Antes de que entre al último año de su contrato, Anthony Lynn, coach de Los Angeles Chargers, recibió una extensión la semana pasada que ahora lo deja con “múltiples años por cumplir en su contrato”, indicó una fuente a ESPN.
Sin importar la duración de la extensión, el acuerdo le da a Lynn más seguridad para cuando el equipo se mude a un nuevo estadio la próxima temporada.
A los coaches no les gusta entrar al último año de sus contratos sin un nuevo acuerdo, como Jason Garrett lo hizo con los Dallas Cowboys la campaña pasada, pues esto provoca especulación sobre sus futuros y esto provoca inestabilidad en la organización.
Los Cowboys decidieron no darle a Garrett una extensión y tras una decepcionante temporada de 8-8 en la que no llegaron a Playoffs, ambas partes pusieron fin a su relación laboral en enero. Los Chargers prefirieron evitar ese escenario al darle el nuevo acuerdo a Lynn.
Una fuente dijo a ESPN que Lynn firmó el acuerdo poco antes del Super Bowl. Ahora es responsabilidad del coach y de la directiva de los Chargers navegar en un receso de temporada en el que deben buscar un nuevo quarterback, luego de que Philip Rivers mudó recientemente a su familia de San Diego a Florida.
Los Angeles podrían dar la oportunidad al suplente de Rivers, Tyrod Taylor, o podrían ir por un agente libre como el quarterback aún de los New England Patriots, Tom Brady.
Lynn, de 51 años, tiene marca de 26-22 en tres campañas con los Chargers, que terminaron con marca de 5-11 en 2019, luego de perder seis de sus últimos siete partidos para terminar en el último lugar de la AFC Oeste.