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¿Qué ofrece Matt Rhule como head coach de los Carolina Panthers?

Los Carolina Panthers llenaron su vacante de entrenador en jefe este lunes, destapando a Matt Rhule como el quinto head coach en la historia de la franquicia (sexto, si tomamos en cuenta el interinato de cuatro partidos de Perry Fewell para culminar la temporada).

Aunque con experiencia muy limitada a nivel NFL, Rhule se había convertido desde hace un par de años en un nombre muy codiciado en la liga. El año pasado, estuvo muy cerca de tomar las riendas de los New York Jets, aunque según reportes, declinó de último momento debido a que la organización le había ofrecido una lista de donde tendría que haber elegido a sus asistentes, algo a lo que se negó.

"No quiero mencionar nada acerca de ese trabajo... al final del día, nunca voy a estar en un matrimonio arreglado", dijo en su momento Rhule a ESPN 1660 en Dallas. "Nunca voy a subcontratar posiciones para ofensiva y defensiva. Siempre voy a contratar a las personas en las que yo crea... y vamos a hacer las cosas a nuestro modo".

Esa posición terminó eventualmente en manos de Adam Gase.

La carta de presentación más impresionante con la que llega Rhule --un coach de corte ofensivo, a diferencia de Ron Rivera, el hombre al que reemplaza-- ha sido su habilidad para reconstruir programas en ruinas.

En el 2013 asumió como head coach de los Temple Owls, después de pasar solamente una temporada --su única de NFL-- como asistente de línea ofensiva con los New York Giants, durante la temporada de Super Bowl del 2012.

En Temple, culminó su primera temporada con marca de 2-10, pero fue su única campaña perdedora al frente de los Owls. Al año siguiente, ya tenía al programa en 6-6, y sus dos temporadas finales fueron de 10-4, con apariciones en el Boca Raton Bowl y Military Bowl.

Cualquiera que siga el fútbol americano universitario entiende lo complicado que es ganar 10 partidos en Temple y, sobre todo, competir por talento en el estado de Pennsylvania contra escuelas como Penn State --alma mater de Rhule-- y Pittsburgh, principalmente.

Su siguiente parada fue en Waco Texas, donde los Baylor Bears estaban hechos una miseria. El programa venía del penoso escándalo que dejó Art Briles --tras acusaciones de asalto sexual por parte de jugadores de fútbol americano, y la falta de acción del entonces head coach para encarar la situación--, y una mediocre campaña bajo el mando de Jim Grobe.

Una vez más, Rhule comenzó desde el fondo, registrando marca de 1-11 en su primera campaña con los Bears, la del 2017. Una vez más, también, tardó poco en darle la vuelta al programa, consiguiendo un 7-6 en su segundo año, tras una victoria en el Texas Bowl, y una marca sorpresiva de 11-3 luego de caer en una inesperada aparición para Baylor en el Sugar Bowl.

El mes pasado, Rhule apareció en el podcast de "The Adam Schefter Podcast", donde discutió su entonces potencial salto a la NFL.

"No creo ser tan tonto o tan ingenuo como para decir que nunca seré coach de NFL. Simplemente creo que para mí, tener una situación tan increíble aquí [en Baylor], tendría que ser algo muy cercano a la perfección", dijo Rhule a Schefter. "E incluso así, sería difícil para mí hacerlo. Porque mencionaste todo lo que hemos logrado aquí. Eso requirió mucho trabajo duro. No fue sencillo".

Los Panthers no eran el único equipo con Rhule en la mira para este ciclo de contrataciones. Los Giants tenían una reunión agendada con el coach, la cual fue cancelada una vez que decidió firmar en Carolina. Instantes después, se reveló que New York habría elegido a Joe Judge como su siguiente entrenador en jefe. También se reportó que Rhule se descartó de la búsqueda de un nuevo entrenador en jefe para los Cleveland Browns, el único equipo de la NFL que todavía tiene la posición vacante.

De acuerdo a Schefter, el contrato de Rhule en Carolina es por siete temporadas y 60 millones de dólares, con la posibilidad de alcanzar los 70 millones de dólares en incentivos. Eso coloca automáticamente a Rhule entre los coaches con mayor salario en la liga. De acuerdo a la revista Forbes, el salario promedio de un head coach de NFL no llega a los 7 millones de dólares anuales, mientras que el mejor pagado es Bill Belichick, con una compensación de alrededor de 12 millones anuales. Aun sin incentivos, el acuerdo de Rhule lo colocaría por arriba de lo que promedian anualmente Andy Reid de los Kansas City Chiefs (7.75 millones), Mike Tomlin de los Pittsburgh Steelers (8 millones) y Dan Quinn de los Atlanta Falcons (8 millones); estaría más o menos a la par de Sean McVay de Los Angeles Rams (8.5 millones); y apenas por debajo de John Harbaugh de los Baltimore Ravens (9 millones). Todos ellos tienen experiencia de Super Bowl.

La primera gran decisión que enfrenta Rhule en su nuevo trabajo tiene que ver con la posición de quarterback. El propietario del club, David Tepper, dijo que no se tomaría ninguna decisión respecto al futuro de Cam Newton hasta que estuviera completamente sano.

Dependiendo de lo que ocurra en la posición --y luego de haber visto lo que tienen en plantilla los Panthers detrás de Newton, en Kyle Allen y Will Grier-- podríamos estar ante otra titánica tarea de reconstrucción para Rhule, similar a lo que enfrentó en Temple y Baylor.