Los oficiales de la NFL lanzaron nueve castigos para hacer cumplir la regla de golpes al casco en la Semana 1, un aumento del 800 por ciento respecto a la primera semana de la temporada del 2018 y una señal temprana que la liga cumplirá con la promesa de castigar las infracciones de manera más estricta en el 2019.
La regla del casco es uno de dos puntos de énfasis para la NFL esta campaña. La otra es el castigo de sujetar a la defensiva, por el que los oficiales lanzaron 82 pañuelos en la Semana 1, un aumento del 32 por ciento respecto a la Semana 1 en el 2018.
Sin embargo, el aumento de castigos para la regla del casco, que prohíbe que los jugadores bajen el casco para iniciar el contacto con un rival fue significativo.
La regla en gran medida no se hizo cumplir luego de ser introducida como parte de un esfuerzo de toda la liga por reducir el número de conmociones cerebrales.
Sólo hubo un castigo por eso en la Semana 1 del 2018 y un total de 18 en la temporada, sin embargo, la liga también impuso 28 multas y envió 139 cargas de advertencia a jugadores que habían cometido faltas que no se marcaron durante los partidos.
Los líderes de la liga dijeron que los jugadores necesitaban tiempo para ajustarse a lo que se había convertido en una técnica común, también sabían que este tipo de contacto ilegal puede ser difícil de ver para los oficiales de principio a fin en acción en vivo.
Pero la liga quiere que el castigo se aplique de manera consistente en el 2019, lo que los oficiales señalaron al lanzar 24 castigos en 65 partidos de pretemporada. Cada castigo implica una sanción de 15 yardas. Su aplicación ha seguido siendo muy sesgada hacia los jugadores defensivos.
Sólo uno de los nueve castigos lanzados en la Semana 1 fueron contra un jugador ofensivo: el corredor de los Dallas Cowboys, Tony Pollard. La temporada pasada, el único jugador ofensivo que fue castigado por eso fue el corredor de los Cowboys, Ezekiel Elliott.