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Gurú de las Diagonales: Los momentos grandes no son para todos

MIAMI -- A veces cuando el objetivo está tan cerca, el principal enemigo eres tú mismo.

Los Buffalo Bills estaban a minutos de cortar una racha de más de 24 años sin conseguir un triunfo de playoffs.

Después de dos cuartos y medio, Buffalo lucía como el equipo superior y ganaba 16-0 ante los Houston Texans. Por si alguien se lo preguntaba, los Bills nunca en su historia habían desperdiciado una ventaja tan grande.

En el caso específico del entrenador Sean McDermott, quien lleva un gran paso por Buffalo hasta el momento, aunque también tuvo un partido para el olvido, sólo una vez en su carrera dejó escapar una ventaja de doble dígito.

La principal fortaleza de Buffalo a lo largo de toda la temporada fue reconocer su identidad, ser disciplinado y siempre apelar a sus virtudes.

El problema es que cuando llegan los momentos de presión, no todas las mentes están claras, y muchas veces se toman decisiones fuera de carácter que nos obligan a rascarnos la cabeza.

Por ejemplo, todos estamos de acuerdo en que el novato Devin Singletary fue uno de los puntos altos de los Bills en la temporada, y parece tener un muy buen futuro por delante.

Los Bills corrieron para 172 yardas en 30 acarreos ante los Texans en el tiempo reglamentario, y Singletary en específico promedió 4.5 yardas por acarreo.

Pero por alguna razón, el coordinador ofensivo Brian Daboll, no corrió el ovoide ni una sola vez en el tiempo extra. A la vez, cuando ya estaban en territorio de gol de campo y era tercer intento, intentaron un "stunt" con la línea ofensiva (abre la posibilidad a fallas de comunicación, más como visitante) y la jugada terminó en captura.

Dos decisiones inexplicables que van en contra de la naturaleza simplista de este plantel de los Bills, pero Daboll estuvo lejos de ser el único culpable.

McDermott, por ejemplo, decidió jugársela en cuarto intento y ¡25! yardas por recorrer cuando pudo haber despejado, ya que le quedaban tres tiempos muertos. No sólo tomó un riesgo de muy baja probabilidad, sino que además se quitó la posibilidad de tener una buena posición en el campo de juego cuando solo necesitaban tres puntos para empatar.

Al mismo tiempo, le quitas confianza a tu defensiva, que es la unidad que te cargó en sus hombros durante toda la temporada.

Otra vez, decisiones inexplicables, que van en contra de lo que fueron estos Bills toda la temporada.

Dicho sea de paso, esa talentosa defensiva permitió 19 puntos sin respuesta.

Lo cual nos lleva al mariscal Josh Allen.

Ya todos saben que no soy un fan del mariscal de Buffalo. Si bien muestra algunos momentos brillantes, tiene un par de momentos inexplicables por partido, y esos errores en los playoffs te cuestan todo.

Lo que no se puede cuestionar es que es un chico muy atlético con un misil de brazo, aunque demasiado impreciso; además tiene un gran corazón.

Eso sí, tiene que encontrar la manera de controlar esas emociones, porque durante muchos momentos el sábado en Houston, careció de conciencia de la situación de partido.

En tercer intento y ya en territorio de gol de campo, abajo tres puntos, lo único que no puedes aceptar es una captura. Eso fue exactamente lo que sucedió.

Por supuesto que el balón suelto en el último cuarto también le costó carísimo a los Bills, pero me preocupó más el hecho de que Allen parecía fuera de control.

La decisión más insólita fue cuando los Bills estaban avanzando en su serie con el marcador 16-19. Josh Allen explota para un acarreo de 20 yardas con 1:20 por jugar, y por alguna razón inexplicable decidió lanzar un pase hacia atrás.

Fue casi como si Allen no supiera que le quedaba un montón de tiempo y que sólo necesitaba unas 15 yardas más para estar en posición de empatar el encuentro.

Para su fortuna, Dawson Knox terminó pegándole al ovoide fuera de los límites del terreno de juego, para así evitar la pérdida de balón.

Como si fuese poco, Allen se dedicó a lanzar plegarias, incluyendo un pase de 40 yardas a su fullback cuando estaba en doble cobertura, en lugar de intentar ejecutar un plan de juego cuando el partido estaba en su momento definitorio.

Ni Daboll ni McDermott intentaron encausarlo en la dirección indicada.

Allen tiene talento y es un jugador muy entretenido de ver; es una montaña rusa de emociones que debe poner muy nerviosos a los fans de los Bills.

El punto es que cuando los nervios se hacen cargo de tu cuerpo, las decisiones no suelen ser las más adecuadas. No es que Allen no sabía cuánto tiempo quedaba en el reloj, ni que Daboll se olvidó que Singletary es uno de sus mejores jugadores, ni que McDermott se olvidó de que le quedaban tres tiempos muertos.

Es simplemente que te ves tan inmerso en la intensidad y los nervios del partido, y muchas veces te cuesta tener tranquilidad en el medio del caos.

No me malinterpreten, fue un colapso importante de Buffalo.

Pero también es cierto que McDermott clasificó a los Bills a los playoffs en dos de sus tres años, y Allen ha mostrado algunos momentos excelentes.

Personalmente, Allen no me convence como mariscal franquicia, aunque sí creo que Buffalo va en la dirección indicada. Tiene 90 millones de espacio salarial, y debe ser competitivo otra vez el año que viene.

Será interesante ver si este partido marca a sus protagonistas de cara al futuro, y si se transforman en una mochila pesada o les sirve como motivación.

Lo que no me queda dudas es que la experiencia cuenta mucho, y que Buffalo fue su propio peor enemigo porque se olvidó de lo que lo trajo hasta aquí.

A decir verdad, Bill O´Brien, quien se me hace un mal entrenador en jefe, también hizo todo lo posible para entregar el partido. Como de costumbre, lo salvó una inspiración de DeShaun Watson, que dicho sea de paso fue protagonista de la JUGADA DE LA SEMANA.

En redes decía que fue un partido tan malo, que terminó siendo bueno. Plagado de errores, pero también emocionante de principio a fin.

Hoy, la sensación es amarga para Buffalo, pero el futuro parece ser promisorio.

*Los equipos locales están en segundo término

POWER 2

1-KANSAS CITY CHIEFS

2-SEATTLE SEAHAWKS

OVER/UNDER

A pedido de varios de los lectores, incluimos un partido de altas y de bajas para cada semana.

1-ALTAS DE CHIEFS-TEXANS (49 y medio)

2-BAJAS DE PACKERS-SEAHAWKS (46 y medio)

Estadísticas totales (Con+Sin+Teaser+Altas y Bajas+NCAA): 330-261

Con Línea de Apuesta: 137-123 (1-3)

Sin Línea de Apuesta: 156-106 (0-4)

Sorpresa de la Semana (sin línea): 8-9

Fija de la Semana (sin línea): 12-5

Fija de la Semana (con línea): 8-9

Power 2 (con línea): 47-57 (0-2)

Teaser 3: 5-12

Altas y Bajas: 19-17 (1-1)

NCAA: 13-13

Suicide Pool (sin línea): 13-4 (KC, BAL, DAL, LAR, NWE, LAC, BUF, MIN, PIT, SF, NOR, OAK, CLE, CAR, GB, SEA, DEN, PHI)

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