tiempo de 4.33 segundos en las 40 yardas durante el Combinado, pero produjo resultados menos que impresionantes en algunos de los ejercicios de agilidad. Consiguió 26 recepciones para 569 yardas y cinco touchdowns antes de que una lesión en el cuello acabara con su temporada final en Ole Miss después de solamente siete encuentros.

"Un jugador muy natural", explicó el head coach de los Seahawks, Pete Carroll. "No ha tenido ningún problema para hacer lo que le pedimos. Luce como si lo hubiera hecho antes. Debe ser más disciplinado. Tiene algunas cosas que debe hacer, algunas reglas que necesita seguir, pero todas las cosas físicas que se le piden hacer, las hace. Los cambios de rutas que hacemos, los ajustes, su control corporal. Ha sido un maravilloso competidor en el campamento. Le hemos visto jugadas todos los días que parecen especiales, y la mayoría resultan, uno, de su velocidad, pero lo otro es su rango de atrapada y habilidad para alejarse de su cuerpo, levantar los pies, y realmente realizar unas recepciones muy especiales.

"No vemos ninguna limitación, restricción, para nada. Está allí, compitiendo por jugar".

Ahora, es momento de pisar los frenos. Las usuales advertencias de temporada baja aplican aquí. El formato sin contacto --los backs defensivos de los Seahawks no estaban retando completamente las atrapadas-- ayuda a los receptores a brillar. Y hay algunas historias de precaución en torno a emocionarse demasiado por una primavera espectacular para un receptor novato de los Seahawks.

En el 2010, fue Golden Tate, quien arribó con un ruido similar como recluta de segunda vuelta luego de una campaña de All-American que le ganó el Biletnikoff Award como el mejor receptor de la nación. Hizo jugada tras jugada a lo largo de la primavera y el verano, y parecía preparado para una sólida campaña de novato. Fue enviado a la banca en la Semana 1, y finalizó el año con apenas 21 atrapadas.

Carroll ha teorizado que del desarrollo de Tate quedó afectado en el colegial por el tiempo que pasó como jardinero en el equipo de béisbol de Notre Dame, alejándolo de los entrenamientos de primavera. Tate admitió años después que se confiaba por su atleticismo como novato, y realmente no entendía los puntos finos de la posición.

¿Y por lo que respecta a Metcalf?

"Creo que está muy por encima de lo que la gente de afuera probablemente esperaba de él", admitió Tyler Lockett, el receptor primordial de Seattle. "El modo en que realiza muchos de sus desprendimientos, lo cambia todos los días. Vas en contra de una defensiva donde la gente sabe, 'Bueno, si hace esto todos los días, sé cómo debo enfrentarlo'. Pero algunos días cambia el modo en que es agresivo. A veces es agresivo, a veces se frena, a veces emplea las manos, dos días más tarde no usa las manos y la gente queda sorprendida cuando se trata de ser capaz de cubrirlo".

Metcalf fue el primer jugador que mencionó Wilson cuando se le preguntó sobre el nuevo grupo de receptores abiertos, uno que incluye a tres reclutas de --Seattle también eligió a Gary Jennings en la cuarta ronda y a John Ursua en la séptima-- y ya no tiene a Doug Baldwin.

"Es grandioso ver a DK haciendo jugadas", dijo Wilson. "Creo que DK está luciendo realmente especial. Puede hacer cualquier cosa, y es tremendo".

Los elogios públicos del ultrapositivo Wilson no son difíciles de obtener. Pero la confianza sí. Wilson protege tanto el balón, es tan adverso a las entregas, que no lanzará a un receptor que no se haya ganado su confianza. Por lo tanto, dice mucho la frecuencia con la que buscó a Metcalf durante las prácticas de temporada baja. Metcalf dejó una fuerte impresión en su quarterback sobre el campo y detrás de escena.

"Podía imaginarlo tan pronto como fue reclutado", aseguró Wilson. "Hablamos por teléfono tan pronto como sucedió. Hablamos por unos 15-20 minutos simplemente sobre a dónde deseaba ir y todo lo demás. Se notaba. Se podía percibir... se puede percibir a las personas que realmente están a la caza de algo especial, y creo que él lo es".

El coordinador ofensivo Brian Schottenheimer no quiso poner expectativas para la campaña de novato de Metcalf. Es junio, después de todo. El campamento de entrenamiento y la pretemporada determinarán dónde quedan colocados Metcalf y los veteranos David Moore y Jaron Brown en el orden de plantilla, detrás de Lockett. Metcalf tiene una ventaja sobre Jennings y Ursua, ambos perdiendo tiempo con lesiones de tendón de la corva, así como los también novatos Jazz Ferguson y Terry Wright.

"Es demasiado pronto para decir", explicó Schottenheimer. "Solo seguir desarrollándose. Seguir trabajando. Creo que el cielo es el límite, con el potencial. Amo su ética de trabajo. Trabaja bastante. Ya sea atrapando pelotas de tenis en la máquina Jugs, a veces veo las pelotas volando por todos lados. Así que creo, de nuevo, mucho tendrá que ver con la sincronía que forme con Russ, pero estoy muy complacido con lo que vemos ahora".

A Carroll s ele preguntó cuánto había ayudado al desarrollo de Metcalf contar con un padre que había jugado en la NFL. Terrence Metcalf fue un guardia para los Chicago Bears del 2002 al 2008.

"Hay algo en eso", ofreció Carroll. "Los chicos, muchas veces, entienden las cosas simplemente por sentarse en la mesa para cenar. Sucede... simplemente vamos a ver hasta dónde llegamos con él y cuántos minutos de juego puede ganar".